CLATE 26/10/2020
Con más de 78 por ciento de los votos de los chilenos y las chilenas, y una participación de más del 50 por ciento del padrón habilitado, eligieron la opción de un nueva constitución para Chile con la totalidad de sus convencionales electos por el voto directo y secreto. El Apruebo ganó por 5.885.721 votos (78,27%) frente a 1.633.932 votos (21,73%) del Rechazo. Y fue mayor aún la diferencia respecto de la decisión de que sean electos por el voto popular los 155 representantes convencionales constituyentes.
El Presidente de la CLATE, Julio Fuentes, que siguió los comicios por medios periodísticos y con la información que enviaban los compañeros y compañeras de las organizaciones miembro de la Confederación en Chile, la ANEF, ASEMUCH y FENAMOP, expresó que “este 25, se coronó un triunfo categórico inapelable del pueblo de Chile, que pudo construir luchando este hito histórico de una nueva Constitución que permita construir democracia y un modelo más con más justicia e inclusión”.
El Presidente de la CLATE, expresó que “fue un triunfo inapelable del pueblo que quiere justicia social, del pueblo de Salvador Allende, de las gestas trascendentales de la década del 70, cuando por la vía del voto instalaron el socialismo en el continente”.
“Y así pudieron, los chilenos y las chilenas pudieron ir sorteando el campo minado que le dejó a la democracia chilena la constitución de la dictadura. Y ayer lo volvieron a hacer. Lo consiguieron con movilizaciones y luchas masivas en las calles como las que se iniciaron en octubre del año pasado”.
Fuentes recordó que durante estos últimos días dos grandes gestas populares han dado esperanza a la región. “Dos pueblos que enfrentaron por los intereses de sus oligarquías, de las empresas trasnacionales, como fue la Guerra del Pacífico entre Chile y Bolivia, encuentran en este mes un destino común. Bolivia recuperando la democracia, violentada su soberanía popular con un golpe y su concepción trascendental para la región de su experiencia de Estado plurinacional. Y el pueblo de Chile, desarmando la trampa que instaló la dictadura de Pinochet en los 80, que fue inspirador de las reformas neoliberales que se realizaron a lo largo de la región, con honrosas excepciones”.
“Estos son los desafíos que tienen los chilenos y las chilenas de construir la unidad y así poder sortear distintos escenarios de la nueva constituyente. Un ejemplo de ello, es que los representantes sindicales no pueden ser convencionales a menos que renuncien a sus cargos. Esto no se lo exigen a la cámara de empresarios. Estas y otras cuestiones tendrán que enfrentar en el proceso que se inicia. Con muchas victorias como las paridades de género, pero hay cosas para resolver en el sentido de la libertad de elección y de representación. Pero sin duda, la sabiduría de este pueblo, de los hombres y mujeres que les toque representar este tiempo sabrán construir la unidad necesaria para representar la histórica lucha del pueblo chileno, desde la resistencia y la ofensiva, desde el golpe de Pinochet y el brutal asesinato del líder Salvador Allende hasta la actualidad”.