por Esteban Silva Cuadra
Fiestas Patrias: La larga lucha del pueblo chileno por su verdadera independencia.
Publicamos una reflexión que estimamos vigente, en un artículo escrito por Esteban Silva, publicado hace algunos años en Rebelión, con ocasión del Bicentenario de Chile, en el cual reflexiona sobre el sentido de Patria y la larga lucha del pueblo chileno por su emancipación y verdadera independencia.
La lucha por una patria para todos
Esteban Silva Cuadra
El Bicentenario nos encuentra con un país profundamente desigual, con una impactante concentración de la riqueza en manos de unos pocos. Un Chile privatizado cuya soberanía económica se encuentra enajenada y restringida, consagrada por una democracia binominal y oligarquizada ante un pueblo desmovilizado bajo la influencia del pensamiento único y la hegemonía cultural dominante neoliberal .
A dos siglos de nuestra independencia, la tierra de Caupolicán, Guacolda y de Lautaro sigue siendo esquiva con sus pueblos originarios y se profundiza el histórico desencuentro con más represión y la aplicación draconiana de una aberrante Ley Antiterrorista que materializa el despojo del pueblo mapuche protegiendo la “sacrosanta propiedad privada”.
En este bicentenario debemos volver a reconocernos en la larga lucha del pueblo chileno por su emancipación y verdadera independencia. Historia protagonizada por millones de hombres y mujeres anónimos que a lo largo de estos dos siglos han luchado por construir una patria para todos sin exclusiones por conquistar el derecho a edificar una República de hombres y mujeres libres, iguales y soberanos.
Reconocemos a las y los patriotas que soñaron construir una patria para todos en la lucha por nuestra independencia del dominio español en hombres y mujeres como Bernardo O’higgins, José de San Martín, Javiera Carrera y el guerrillero Manuel Rodríguez. Los reconocemos luchando juntos “a paso de vencedores” en la batalla de Ayacucho en 1824 asegurando definitivamente la independencia de nuestra América.
Los encontramos en Santiago Arcos y Francisco Bilbao, pregoneros de la sociedad de la igualdad y en el Presidente Balmaceda en su lucha para terminar con el monopolio salitrero. Nos inspiramos en los patriotas que encabezaron las grandes luchas y movilizaciones de los trabajadores y mineros de Chile, marcadas a sangre y fuego en masacres obreras ocurridas en 1907 en el norte en la Escuela de Santa María de Iquique o en el extremo sur con el brutal incendio de la Federación Obrera de Magallanes en Punta Arenas en 1920. Luchas que tuvieron continuidad en Luis Emilio Recabarren, patriota de la construcción infatigable de la organización obrera, de su conciencia y cultura. Las encontramos volando en el avión Rojo del Comodoro Marmaduque Grove, militar socialista y masón, quién en 1932 asumiera durante 12 días la Presidencia de Chile proclamando una República Socialista. Reconocemos la patria en la lucha por la tierra y la dignidad que unió a mapuches y campesinos pobres asesinados en 1934 en la matanza de la Ranquil en Lonquimay.
Nuestro bicentenario debe verse con los ojos de los miles de rostros anónimos que participaron con coraje en las luchas de los pobladores sin casa, organizando las primeras tomas de terrenos como la acontecida en 1957 en la Población la Victoria o en los sucesos de 1969 en Pampa Irigoyen en Puerto Montt. La patria para todas y todos se proyecta en el combate por los derechos de la mujer que impulsaron luchadoras y visionarias como Belén de Zegarra, Amanda Labarca, Elena Caffarena, Julieta Campusano, Laura Allende y Julieta Kirwwood. Lucha que se proyecta en Jóvenes patriotas insurrectos frente a la injusticia y la desigualdad como Héctor Barreto, José Domingo Gómez Rojas, Ramona Parra, Rodrigo Ambrosio, Miguel Enríquez y Carlos Lorca junto a Jecar Neghme de la generación de la resistencia y las protestas anti dictatoriales de la década de los ochenta
Identificamos la patria en las luchas de las primeras organizaciones de los trabajadores hasta las de hoy simbolizados en Clotario Blest. Los encontramos en la creación para un país más justo de Violeta Parra, Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Víctor Jara y Nemesio Antúnez. La reconocemos en 1938 en el Frente Popular y el gobierno del maestro Pedro Aguirre Cerda.
La lucha por nuestra segunda independencia económica y cultural la reconocemos en el triunfo de la Unidad Popular encabezada por el Presidente Salvador Allende. El primer intento de ruptura real en un territorio gobernado durante 400 años por una minoría.
Para continuar la lucha por una verdadera patria para todas y todos, consideramos prioritario ensanchar la izquierda y su vinculación con los trabajadores y movimientos sociales.
El Chile del bicentenario requiere recuperar su memoria histórica y popular, necesita de una izquierda unida y movilizada con un claro sello allendista con alternativa antineoliberal de futuro. Por ello, compartimos la invitación de trabajar juntos Por Más izquierda.
Publicado en Rebelión.org