Peter Mason
Comité por una Internacional de Trabajadores, CIT.
La imagen es lo mismo donde quiera que mires: desempleo, trabajo con largas horas, salarios bajos y la gran mayoría luchando solo para sobrevivir. Esto es el mundo del siglo XXI.
Aunque la clase dominante mantiene que la economía es demasiado complicada de entender para la gente normal, es importante para los Marxistas, quienes comprenden y explican la producción y la distribución de la riqueza de la sociedad. En el mundo de hoy, las cosas que la gente necesita no están siendo producidas o, si las están, no tenemos dinero para comprarlas.
Para millones, una vivienda decente sería un buen inicio. Pero ahora, con la crisis, hay muy poca construcción. La decisión para la gente normal está entre una hipoteca con numerosos y altos pagos o un departamento o casa en alquiler con pagos también costosos.
Cuando exigimos mejores salarios nos dicen que no hay dinero para pagarnos más y tenemos que esperar hasta que la economía mejore.
La política del gobierno puede afectar la economía. Pero los gobiernos capitalistas no pueden evitar los problemas básicos que enfrentamos: explotación, desempleo, pobreza masiva y crisis económicas periódicas. Por eso, los socialistas, mientras luchamos por las mejores condiciones bajo el capitalismo, también luchamos para derrumbar el capitalismo y reemplazarlo con el socialismo.
Una comprensión de cómo funciona el capitalismo es importante si lo vamos a derrocar.
El capitalismo está basado en el control privado sobre la producción—las empresas, sitios de trabajo y el sistema financiero. Los capitalistas viven de este control a través de la ganancia de sus inversiones, en vez de vender su fuerza de trabajo como la clase trabajadora. Puede haber algunas partes de la economía bajo el control estatal, pero las grandes empresas privadas controlan la parte más importante.
El control privado no empezó con el capitalismo. Las sociedades esclavistas y el feudalismo también fueron basados en el control privado de la economía. La gente normal fue explotada en ese entonces igual que ahora. Los esclavos trabajaban por alimentación y vivienda; los siervos en la época feudal trabajaban una parte de la semana para el latifundio o regalaban parte de la cosecha a los patrones (o ambos).
La forma en la que los trabajadores están explotados bajo el capitalismo es diferente. Los siervos normalmente controlaban o tuvieron derechos a la tierra. La mayoría de los alimentos y otras necesidades fueron hechas por los mismos siervos. Los trabajadores ahora no pueden cosechar su propia alimentación o hacer la mayoría de su ropa. Están forzados a trabajar para el patrón para que les alcance lo básico para vivir.1
Ahora, tenemos la llamada “sociedad consumista”. Eso significa que tenemos que comprar y vender para vivir. La vida se convierte en artículos de comercio o mercancía, todo puede ser comprado y vendido, sea un televisor, la música de moda o nuestra capacidad de trabajar—por eso, Marx llamó el capitalismo “la producción generalizada de mercancía”.
Esta es la idea del “sistema del mercado” donde todo está por vender. Los derechistas lo llaman el “mercado libre”. Pero no hay nada libre en el mercado cuando estás mal pagado. Tampoco puede haber libertad cuando el mundo está dividido y repartido por grandes corporaciones y multinacionales.
Los Trabajadores Crean la Riqueza
Sólo una mirada a los ingresos y estilos de vida de los patrones y los ricos, o un vistazo a los grandes y bonitos edificios en nuestras ciudades, nos dirige a una sola conclusión: el mundo no es pobre; existe una riqueza enorme.
¿Pero quién creo la riqueza? ¿Quién construyó los rascacielos y palacios, las autopistas y los artículos de comercio?
La fuente de toda la riqueza de la sociedad capitalista viene del trabajo de la clase trabajadora, la gran mayoría de las personas que viven para vender su fuerza de trabajo2 (para una definición, se puede ver el glosario al final).
