Exigió democracia en tiempos de dictadura.
Pidió socialismo en tiempos de fascismo.
Adquirió el hábito de la lectura en tiempos donde la dictadura carioca quemaba libros.
Práctico el fútbol arte en tiempos de catenaccio
Leía a Gramsci en tiempos de Reagan y Thatcher.
Ejerció solidaridad en tiempos de individualismo.
Promovió la autogestión del colectivo Democracia Corinthiana en tiempos de neoliberalismo.
Le dio voz a los sin voz.
Salió a la calle en tiempos de represión.
Celebraba sus goles con el puño en alto en honor a los oprimidos, a los olvidados.
Dicen que murió un día como hoy.
Mentira.
Sus ideales siguen vivos en todas las canchas, aulas y tribunas de Latinoamérica.
Por siempre Sócrates
(19 de febrero de 1954 – 04 de diciembre de 2011)