Inicio Economía Litio y salares: las denuncias que no le importaron al Estado chileno...

Litio y salares: las denuncias que no le importaron al Estado chileno para asociarse con Rio Tinto

47
0

OLCA

Mayo ha sido el mes preferido de las empresas mineras estatales de Chile para anunciar sus alianzas estratégicas y dar rienda suelta a la explotación y extracción del litio en el marco de implementación de la Estrategia Nacional del Litio (ENL). Tras dos años desde su lanzamiento, los frutos van dirigidos a los mismos bolsillos de siempre.

Así se ha podido observar desde la semana pasada, luego que Río Tinto fuera declarada como la transnacional favorita de la Corporación Nacional del Cobre de Chile (Codelco) y la Empresa Nacional de Minería (Enami) para asociarse en la explotación de humedales altoandinos.

En el caso de Codelco, Rio Tinto fue la empresa electa para desarrollar el proyecto de litio en el Salar de Maricunga, el cual ha recibido el nombre de «Proyecto Paloma». De igual forma, como doblete, Enami apostó por Rio Tinto para desarrollar el proyecto Salares Altoandinos, el cual reúne a los ecosistemas de Aguilar, La Isla y Grande, agregando al contexto que días previos, Codelco y Rio Tinto anunciaron un nuevo acuerdo de colaboración destinado a acelerar el potencial desarrollo del distrito minero en torno a Nuevo Cobre, en la Región de Atacama.

La asociación entre las empresas estatales y la minera angloaustraliana no ha pasado desapercibida. Por el contrario, ha sido fuertemente respaldada por la clase política y el empresariado, en un contexto donde se pretende dar rienda suelta al actuar impune de empresas extractivas en el país. Sin embargo, lo que ha pasado desapercibido es lo que existe tras Rio Tinto: un historial de impactos, denuncias y conflictividad, que hoy aterriza en Chile de la mano con el Estado.

Rio Tinto es un viejo conocido en Chile. Antes de la alianza con Codelco y Enami, la transnacional ha sido socia de la minera BHP en el proyecto Escondida con un 30% de participación en acciones; la misma empresa que acumula dos demandas del Consejo de Defensa del Estado, una por provocar un deterioro grave, permanente e irreparable del acuífero, de las vegas de Tilopozo y de la fauna en el Salar de Atacama, y la segunda por el daño ambiental continuo, acumulativo, permanente e irreparable del Salar de Punta Negra, además de afectar los sistemas de vida de la comunidad indígena de Peine. De igual forma, la transnacional favorita del Estado chileno cuenta con el Proyecto Trinidad, ubicado en la comuna de Putre, frente al cual se desarrolló un importante proceso de conflicto ante el rechazo de la comunidad de Belén.

Sin embargo, Chile no es la única. Río Tinto ya ha estado operando en Argentina, con el desarrollo de una planta piloto en su proyecto Rincón, desde marzo de 2022 (formalmente), cuando la compañía completó la adquisición del yacimiento ubicado en el Salar de Rincón, provincia de Salta. El valor de la inversión fue por 825 millones de dólares, y la misma empresa anunció que actualmente se encuentra en etapa de expansión comercial. La incursión de la empresa ha causado gran alerta en las comunidades, desde un principio, ya que es una zona con déficit hídrico en el país. 

Colombia es otro país donde Río Tinto tuvo participación en actividades extractivas. La empresa estuvo involucrada en el proyecto de exploración minera Mandé Norte/Murindó, ubicado en los límites de los departamentos de Chocó y Antioquia. Este proyecto fue desarrollado en asociación con la empresa Muriel Mining Corporation, con sede en Denver, Colorado (Estados Unidos). Las comunidades indígenas denunciaron una serie de violaciones graves a sus derechos ante la Defensoría del Pueblo en el 2009, como: falta de reconocimiento legal de sus tierras ancestrales, militarización del territorio, limitación del movimiento en la zona, desplazamiento forzado, intimidación, pérdida de los bosques, y profanación de cerros sagrados

Ante la creciente presión social y las denuncias, Rio Tinto cerró su oficina en Colombia y declaró no tener una participación activa en el proyecto Mandé Norte. Desde entonces, la empresa no ha reportado nuevas operaciones mineras en Colombia.

Pero no solo en América Latina (Ver ANEXO Fuentes y Links) esta transnacional posee un icónico historial de conflictividad, impactos y denuncias. A continuación, se sistematizan casos donde Río Tinto fue protagonista de cuestionamientos en distintos lugares del planeta; un historial que, pareciera ser, no se consideró al momento de establecerlo como alianza estratégica..

Atentamente,
Comunicaciones OLCA
Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales

Compañía de Jesús #2540, Santiago, Chile

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.