No se puede hablar de la “Commune” asturiana sin hacer una especial mención a José Mª Martínez, destacado anarcosindicalista asturiano (Prunales, Cangas de Onís, 1884-Sotiello, 1934).
Al parecer inició su vida militante en La Felguera, trasladándose a Gijón en 1917, hacia 1920 era ya un conocido conferenciante en el Ateneo de Oviedo; un año más tarde es detenido en Gijón. Al principio de la década permaneció en el Nalón afiliado a la asociación minera anarquista, El despertar del obrero. Perseguido continuamente por sus actividades como agitador, es ya un militante de prestigio nacional al nacimiento de la República. Entonces se le encomiendan tareas de importancia como «limpiar de comunistas y trotskistas los sindicatos mineros anarquistas» (Iñiguez).
En el debate sobre la Alianza Obrera, Martínez, se convierte en el principal defensor de las tesis unitarias. Muy influenciado por Orobón, con el que mantenía correspondencia, proclama frente a los «puristas»: «Se ha afirmado en el Pleno de Regionales que 2 UGT en sentido autoritario y 2 CNT en sentido libertario no podían resultar igual a 4 libertad. Yo entiendo, en cambio, que 2 UGT-Revolución y 2 CNT-Revolución dan 4 Revolución. Lo que ha de salir de la Revolución, el proletariado lo dirá cuando esté en la calle. España, por sus características tiene la posibilidad de establecer un régimen opuesto al centralismo. Las revoluciones se sabe cuando empiezan; pero se ignora cuando terminen y donde se detienen. La Alianza Obrera es, pues, indispensable». Martínez, colaboró ampliamente en la prensa anarquista y ha sido muy revalorizado como orador y organizador. Su muerte no ha sido todavía aclarada: su cadáver apareció en Sotiello en plena revolución asturiana.
Joaquín Maurín, principal artífice de la Alianza Obrera, escribió páginas muy elogiosas sobre él en Revolución y contrarrevolución en España (Ruedo Ibérico). Su compañero Ramón Álvarez le dedicó un amplio estudio en una esforzada edición propia: José Mª Martínez. Símbolo ejemplar del obrerismo militante. Caído, arma en brazo, en la revolución de 1934 (Gijón, 1990).