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MOSCÚ (Sputnik) — El Gobierno del Reino Unido decidió no rebajar los impuestos para los más ricos debido al descontento de la población, informó el ministro de Hacienda británico, Kwasi Kwarteng.
«Nuestro plan de crecimiento establece un nuevo enfoque para construir una economía más próspera. Sin embargo, está claro que la abolición de la tasa del 45% se ha convertido en una distracción de nuestra misión primordial de abordar los desafíos de nuestro país. Por eso, no seguiremos adelante con la supresión», publicó Kwarteng en su cuenta de Twitter.
El ministro de Hacienda indicó que su plan de desarrollo económico presentado ante el Parlamento el pasado 23 de septiembre, incluía «desde apoyar a las empresas británicas hasta la reducción de la carga fiscal a los más pobres».
Además, el plan fiscal implica una reducción de impuestos a gran escala, en concreto, un recorte del 40 al 45% sobre los ingresos superiores a 150.000 libras (casi 168.000 dolares) al año, lo que podría costarle al Gobierno unos 2.000 millones de libras (unos 2.238 millones de dólares) anuales.
Kwarteng destacó que la abolición del recorte presupuestario le permitirá al Gobierno concentrarse «en implementar las partes principales» del plan para apoyar la economía británica.
El plan, recordó, incluye garantizar un límite al precio del gas y la electricidad para ayudar tanto a los hogares como a las empresas con sus facturas energéticas, reducir «los impuestos para devolver el dinero a los bolsillos de 30 millones de personas trabajadoras» e «impulsar las reformas del lado de la oferta, incluida la aceleración de importantes proyectos de infraestructura para que Reino Unido avance».
El Gobierno se enfrentó a una oleada de críticas por el plan, pues tras su anuncio, el rendimiento de los bonos gubernamentales del Reino Unido a cinco años subió al nivel más alto desde 2008, un 4,6%, lo que significa una disminución en la demanda de títulos de deuda británicos.
