Patricio Guzmán S.
Socialismo Revolucionario, CIT en Chile.
El desarrollo económico social es un concepto que significa aumento del bienestar, en el momento actual, y en el futuro. El crecimiento económico podría aumentar el bienestar actual y sin embargo disminuir el bienestar futuro, debido a la acumulación de externalidades negativas (como ocurre con la aceleración del Calentamiento Global por la contaminación por ejemplo), o porque es un modelo que se basa en la extracción de recursos no renovables o que caen en obsolescencia debido al fin de mercados compradores como consecuencia de descubrimientos tecnológicos (como ocurrió con el colapso de las exportaciones de nitrato de Chile con el descubrimiento del salitre sintético por científicos alemanes durante la primera guerra mundial) , y en general como consecuencia de un sistema que está sirviendo de catalizador del cambio climático, a una escala caótica.
El objetivo que nos proponemos es plantear la necesidad de Aumentar el Bienestar sin aumentar el PIB. La “carrera por el permanente crecimiento del PIB”, es necesaria y lógica dentro del sistema económico, social y cultural actual, pero en realidad parte de un supuesto tácito falso: El crecimiento de la producción de bienes y servicios es infinito.
Hay varios absurdos que subyacen a las teorías económicas tradicionales, lo que hemos llamado la “carrera por el crecimiento del PIB”, entre ellos:
- La producción crece sin límites, aún con recursos naturales limitados.
- El ser humano actúa racionalmente en sus decisiones económicas para maximizar su utilidad.
- El libre juego de la oferta y la demanda en el mercado es el mejor asignador de recursos, y maximiza el bienestar en el largo plazo.
- La libre competencia es más eficiente que la cooperación abierta.
- La adquisición de mercaderías y servicios maximimiza las satisfacciones.
- El incremento del PIB es siempre positivo, independiente de la cantidad y calidad de lo que crezca.
Las satisfacciones no se realizan, en general, como resultado de la adquisición y acumulación de cosas sino de su usufructo.
Muchas satisfacciones de necesidades ni siquiera se realizan con cosas (bienes materiales), sino con servicios, bienes simbólicos o bienes inmateriales.
Estos principios unidos a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, la confianza y la solidaridad altruista pero también para propio y mutuo beneficio, son la clave para el desarrollo de la economía colaborativa.
Hay una evidente contradicción entre la teoría económica convencional de la elección racional de máxima utilidad, y el uso de la teoría sicoanalítica y las motivaciones irracionales de la libido, en la publicidad y el marketing.
Crecimiento Económico no es necesariamente sinónimo de Desarrollo.
El instrumento estadístico con el que se mide el crecimiento económico es el PIB, y este se confunde continuamente el crecimiento del PIB con el incremento del bienestar. Pero hemos llegado al punto en que la carrera del crecimiento del PIB y el desarrollo están en colisión. El PIB es un instrumento estadístico cuantitativo, que mide la suma monetaria de todos los bienes y servicios producidos en un espacio geográfico y un periodo dado. El crecimiento del PIB – que generalmente se muestra como un porcentaje – es una derivada del primer instrumento, que compara la cifra del PIB en un periodo dado con el guarismo en el siguiente periodo de igual magnitud.
El crecimiento económico medido por el PIB se nos presenta como una medida del incremento del bienestar. Esto parte de un supuesto falso, el crecimiento económico no es necesariamente sinónimo de desarrollo entendido este como incremento del bienestar social, este último concepto es cualitativo, no meramente cuantitativo.
Como señaló Simon Kuznets, Premio Nobel de Economía 1962, por sus trabajos sobre crecimiento económico, uno de los creadores del estadístico del PIB, pero también un destacado crítico a su uso como medida de bienestar.
“Hay que tener en cuenta las diferencias entre cantidad y calidad del crecimiento, entre sus costes y sus beneficios y entre el plazo corto y el largo. […] Los objetivos de «más» crecimiento deberían especificar de qué y para qué.”
