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LA EXPLOTACIÓN DEL COBRE EN CHILE. UNA MIRADA DE FUTURO

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por Héctor Vega

Chile es exportador de concentrados de cobre. Las compañías extranjeras funden y refinan en el exterior y controlan el mercado de los subproductos que tiene un valor superior al cobre electrolítico que se vende en el mercado abierto y las bolsas metaleras (Londres, Nueva York y Shanghai). 

Beneficiando de las estadísticas de la Planta Aurubis (Hamburgo) podemos determinar para el período 2020-2021 la relación entre los concentrados de cobre y los subproductos. En ese período, Aurubis procesa 4 subproductos que se encuentran en los concentrados a saber, oro, plata, platino y níquel, los que representan 19% del valor del total de los metales que allí se procesan, y 32% del total de los subproductos. La relación entre el concentrado de cobre y el cobre fino a 30% de recuperación es de 3,33. A precios de mercado de US$ 4 la libra el valor de los subproductos es 2.02 veces superior que el cobre fino.

En otras plantas de fundición y refinación en el mundo, por ejemplo China o Japón, clientes del concentrado de Chile, se obtienen subproductos que no están mencionados para el período en las estadísticas de Aurubis. Baste mencionar Tierras Raras (se contabilizan 15 subproductos con esta mención), 5 de cuya enumeración dan cuenta de su importancia científica y aplicaciones industriales a saber, Lantano (La) lentes de telescopio; Samario (Sm) imanes para motores eléctricos; Halmio (Ho) cirugía láser; Erbio (Er) fibra óptica para comunicaciones; Iterbio (Yb) fibra para láser de precisión. Su valor supera ampliamente el del cobre contenido en el concentrado.

Una simple prospección hacia el futuro impone dos tareas. La primera es la de recuperar el cobre fino y los subproductos contenidos en los concentrados; la segunda, se refiere a la participación de las cadenas de valor que se desprenden de los subproductos recuperados en las plantas de fundición-refinación.

Siendo Chile fundamentalmente un exportador de concentrados se puede estimar que una recuperación de 30% en 2021 revela una producción/exportación de concentrados de 19 millones de toneladas; si la recuperación fuera de 35% la producción/exportación de concentrados se encontraría a un nivel de 16,2 millones de toneladas.

Ahora bien, la proyección realizada por Cochilco de 7 millones de toneladas de cobre fino al horizonte 2030, asumiendo una recuperación de 30% nos daría una producción-exportación, ceteribus paribus, de 23,3 millones de toneladas de concentrados. Si la recuperación fuera de 35% tendríamos a esa fecha, 20 millones de toneladas de concentrados. 

Quién participa mayoritariamente en la cadena de valor – o en su caso la controla – fija las condiciones en que se desarrolla el mercado, el transporte, las calidades, y los precios del metal. En esa condición se sitúan China y Japón primero y segundo mayor exportador de cobre refinado del mundo. Ninguno de ellos cuenta con yacimientos de cobre de significación. 

La urgencia de emprender la fundición-refinación en Chile, recuperando valiosos subproductos se justifica por el agotamiento de las reservas de cobre en el mundo que algunos estiman en un horizonte de poco más de 30 años, otros aventuran un período de 40 años. En 2014 Codelco firmó un contrato con la empresa coreana LS-Nikko para la construcción de una planta recuperadora de metales que opera desde 2016 en Mejillones. Solución insuficiente dada la magnitud de los intereses y recursos en juego.

En conclusión, es necesario crear un sector minero-industrial que permita a Chile recuperar el cobre fino del concentrado y los numerosos subproductos que se obtienen de la fundición-refinación. La electromovilidad, la transición energética, el reciclaje producto del cobre en infraestructura y construcción, involucra directamente el cobre de mina en el desarrollo de tecnologías amigables con el medio ambiente. Sin embargo, con el desarrollo de la ciencia y las aplicaciones industriales el mayor impulso en el futuro estará centrado en Tierras Raras y alrededor de 30 metales con un amplio espectro de usos civiles que pueden ser recuperados desde los concentrados.

En el marco de la competitividad internacional el regionalismo abierto propuesto en Latinoamérica, aparece como una alternativa central en el avance del desarrollo y la absorción de los costos sociales de las transiciones que implica la modernidad. La región al perseverar en la especialización en recursos naturales ha perdido participación en el mercado internacional. El sector minero-industrial evoca especializaciones en los países limítrofes del Cono Sur a saber, Argentina, Bolivia, Chile, Perú. Dicho desarrollo está sujeto a una necesaria conciliación, entre la liberalización, producto de las señales del libre mercado internacional, y la interdependencia de los acuerdos específicos de integración. Las importaciones crecientes de manufacturas de los países miembros de la OCDE y, la participación de los países en desarrollo en esas importaciones revelan los parámetros de competitividad internacional de América Latina y el Caribe. La opción de control y defensa de los ciclos ha sido la sub regionalización, donde el sector minero-industrial y la participación en la cadena de valor de los minerales es el elemento determinante en la práctica del regionalismo abierto en Latinoamérica.

Octubre 2022

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