Por Andrés Figueroa Cornejo
En 1975, la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA) de la dictadura chilena, en coordinación con los servicios institucionales del fascismo de Brasil, Argentina y el Cono Sur de Latinoamérica, ejecutó uno de los crímenes políticos más brutales de la ofensiva capitalista de la época. Bajo las lecciones devenidas de la llamada Escuela Francesa en la guerra de esa potencia colonial contra la lucha independentista del pueblo de Argelia, militares y civiles de extrema derecha de Estados Unidos y de Sudamérica elaboraron la Doctrina de Seguridad Interior del Estado con el propósito de aniquilar cualquier tipo de disidencias políticas que amenazaran el régimen oligárquico establecido. En ese marco, se aplicó una campaña mediática, judicial y militar para hacer desaparecer a 119 luchadores sociales y políticos de origen chileno. Comunicacionalmente, la dictadura de Pinochet intentó convencer a la comunidad nacional y mundial de que los militantes revolucionarios se estaban matando entre sí. Sin embargo, la verdad vio la luz muy pronto y se supo probadamente que la denominada ‘Operación Colombo’ fue un plan macabro de la DINA para asesinar sistemáticamente a 119 jóvenes opositores acérrimos de las tiranías de entonces. El caso fue conocido universalmente. Los cuerpos de los desaparecidos jamás fueron encontrados. Desde entonces, los 119 sintetizan la heroica resistencia del pueblo chileno contra la dictadura.
Roberto D’Orival Briceño es un conocido teatrista y activista del Colectivo de la Memoria 119, que reúne a los familiares y seres queridos de los desaparecidos. A propósito del cumplimiento de los 50 años del golpe de Estado de 1973, Roberto explica que «recibimos la invitación del Museo de Bellas Artes para poner en exhibición las figuras que recrean a cada uno de los 119. Nosotros les planteamos la contrapropuesta de que estuvieran allí, pero en su contexto: la lucha popular. Las siluetas están resguardadas en el Museo de la Memoria. Se trata de obras de trupán, pintadas con látex y extracto de nogal. Se acordó que las siluetas van a partir del Museo de la Memoria hasta llegar al Museo de Bellas Artes como vivieron: marchando.»
– ¿Qué significado tiene la transición, la caminata que realizarán el 22 de julio próximo?
«Tomar todas las banderas de la lucha popular, nuestras reivindicaciones históricas, agregando las deudas acumuladas durante estos 50 años de dominación a partir del golpe de Estado cívico militar de 1973. Debe quedar claro que esta no será la marcha de las víctimas, de los deudos o los dolientes, ni es la marcha del entierro de la memoria, sino que todo lo contrario. Este 22 de julio será la marcha de la memoria y la resistencia. La memoria de los 119 y de muchos y muchas más. La memoria de las luchas legendarias de este territorio, así como la lucha de siempre de la resistencia humana que se expresa también en los familiares, los compañeros, en quienes han demandado justicia y denunciado los crímenes y el genocidio. Por eso usaremos un pasacalles, esto es, echaremos mano a las formas de espiritualidad y culturas propias del mundo latinoamericano, lo pagano, el carnaval, lo mestizo, la música andina, los ritmos negros. El lema es Marcha Pasacalles, Memoria y Resistencia junto a los 119.»
– ¿Cuál es el recorrido?
«Arrancamos del Museo de la Memoria (calle Matucana 501, Santiago), donde antiguamente existió un cementerio incaico, hasta el Comité Pro Paz (calle Santa Mónica 2338), lugar en el que se creó el primer organismo de derechos humanos de los familiares de las y los detenidos desaparecidos de la dictadura, donde la pena y la angustia se convirtió en lucha, y se elaboró el primer recurso de amparo por más de 300 personas, del cual se colgó la Dirección de Inteligencia Nacional de la tiranía (DINA) y los entes de la policía política de todo el Cono Sur del continente con el fin de armar el montaje comunicacional y mentir sobre las causas de las muertes de los 119, maquinando la llamada Operación Colombo. En el Comité Pro Paz efectuaremos un homenaje a las mujeres que iniciaron la lucha por los derechos humanos del régimen pinochetista; las mamás, hermanas, compañeras de los 119, y algunos hombres que se destacaron al respecto. Y desde ahí nos vamos bailando y cantando, gritando consignas por el hoy, por el ayer, por el futuro que esperamos construir algún día, hacia la Plaza de la Constitución.»
