Carlos Pichuante
El próximo 8 de febrero se cumplirán 3 meses desde la desaparición de Julia Chuñil y su fiel compañero, Cholito. Tres meses de angustia, incertidumbre y desesperación para su familia y su comunidad, que claman por respuestas mientras las autoridades parecen permanecer en la indiferencia.
La desaparición de Julia no es un hecho aislado. En nuestro país, el abandono institucional ha dejado una estela de dolor, especialmente en comunidades indigenas y sectores vulnerables. No podemos seguir normalizando que personas desaparezcan sin que haya una respuesta rápida y efectiva por parte de las autoridades.
Exigimos a la policía, a la fiscalía y a todas las instancias responsables que redoblen esfuerzos en la búsqueda de Julia Chuñil. No basta con comunicados vacíos o promesas sin acción. Es su deber garantizar justicia, verdad y reparación.
Cada día que pasa sin respuestas es una muestra mas del abandono en el que el Estado deja a su gente. Como sociedad, no podemos permitirlo. Alzamos la voz por Julia, por Cholito y por todas las personas desaparecidas que siguen esperando ser encontradas.
¡Viva se la llevaron, viva la queremos!
El no buscarla, y no tener un plan de búsqueda, y el gobierno estar más preocupado de un asesinato de un extranjero, es una señal clara que está protegiendo a alguien. Está claro que se ha puesto en campaña en contra de Venezuela para hacer feliz a la derecha. Espero que los compañeros tomen nota y no arruguen a la hora de la respuesta. Hemos llegado a un punto de no retorno. En la historia política de Chile no han habido tantas razones para levantarse temprano como ahora, y no me refiero para sacar la basura.