Afirmar que hay una dictadura en Venezuela es tarea de ignorantes y es menosprecio al pueblo.
En 1958 fue el pueblo quien echó a Perez Giménez. En 1961 el pueblo no acompañó la movilización de la Armada. En 1989, en apenas tres días el pueblo dijo no al modelo pinochetista, consciente de que el neoliberalismo es dictadura. En 2002 echó de Miraflores a la carmonada.
En resumen, tal vez sea el espíritu rebelde, consciente y democrático lo que causa tanto escozor.