Arturo Alejandro Muñoz
Ha sido una constante a lo largo de la Historia de Chile. La Derecha crea el ambiente, estructura el desorden, y luego ataca con saña lo que ella llama hipócrita y cínicamente “el caos y la inseguridad”.
Lo ha hecho siempre. Desde el siglo diecinueve hasta este momento, y siempre también ha contado con el apoyo de grupúsculos desgajados de partidos políticos menos totalitarios y clasistas, grupúsculos integrados por personas que añoran ser aceptadas en los salones de la alta burguesía, aunque sea solamente como servidoras bien pagadas.
Estimado Arturo la tesis de Simone de Beauvoir es cierta, pero es incorrecta si se les quiere atribuir al rosario de personajes citados que alguna vez hayan sido del campo de los oprimidos; antes bien, casi todos han formado parte de las elites y clases dirigentes, beneficiarias de la explotación del otro. No veo ningún oprimido en ellos, pero si muchos oportunistas. El joven Alessandri en 1891 era del sector más derechista del liberalismo, hacia 1920 usó una demagogia izquierdizante, pero en 1932 volvió a ser el derechista de siempre. Es el caso de todos los ejemplos citados. Por otro lado, citar a wikipedia como respaldo es poco serio. Hay que buscar fuentes más exactas. Los socialistas que formaron el Frente del Pueblo en 1952 con los comunistas fueron los mismos que apoyaron su ilegalización en 1948, al cual se incorporaron sólo tres dirigentes que abandonaron el Partido Socialista Popular: Allende, José Tohá y Astolfo Tapia, tal vez algún otro en 1951 cuando su dirigente Raúl Ampuero decidió su apoyo a Ibáñez. Me parece que la cita de Beauvoir es más apropiada para los yanaconas de toda la historia, los que proviniendo de clases oprimidas se prestan para oprimir a sus pares por desclasamiento, servilismo, lavado de cerebro, fanatismo ideológico, o por prebendas económicas.