Santiago, 9 de mayo de 2020.
Cifras oficiales entregadas hoy por el Gobierno de Chile muestran que, al contrario de lo que se pretendió instalar por el Ministro de Salud, en nuestro país la Pandemia por Covid-19 está recién entrando en una fase de crecimiento rápida del número de contagiados, ubicándonos dentro del grupo de países en los que lo peor aún está por venir. Con estos datos, pretender un “retorno seguro” a una “nueva normalidad” ya no es únicamente un despropósito, es simplemente una apuesta criminal de quienes, preocupados por la compleja situación económica actual, tratan por todos los medios reponer la actividad económica aún a costa de vidas humanas, asumiendo la misma lógica de presidentes como Trump en EE UU, quien reconoció que ello supondrá un costo en vidas humanas o Bolsonaro, cuyo país, Brasil, ya ocupa el sexto lugar en el mundo en lo que a mortalidad por Covid-19 se refiere.
Una consecuencia obvia de la aceleración en el aumento de contagiados por Covid-19, es la compleja situación que viven los grandes hospitales de la RM que, tal como informara la Sociedad Chilena de Cuidados Intensivos, se encuentran ya al límite de su capacidad de respuesta ante la demanda de camas críticas y no solamente por el número total de disponibles, ya que si bien puede incluso incrementarse su número, el personal requerido para su funcionamiento ya está al límite de disponibilidad, tanto por la mayor demanda asistencial como por las bajas sufridas en razón de haber contraído la enfermedad obligando a cuarentena tanto a quien se contagia, como a sus contactos directos.
En lo que a la Atención Primaria respecta, la situación es igualmente compleja, tanto por la crónica carencia de recursos agravada por la Pandemia, como por la obligación de modificar los modelos habituales de trabajo asistencial en función de responder de mejor manera a la demanda por Covid-19, creando sistemas de turno a modo de obtener el mayor rendimiento posible. Como era de esperar, salud municipal también ha debido sufrir un número no menor de bajas en su personal a raíz de contagiados y cuarentenas. Es del caso denunciar que tanto en hospitales, como en CESFAM, SAR, SAPU y SAPUR, un condición que facilita el contagio del personal es la carencia de elementos de protección personal en cantidad y calidad suficientes, situación que a la fecha sigue sin resolverse de parte del principal responsable de resolverlo, es decir, el Ministerio de Salud.
En las condiciones descritas, la parafernalia comunicacional triunfalista del Ministro de Salud constituye un agravio al país, a las y los millones de personas expuestas por la Pandemia y en su mayoría dependientes de las decisiones que el actual Gobierno asuma en respuesta y al personal de salud que constituye la Primera Línea de respuesta al Covid-19. Además de rechazar el intento sistemático de “tapar el sol con un dedo”, como CONFUSAM exigimos a las autoridades del país una conducta coherente con priorizar la salud y la vida de las personas disponiendo recursos y con medidas de protección y de gestión sanitaria que se han demostrado eficientes en otros países, deponiendo de manera definitiva su intención manifiesta de reactivar la economía en beneficio de los pocos de siempre y en desmedro de millones.
DIRECTORIO NACIONAL
Confederación de Funcionarios de Salud Municipal
CONFUSAM