Las personas de la clase trabajadora no tienen inversiones como los capitalistas. Sólo nos alcanza para vivir si vendemos nuestra capacidad de trabajar por un salario. Algunos trabajadores quizás tienen un par de acciones, pero todavía tienen que salir a trabajar para ganarse la vida. Los trabajadores desempleados o de medio tiempo son miembros de la clase trabajadora—es culpa del sistema que esten privados de su derecho a trabajar.
El trabajo es quien le da a la mercancía su “valor” en el sentido marxista de la palabra.3 La naturaleza provee los recursos, el aire, el agua, los minerales y la alimentación que necesitamos para vivir. Pero no podemos usar la gran mayoría de los recursos naturales directamente—necesitan ser trabajados para que sean útiles. La lluvia, por ejemplo, tiene su mayor valor cuando está procesada y se la puede beber.
Nosotros Hacemos el Dinero
Pasear por el mercado puede ser un pasatiempo frustrante, especialmente cuando los precios son demasiado altos para satisfacer las necesidades para ti y tu familia.
Hay una amplia variedad de precios para toda mercancía. ¿Por qué todos los precios son diferentes?
Las economistas capitalistas dicen que todo tiene que ver con “la oferta y la demanda”. Si tengo mil helados para vender y sólo hay una persona que quiere comprar helado, su precio va a ser muy barato. Si tengo un helado y mil personas que quieren comprarlo, será vendido por una fortuna.
Nadie puede negar que esto ocurre y al final todo se iguala. Si hay mil personas queriendo un helado, más vendedores de helado van a escuchar de esto y aprovecharse de la demanda.
Sin embargo, al largo plazo, el factor que hace una cosa más caro que otra no es la oferta y la demanda.
Está determinado por la cantidad de tiempo de trabajo que cuesta su producción. Esto es el fondo de la Teoría de Valor del Trabajo que Carlos Marx ayudó a desarrollar. La oferta y la demanda pueden explicar porque un automóvil Toyota se vende por $30.000 un momento y por $35.000 en otro. Pero no puede explicar porque una Ferrari siempre se vende por mucho más que un helado. Un automóvil Toyota siempre se venderá por más que un helado porque mucho más tiempo de trabajo se ha gastado para hacerlo.
Para dar un ejemplo de cómo funciona la teoría de valor del trabajo: podría costar cuatro horas hacer una mesa y sólo dos para hacer un sillón. A este tiempo de trabajose suma el tiempo laboral para producir la madera, los tornillos y las herramientas utilizadas para hacer la mesa y el sillón. En el ejemplo de abajo, esto hace que la mesa cueste dos veces más que el sillón.
Tiempo de trabajo + Materia Prima = Tiempo Total
Mesa 4 horas + 4 horas = 8 horas
Sillón 2 horas + 2 horas = 4 horas
¿Qué tiene que ver esto con los precios? El dinero parece controlar nuestras vidas. Nunca hay suficiente. Pero la raíz de todo, es la clase trabajadora que hace el dinero.
El dinero es la medida de algo que compramos. En vez de “la cantidad de minutos de trabajo” gastado para hacer un producto, hay un precio en dinero: el dinero es la expresión de valor en el mundo real. Obviamente es completamente impráctico para todos intercambiar bienes con otras personas directamente: la sociedad capitalista requiere una expresión universal de valor de intercambio. Por eso, tenemos dinero.
Pero en el mundo real la cantidad de dinero que está en circulación puede llegar a ser completamente distorsionada en relación al valor de los bienes y servicios producidos, causando grandes problemas para el capitalista. En la economía moderna, hay especulación y estafa de dinero. A veces, los gobiernos imprimen dinero para superar problemas a corto plazo. Pero si hay más dinero en circulación que el valor real de los bienes, el resultado es inflación—el dinero vale menos. Si más y más dinero satura la economía sigue perdiendo su valor hasta que no valga nada.
Cuando la hiperinflación llegó a Alemania en 1923 la gente intercambió con cigarros en vez de dinero. El dinero, por lo tanto, está ligado al valor real producido por los trabajadores. Como un pedazo de elástico, puede extenderse hasta cierto punto pero eventualmente se retracta para equilibrar con el valor verdadero, medida por el trabajo de los trabajadores.