El economista Georgescu Roegen explicó el problema de los límites del crecimiento, y el Calentamiento Global asociado a la producción: “Más grande es la producción, más grandes son los desechos.»[1]
“La eliminación de la contaminación, como la de los desechos materiales, no puede ser total y utiliza también energía, lo que provoca un aumento de calor que, a la larga, va a modificar el delicado equilibro térmico del planeta en dos formas: 1) provocar islas térmicas que van a perturbar la fauna y flora locales y 2) aumentar la temperatura global del planeta, a tal punto que se va a derretir el casquete glaciar.»
Sociedad de Consumo y del Despilfarro.
Cuando producimos y consumimos lo que necesitamos, o hemos sido llevados a pensar que deseamos, lo que no significa que sea lo que necesitamos, de paso estamos consumiendo energía contaminante y recursos finitos.
En la economía actual, la ganancia se realiza no cuando se produce un bien o servicio si no cuando la mercadería se vende y se cobra. Existe el permanente riesgo de que la venta o el cobro no se realicen por la falta de demanda solvente, o simplemente porque el consumidor no está compelido a comprar, por lo cual promover el consumo es una necesidad permanente, de allì el desarrollo de una enorme industria de publicidad y marketing, la cual apela a impulsos del inconciente y subconciente
Este problema estructural ha adquirido creciente importancia especialmente en la etapa actual de la economía y la organización del trabajo y el consumo, que ha recibido nombres diversos: post fordismo, globalización, economía neoliberal, consenso de Washington, economía del conocimiento, financiarización, economía de despojo etc. La participación de los salarios en la renta nacional ha caído. Por lo mismo entre las diversas formas de promover el consumo, el endeudamiento ha adquirido preeminencia, de la mano de la bancarización ya sea de la banca tradicional o con el desarrollo del negocio bancario (de la colocación de crédito) en otras industrias, como las cadenas de venta minorista (retail), y la banca en las sombras. El crédito y la inversión financiera han pasado a ser componentes inseparables y determinantes de industrias comerciales, como el retail[2], e incluso en industrias productivas que en todo el planeta se han integrado en grandes grupos económico-financieros de alcance multinacional. Como veremos más adelante hay una estrecha relación entre el incremento de la importancia del endeudamiento y la permanente preocupación por el crecimiento del PIB.
Tendencia a mayor oferta que demanda.
Con objeto de resolver el descalce entre la oferta de bienes y servicios de una parte y la insuficiente demanda agregada, el crédito es relevante[3], de allí la importancia creciente del sistema financiero y de la bancarización de la población. Esta falta de demanda suficiente que en el pasado se resolvía mediante la ampliación de mercados; nuevos mercados en las colonias, y la incorporación de nuevas actividades en el circuito de las mercancías, algunas que habían salido de la lógica del lucro de los mercados han sido reincorporadas al mercado, de allí las políticas de privatización de la seguridad social y otros servicios sociales para privatizarlos.
Lo que asegura la rueda del crédito, es decir que la adquisición de mercaderías con compromisos de pago futuros serán efectivamente compromisos cumplidos, es la expectativa del crecimiento económico que asegura mayores ingresos en los tiempos venideros. Si estas expectativas de crecimiento no se cumplen no habrá posibilidad de pagar el conjunto de créditos, y al mismo tiempo mantener e incrementar el consumo en el nuevo periodo. Por eso es tan importante saber cómo crece el PIB, y su proyección futura.
La publicidad y el marketing fueron genialmente desarrollados en los EEUU. por el sobrino de Sigmund Freud, Edward L. Bernays, considerado también uno de los padres de las Relaciones Públicas que estableció la conexión entre la teoría psicoanalítica y la publicidad. Apelando a los descubrimientos del psicoanálisis, como la lívido.
Pero no solamente se emplean Publicidad y Marketing como mecanismos para asegurar el consumo y la obtención o realización de la ganancia, otros mecanismos habituales son:
Conquista y desarrollo de fuentes productivas y nuevos mercados,
Obsolescencia temprana (planificada), y el ya mencionado recurso al
Crédito (Adquisición presente con recursos futuros)
La Economía del despojo y el “bio capitalismo”.
