Señor Presidente:
Pocos días atrás el pueblo estadounidense conmemoró con recogimiento, con respeto, y con solemnidad las más de tres mil muertes como resultado de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, veintidós años atrás. Como chilenos solidarizamos con vuestro dolor.
Sin embargo, siendo un país mucho más pequeño que los Estados Unidos, y cincuenta años después, nosotros los chilenos también recordamos con emoción y tristeza las más de tres mil muertes como resultado de la dictadura de Augusto Pinochet, iniciada tras el golpe de estado cívico-militar del 11 de septiembre de 1973, que puso termino al gobierno constitucional del Presidente Salvador Allende.
Sumados a las decenas de miles de torturados, de exiliados, de relegados, e incontables violaciones a los derechos humanos que repugnan la conciencia de la humanidad.
Por los últimos cincuenta años los chilenos hemos ido conociendo, paulatinamente y cada vez con mayor detalle y nitidez, el grado de involucramiento del entonces gobierno de los Estados Unidos en el golpe de estado en Chile. Las fuentes han sido numerosas y diversas; desde el propio Senado de los Estados Unidos, con la investigación “Covert Action in Chile: 1963-1973”, de la Comisión liderada por el Senador Frank Church, en 1975; a Universidades, instituciones académicas, periodistas, investigadores, historiadores, congresistas y, principalmente, la desclasificación de decenas de miles de documentos provenientes de distintos estamentos, reparticiones, y agencias de los Estados Unidos que hasta ese momento habían permanecido como secretos o reservados, ordenada por el Presidente Bill Clinton en 1995.
Cincuenta años es un tiempo suficiente para que los chilenos conozcamos plenamente nuestra propia historia, la que en parte continúa secuestrada en dependencias del gobierno de los Estados Unidos como producto de su política hacia Chile en la década de los 70’s y posteriores. Y hasta hoy día, esporádicamente, continúan apareciendo documentos que ilustran el periodo, con la acción de personeros estadounidenses o de chilenos en complicidad con los primeros, que contribuyeron a destruir el sistema democrático que había imperado en Chile por varios decenios.
Es por todo lo anterior que, como ciudadanos chilenos, o como extranjeros en solidaridad con los chilenos, nos sumamos a la solicitud de distinguidos miembros de la Cámara de Representantes, y del Senado de los Estados Unidos, para solicitar la liberación al conocimiento público de todos los documentos o registros que contengan información respecto de la intervención de los Estados Unidos en Chile, antes, durante, y después del golpe de estado. Petición que ha sido también presentada al Secretario de Estado, Sr. Antony Blinken, por nuestro Embajador en Washington DC, Sr. Juan Gabriel Valdés.
Y, lo más importante: que el gobierno de los Estados Unidos de América se comprometa al “NUNCA MAS” respecto de Chile, que ha sido el tema central de nuestro último once de septiembre, también pocos días atrás.
Le saludan atentamente,
Pedro Alejandro Matta
Un interesante artículo escrito por un iquiqueño https://lanuevamirada.cl/el-quinto-poder/
