MANUEL AHUMADA LILLO
PRESIDENTE DE LA CGT CHILE
1.- Graciosamente, hace algunas semanas, un senador de la República dijo que los cambios y las reformas debían ser acompañados de presión social.
Sin duda el último paro nacional de la CUT y otras escaramuzas que no han tenido mayor efecto, han de haber significado un llamado de alerta para el honorable senador de la república, lo habrán hecho reflexionar y seguramente constatar con los responsables sindicales de su partido y aliados, que desde hace ya un largo tiempo que no tienen sintonía con la clase trabajadora y sus demandas.
Es más, si éste personaje que ya era parlamentario en el segundo gobierno de Bachelet, tuviera la autocrítica suficiente y analiza las reformas a la ley sobre negociación colectiva que él, los demás parlamentarios de su partido y toda la Nueva Mayoría validaron en el parlamento, debería reconocer que para esas miserables reformas no se requirió llamar a una movilización social, porque ya las habían concordado con la CUT antes de ser gobierno.
Por eso las aprobaron, pese a que son limitantes para los trabajadores, basta solo fijarse en la nueva norma que instalaron sobre los servicios mínimos y los equipos de emergencia.
2.- Todos estos personajes que aparecen en la tele hablando de los deberes y los derechos de los chilenos, solo utilizan las demandas populares para tener cobertura.
Ellos no actúan según los requerimientos de las grandes mayorías, lo hacen y lo harán según lo que indiquen sus cálculos políticos y los acuerdos entre 4 paredes que suscriben.
Para muestra un ejemplo:
A través de su jefe de gabinete le hicimos saber a Tomas Hirsch, hace muchos meses, una serie de dudas y aprensiones sobre proyectos de ley y normas vigentes.
Lo único que conseguimos fue la opinión de sus asesores de que hiciéramos contacto con los miembros de la comisión de trabajo de la Cámara. Escribimos a Orsini, Ibañez, Giordano y otros y ni siquiera se dignaron acusar recibo de la carta.
La cuestión es clara.
Debemos construir fuerza propia, capaz de orientar a los miles de desencantados respecto de cómo organizarse y levantar plataformas de lucha.
Esa fuerza social habrá de incidir en la elección de parlamentarios y estos sin duda deberán salir desde la propia clase, barriendo con todos aquellos que fueron elegidos por un pueblo desinformado al que le dicen que van a representarlo, para terminar negociando espacios de poder.
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MANUEL AHUMADA LILLO PRESIDENTE DE LA CGT CHILE
Nuestra fuerza la Unidad
Nuestra meta la Victoria
La pura verdad nada más, falta el punto de ignición. Pero tengan cuidado , están tirando cadena perpetua. Una ventosidad podría ser considerada un acto terrorista, o antisemita.