El fin de la época Fordista en los países occidentales, y el masivo desplazamiento (deslocalización) de la industria a las naciones de Asia, fueron acompañadas de nuevas formas de organización de trabajo. Los sindicatos en Occidente perdieron fuerza y capacidad de negociación, con dificultades para organizar una fuerza de trabajo precarizada. Incluso en aquellas industrias no deslocalizadas, ahora debían dar cuenta masiva de la competencia de productos baratos. El resultado, facilitado por la deflación de precios de los productos importados de Asia, fue una drástica disminución de participación de los asalariados en la renta nacional. Esto sin embargo, plantea un gran problema para la realización de la ganancia de las empresas que necesitan demanda final solvente para sus productos, un problema que no ha sido completamente resuelto.
Bancarización y financiarización general forman parte de la respuesta, para dar solución a la contradicción entre participación decreciente de los ingresos del trabajo en la renta. Fue la reducción de esta participación la que aseguró el relanzamiento de la tasa de ganancia del capital tras los años 70 del siglo pasado, y la necesidad de demanda solvente para el consumo final solvente.
La menor participación salarial se palia con el recurso al endeudamiento. La conquista para el mercado y la ganancia de parcelas que habían escapado de la lógica del negocio (total o parcialmente), como el sistema de pensiones, la salud y la educación pública, aseguró nuevas industrias billonarias para las empresas, con un sesgo financiero decisivo. Los sistemas de pensiones (semi)privatizados juegan un papel central, como mecanismos de transformación en capital y de acumulación, de los ahorros forzosos previsionales de los trabajadores. Incluso cuando los sistemas de pensiones siguen bajo propiedad social, se han transformado en fuente de ahorro destinado a los mercados de capitales, que entretanto han devenido en mercados especulativos, y por lo mismo ponen en riesgo los flujos para las pensiones futuras, como quedó en evidencia en la crisis global de 2007-2008.
Las pensiones son salarios diferidos. La privatización de los sistemas de pensiones es parte importante del proceso de disminución de la participación de los salarios en la renta, incorporando y ampliando formas adicionales de extracción de valor a los ciudadanos despojados de derechos y convertidos en clientes.
La mercantilización generalizada de bienes y servicios básicos otrora garantizados socialmente antes en una suerte de salario social, obligan a la gente a endeudarse, y como consecuencia a asumir los intereses y gastos a la industria financiera que ha crecido mucho más allá de la banca tradicional.
Las personas son despojadas de derechos básicos, derechos vitales que en el pasado habían conquistado como derechos colectivos. Por eso estamos ante una forma de capitalismo que transforma en mercancía la vida misma, un bio-capitalismo del despojo.
Al tiempo que avanza la precariedad del trabajo, en paralelo avanza la incertidumbre que la Seguridad Social había desterrado, al menos hasta cierto punto, en los modelos de estado de bienestar. Las pensiones privatizadas, bajo la lógica de la capitalización individual, dependen de los altibajos de la especulación bursátil, y los ciclos financieros, la Seguridad Social se transforma en Incertidumbre Social. Un pilar para establecer la economía colaborativa como forma dominante de la vida económica, es la reconquista y expansión de la Seguridad Social, bajo diferentes formas de propiedad y control social (accountability)
La economía del despilfarro.