– La Plaza de la Constitución es el propio palacio de La Moneda…
«En ese sitio los 119 se hermanan con los caídos durante los 30 años de administraciones civiles de la herencia de la dictadura. Se hermanan con los torturados, los prisioneros políticos, muertos, asesinados en falsos enfrentamientos, en armados comunicacionales como el caso de Camilo Catrillanca; con los mutilados, con los jóvenes que tienen el cuerpo lleno de perdigones desde el estallido social del 18 de octubre de 2019. En la Plaza de la Constitución, los 119 confraternizan con los estudiantes de educación secundaria que están siendo fuertemente reprimidos y judicializados por el gobierno de Boric. Ahí vamos a interpelar al Estado genocida, racista, entregado a los intereses de las corporaciones multinacionales que le están robando la vida y el esfuerzo al pueblo trabajador.
De la Plaza de la Constitución nos desplazamos al Liceo Número 1, entidad que representa las luchas estudiantiles y escolares. En ellos vemos a los 119 del presente. En las nuevas generaciones insumisas y rebeldes que se levantan contra el Estado policial, contra el ‘aula segura’, contra el ‘gatillo fácil’.
Del colegio nos trasladamos al Puente Padre Hurtado (avenida Independencia con el río Mapocho). En la ribera del Mapocho, los 119 recibieron un homenaje el año pasado, mediante la pintada de murales. En ese emplazamiento hemos de recordar a todos los luchadores que fueron arrojados al río desde el mismo 11 de septiembre de 1973. Ese punto también es la coordenada donde los pueblos originarios interpretan el agua como un signo de vida. Por tanto, allí challaremos, resignificando el recuerdo en un compromiso de lucha.
Inmediatamente, nos volcamos hacia la Plaza de Armas donde, antes de que se instalara la iglesia católica y el colonialismo, existió un centro ceremonial de los pueblos originarios. En ese lugar queremos abrazar a nuestras hermanas y hermanos migrantes que hacen parte de la clase trabajadora de este país; así como a las luchas de las disidencias sexuales.»
– El recién pasado 14 de julio falleció por mano propia uno de los creadores de las siluetas de los 119, el artista José Rodríguez.
«En la Plaza de Armas, con los pintores populares, los lustrabotas y todos quienes trabajan allí se le hará un homenaje a José Rodríguez. Él hizo el bosquejo de las primeras siluetas el 2005, esas siluetas que José, como egresado de Artes, ayudó a pintar de esperanza, de invitación, de convocatoria, tras la importante creatividad de Mario Soro.»
– El punto de llegada es el Museo de Bellas Artes.
«En el Bellas Artes, los 119 compañeros representados en las figuras, tendrán un reconocimiento simbólico encabezado por el Coro Voces de la Rebeldía, compuesto por sobrevivientes de la casa de tortura de Villa Grimaldi. Ellos interpretarán El barco de papel de Los Olimareños que ellos cantaban cuando algún compañero tenía la posibilidad de salir en libertad. También entonarán Palabras para Julia del poeta León Felipe y Todavía cantamos de Víctor Heredia, en homenaje a los más de 90 mil detenidos desaparecidos del continente.
Los 119 se quedarán al interior del Museo de Bellas Artes, y el domingo 23 por la mañana, en un momento teatral, los jóvenes estudiantes de actuación de la Universidad Mayor ofrecerán su voz para recrear en primera persona a nuestros familiares en su dimensión vital, actualizando las luchas del pasado y otorgándole continuidad a las luchas del hoy.»
– ¿Cuál es el programa del domingo 23 de julio?
«Fuera del Museo estará el Comedor Popular Luisa Toledo, brindando un plato de comida y un espacio fraterno a los asistentes. Se encontrarán las compañeras de Memoriando en Arpilleras de los 119, exponiendo sus obras. Y en el Salón Blanco del Bellas Artes, a las 11.00 horas, está convocado un foro temático que abordará los montajes comunicacionales, los medios masivos de comunicación que los produjeron a lo largo de la historia del país, y la ética periodística. En el foro participarán la periodista Tania Tamayo y el abogado penalista Julio Cortés, defensor de los luchadores sociales y prisioneros políticos actuales. La prestigiosa comunicadora Nancy Guzmán coordinará el panel.
Creo que tenemos que evidenciar también a los soldados de la mentira, el encubrimiento, la criminalización y estigmatización de las luchas populares, la corrupción, la impunidad.
Terminaremos la jornada por la tarde, luego que los familiares de los 119 demos una opinión sobre la situación presente, donde expresaremos nuestra dura crítica al empate al que la derecha y el gobierno de turno quieren llevarnos mediante una política del olvido, manteniendo las prácticas provenientes del enemigo interno y sus manuales imperialistas.»
*Todas las imágenes fueron cedidas por el Colectivo 119 para ser usadas libremente