El TPP-11 impone a nuestro país y a nuestro pueblo condiciones inaceptables, como la restricción de derechos de los pueblos originarios, de los pueblos campesinos, de los trabajadores y trabajadoras; bloquea las reformas por las que hemos estado luchando en los últimos años y nos arrebata la posibilidad efectiva de cuidar nuestros ecosistemas, nuestra agricultura campesina, las semillas propias y nuestra salud.
ANAMURI ha rechazado con fuerza y desde sus inicios el Tratado Transpacífico, también conocido como TPP-11 o CPTPP, este pacto económico que hipoteca nuestra soberanía y pone en riesgo nuestro patrimonio agrario y la existencia misma del campesinado, de los pueblos originarios y de nuestra agricultura campesina.
La reciente aprobación que obtuvo el TPP-11 en la Cámara de Diputados con el apoyo de la derecha y unos pocos parlamentarios D.C., P.R. y P.S., deja claro el doble juego de estos personeros y su compromiso con el gran capital.
Nos desconcierta e indigna la forma en que el Gobierno está imponiendo el Tratado Transpacífico, usando la vía rápida y permitiendo que sus autoridades y voceros presenten falsedades y verdades a medias frente a la Cámara de Diputados. Si el TPP-11 fuese la maravilla que el gobierno dice que es, debiera permitir una discusión pausada e informada. Pero el apuro por lograr la ratificación entre gallos y medianoche muestra que las autoridades gubernamentales tienen plena conciencia que el tratado es impresentable, que arrasa con nuestros derechos a un futuro mejor y que no sería posible ratificarlo si los parlamentarios y la ciudadanía tuviesen la oportunidad de estudiar y debatir adecuadamente las consecuencias de sus 30 capítulos.
Nos alarma también que INDAP esté haciendo circular propaganda sin fundamento a favor del TPP. INDAP debe por mandato constitucional apoyar la agricultura campesina, que es la que sigue alimentando el país. No podemos dejar de preguntarnos si esta vez sus recursos fueron utilizados para apoyar la gran agroexportación. Llamamos a INDAP a no abandonar su mandato y permitir un debate adecuado antes de cualquier proceso de ratificación, para que todos los que habitamos el campo y producimos para el país podamos informarnos adecuadamente y ejercer nuestro derecho a opinar cuando nuestro futuro está en juego
Saludamos a los diputados y diputadas que supieron escuchar los argumentos fundados que presentamos las organizaciones sociales y votaron en conciencia para rechazar el TPP
Si los Senadores de la República escuchan las razones de los 68 diputados y diputadas que se opusieron a su aprobación, se hacen eco de las demandas de rechazo de los movimientos sociales y las organizaciones que expresan la defensa de los intereses del pueblo, sin dejarse presionar ni amedrentar por los grandes intereses, y rechazan este nefasto tratado, habremos dado como país un paso histórico en el resguardo de nuestra soberanía y de nuestros derechos.
Llamamos a todas las organizaciones y movimientos sociales a redoblar esfuerzos y movilizarse durante los próximos días para pedir a los senadores y senadoras que rechacen la imposición del TPP-11, así como a informar a toda la ciudadanía de aquellos parlamentarios que apoyaron la imposición del tratado, de modo que en las próximas elecciones no se les permita continuar en una labor de representación y resguardo de los interés de sus electores que no supieron honrar.