La clave de un marketing exitoso está en desencadenar / adelantar decisiones de compra e incluso convencer a los consumidores que necesitan productos, bienes y servicios, que no necesitan o cuya necesidad es muchas veces dudosa. Las necesidades humanas siempre tienen un componente físico y biológico, sin embargo están modificadas por un constructo cultural. Por ejemplo, los satisfactores de las necesidades físico biológicas como beber, comer, protegerse del clima, o reproducirse pueden tomar muchas formas concretas, moldeadas por los hábitos, los gustos, el estatus social, la disponibilidad, la religión, la moral, la edad, el precio, las aspiraciones de un grupo social… Hay necesidades y satisfactores complejos que tienen que ver con la sicología, con nuestra existencia como seres humanos gregarios, con las estructuras sociales, de clase y de género, vinculados con la necesidad de afecto y reconocimiento social…
En la persecución de la ganancia como leit motiv de la economía, es útil convertir en una necesidad aspiracional, el consumo mismo, y la acumulación de cosas. En el proceso también nos convertimos de ciudadanos en consumidores. La vida se transforma en una carrera sin fin en la que se pretende llenar el vacío de la existencia, los problemas de falta de reconocimiento social y baja autoestima con el consumo. En una especie de resignificación del mito de Sisifo. Pero si el personaje mítico griego atado a las rocas podía ser devorado eternamente por las aves de rapiña, la idea de un consumo incrementado sin fin en un mundo con recursos materiales finitos es un total absurdo.
Obsolescencia inducida.
Para acelerar las ventas es buen negocio conseguir la obsolescencia temprana de los productos. Esto se puede lograr con el diseño de la obsolescencia programada, o con otros recursos para convencer a los consumidores que es mejor que abandonen una mercancía y adquieran un producto de reemplazo de aquel que aún cumple su función perfectamente. Esto se consigue con formas que van desde las modas, el uso planificado de piezas con vida limitada hasta colocar fechas de caducidad temprana en los productos.
Mirado esto desde otra arista, estamos ante una economía del despilfarro, que usa de manera incompleta o incorrecta los recursos, y que por su propia carrera del consumo provoca una catalización de procesos naturales hacia la debacle medioambiental.
Aumentar el bienestar, sin crecimiento del PIB, implica promover una Economía Discontinúa, y la Responsabilidad Intergeneracional.
La sociedad industrial consiguió un aumento exponencial de la producción y el consumo, entre otras cosas porque rompió parcialmente con los límites impuestos por los ciclos naturales de discontinuidad, esto se tradujo en el aumento del bienestar expresado en el aumento de la esperanza de vida, de la educación, de la mejor alimentación y acceso a los servicios – por supuesto esto es solamente una parte de la moneda, también han sido épocas de polarización de clases, nacionalismos xenofóbicos, genocidios, destrucción de culturas subyugadas etc. Al mismo tiempo la sociedad industrial aumentó las externalidades negativas y la sobreexplotación de la vida y el planeta, entendida no como el ecosistema común del cual formamos parte, si no como una naturaleza ajena y externa, un enemigo al que hay que conquistar y explotar.
La concentración excesiva de especies y procesos tienen un componente de ahorros de escala positivos pero aumentan el impacto sobre el medio ambiente. Es menester incorporar al concepto el principio de reparación, se trata de garantizar que junto con periodos de producción existan periodos suficientes para la sanación de las externalidades negativas. Buenos ejemplos son los periodos de descanso obligatorios del ser humano y de la naturaleza en otras culturas. Las vedas de caza y pesca. La política de apertura y cierre de zonas pesqueras por épocas determinadas que se usan en el mar de Nueva Zelanda. Por el contrario son ejemplos negativos los mono cultivos agrícolas y economías extractivistas. – Chile y el cobre – , la concentración excesiva de especies vivas en cautiverio como ocurre en Chile con la acuicultura de salmón y trucha. Como vivimos en un planeta finito, como la capacidad de autoregulación y sanación del mundo es limitada – al menos entendido esto en el sentido que siga siendo un lugar especial que facilita la existencia humana – más allá de un cierto punto la actividad humana ha causado un daño que de seguir sin cambio podría llegar a ser irreparable, en especial cuando – como hemos explicado antes – está actividad se transforma en catalizador de procesos cíclicos naturales del clima en el planeta.
Hay diversas formas de discontinuidad, en el concepto hay que incorporar tiempo y espacio, pues una de las formas en que hay que entender la discontinuidad es el de interrupción necesaria de procesos para dar tiempo a la reparación o sanación.
