Periódico La Huelga, 15 de julio de 2019
Inmediatamente después de ratificado el rechazo de la propuesta hecha por el Ministerio de Educación y la continuidad del paro docente, la mesa del Colegio de profesores determinó convocar una asamblea nacional para el próximo miércoles 17 de julio. A pesar de que los profesores decidieron democráticamente continuar la movilización, el nivel de rechazo a la continuidad del paro no fue menor, esto plantea una readecuación de las condiciones de lucha.
La crisis educativa.
El breve pliego de peticiones que viene levantando el movimiento docente, que integra: la mención a educadoras diferenciales, la titularidad de las horas de extensión, la seguridad de los profesores en el aula, las condiciones laborales y la igualdad de trato a los profesionales de la educación, así como el fin a la doble evaluación docente; representa una síntesis histórica de la resistencia de los profesores a la privatización de la educación iniciada en 1980 por la dictadura y profundizada por los gobiernos democráticos posteriores.
La crisis educativa producida por la precarización de la carrera docente, ha arrastrado a los profesores a enfrentarse con jornadas laborales interminables, donde la inestabilidad y los despidos por contratos a plazo fijo se mezclan con altas cargas laborales y poca seguridad para la labor docente en los establecimientos educacionales. Para complementar los bajos sueldos, los incentivos económicos que promete la “evaluación docente” resultan un salva vida de plomo, que da lugar a una doble jornada de trabajo invisible para los profesores.
Este panorama ha llevado al movimiento docente a desarrollar una extensa lucha que ya va por su sexta semana, en ella los profesores no solo se enfrentan a un gobierno profundamente afectado por la crisis económica internacional, que lucha por mantener el apoyo del frente capitalista operando un brutal ataque a las masas trabajadoras. Como lo dejo claro el paro docente de 2015, que después de 8 semanas se llevo puesto al comunista Jaime Gajardo, los profesores luchan también contra burocracias han entregado sus luchas.
La evolución de la burocracia.
El Colegio de profesores, fundado el 16 de octubre de 1974, fue la respuesta burocrática de la dictadura para operar un recambio en la representación del gremio de los profesores, una vez disuelto el Sindicato Único de Trabajadores de la Educación (SUTE); piedra angular del proyecto de Escuela Nacional Unificada de la Unidad Popular. En sus primeros años el Colegio de Profesores, con directivas impuestas desde la cúpula militar, jugó el rol de dispositivo de legitimación para la dictadura.
Integrado al operativo de derivó en el recambio democrático de la dictadura, el año 1985 la dirección Colegio de Profesores pasó a manos del democratacristiano Osvaldo Verdugo, quien ocupó la presidencia del gremio hasta 1995. Desde ese año, hasta 2016, el recambio burocrático estuvo a cargo de los Comunistas Jorge Pavez y Jaime Gajardo, este último destituido tras su vergonzante rol en 2015, quien tras un telefonazo recibido desde el ministerio de educación intento vanamente evitar las movilización docente que a la postre sería conocida como la “rebelión de las bases”.
Aquella gesta la conoce de primera mano Mario Aguilar. El actual presidente del Colegio de Profesores surgió como el líder natural de aquella movilización, sin embargo hoy, el militante frenteamplista se ve cuestionado al interior del gremio por su rol en la conducción en el conflicto. El llamado a deponer la movilización el día anterior de la última votación, a la luz de los resultados, fue un claro llamado a la prosternación del profesorado.
La salida de los trabajadores.
Hoy, después de importantes muestras de vitalidad en su lucha, el desafío que enfrenta el movimiento docente implica un salto cualitativo en el entendimiento del problema de la crisis educativa en el marco de la decadencia del capitalismo que heredamos de la dictadura, junto a la decadencia de sus instituciones más representativas, como el ejército, los poderes del Estado, los partidos políticos que sostienen al régimen, o la iglesia.
Debemos hacer hincapié en que, a contramano de la importancia relativa del sistema educativo para la estructura económica y los intereses inmediatos de la burguesía, en las familias trabajadoras y en la sociedad en general existe la conciencia de la educación como un derecho prioritario. Esta condición contradictoria explica tanto, el nivel de displicencia que ha marcado al manejo del conflicto por la ministra Cubillos, Así como los altos niveles de masividad y simpatía que genera la lucha de los profesores, expresado en la adhesión de numerosos sindicatos de la educación privada a las demandas generales del movimiento, o la alta convocatoria que han suscitado sus movilizaciones y cacerolazos.
Donde el elemento vital en las luchas de los trabajadores se juega en romper el aislamiento y la dispersión de las luchas particulares, La victoria de las demandas de los profesores, se juega directamente en la unión de su lucha a la lucha de los sectores más avanzados del movimiento obrero y las huelgas del momento. Esta perspectiva, apoyada del diagnostico concreto de la crisis capitalista que nos afecta, es una oportunidad para desarrollar una salida de superación que proyecte a los trabajadores en la disputa del poder político.