El transporte para salvar distancias es un dato central, por el impacto de los combustibles fósiles y otras externalidades producto de la construcción de instalaciones, infraestructuras y caminos.
El Principio de Sanación
La concentración excesiva de especies y procesos tienen un componente de ahorros de escala positivos pero aumentan el impacto sobre el medio ambiente. Es menester incorporar al concepto el principio de reparación, se trata de garantizar que junto con periodos de producción existan periodos suficientes para la sanación de las externalidades negativas. Buenos ejemplos son los periodos de descanso obligatorios del ser humano y de la naturaleza en otras culturas. Las vedas de caza y pesca. La política de apertura y cierre de zonas pesqueras por épocas determinadas que se usan en el mar de Nueva Zelanda. Por el contrario son ejemplos negativos los mono cultivos agrícolas y economías extractivistas. – Chile y el cobre – , la concentración excesiva de especies vivas en cautiverio como ocurre en Chile con la acuicultura de salmón y trucha.
En general hay que incorporar las externalidad negativas a todo cálculo de utilidad de los negocios y proyectos. Por otro lado una economía discontinúa no va a funcionar bien para procesos económicos movidos con la finalidad central de la ganancia y la acumulación como objetivo central, en este sentido una economía discontinua con el bienestar de las generaciones presentes y futuras – y el del conjunto de los ecosistemas del planeta – prefigura una economía post capitalista.
Propiciamos un cambio de los patrones de producción, consumo y distribución. Hay que combatir la cultura del “consumismo”[4] y del “extractivismo”[5] y propiciar la de la maximización en el uso de los servicios y bienes, del ahorro de recursos, la responsabilidad social y colectiva con el medio ambiente y la producción con tecnologías amigables con el medio ambiente, circuitos lo más cercanos posibles de producción y consumo, y con valor agregado.
Decrecer, disminuir el consumo no necesario o donde sea posible reducirlo. Impedir toda publicidad o marketing que tenga por objeto impulsar el “consumismo”. El decrecimiento en algunas áreas, de la producción, el transporte y el consumo, se anuncia como una necesidad, que muchas veces será dolorosa pero inevitable. Se trata de planificar y dirigir el decrecimiento para que la transición hacia nuevas formas de producción y consumo sea lo menos traumática posible.
Enfrentados a fenómenos que pueden llegar a ser catastróficos como el Cambio Climático, una nueva extinción masiva de especies, y limites de recursos naturales, nuestro objetivo debería ser disminuir el consumo y sin embargo aumentar el bienestar.
[1]Nicholas Georgescu-Roegen. http://es.wikipedia.org/wiki/Nicholas_Georgescu-Roegen
[2]El retail es el término en inglés para comercio al menor o al detalle, pero en la actualidad ha pasado a designar una forma de comercio integrado por cadenas de tiendas en diversos formatos, incluso con secciones de comercio por internet, que incluyen tiendas por departamento, supermercados, tiendas para el hogar y la construcción, todas incluyen en su corazón el negocio financiero del crédito y las tarjetas que lo facilitan, generalmente son parte de un negocio aún más amplio que incluye bancos y financieras, aseguradoras, el negocio inmobiliario y agencias de turismo.
[3]El déficit de los estados, financiados con empréstitos y creación de moneda fiduciaria, no es que otra forma de crédito basado en la confianza en el crecimiento, que el propio consumo del estado, empresas y particulares contribuirá a hacer posible.
[4]Consumismo es la tendencia a la acumulación, compra o consumo excesivo e innecesario de bienes y servicios.
[5]Extractivismo es el término que designa una forma de organizar la economía, basada en una alta dependencia de la extracción intensiva (en grandes volúmenes) de Recursos Naturales, con muy bajo valor agregado y destinado para su exportación. http://www.colectivocasa.org.bo/index.php?option=com_k2&view=item&layout=item&id=140&Itemid=124