EL CLARÍN DE CHILE. 30 Noviembre 2018
POR HUGO MURIALDO
Nos hemos preguntado, en algún momento, por qué pasa lo que está pasando en nuestro país? Es que cada día surge una nueva noticia que nos remueve la conciencia (sólo a algunos por cierto, en ningún caso a los “tecnozombies”), pero pareciera que es una hoja al viento en otoño y que no tuviera ninguna trascendencia, porque al día siguiente surge otra y la del día anterior se va por la alcantarilla.
Como lo he mencionado en artículos anteriores en este mismo medio, el problema básico, causal de todas las transgresiones e inmoralidades que se cometen día con día, especialmente por parte de la casta política y empresarial, es que seguimos viviendo en un Estado de facto.
Nuestra casta política, especialmente el gobierno y Chile Vamos, constantemente quiere convencernos que vivimos en democracia y que Chile es un Estado de derecho.
Estado de derecho.
El Estado de Chile es de facto no de derecho, pues “el origen del poder está en la voluntad general. El que de ella nace es el único poder legítimo. Para el hombre republicano el poder monárquico o el autoinvestido son suplantaciones de la voluntad popular y, por tanto, no deben generar obligaciones de obediencia en los ciudadanos… En el campo de la política, la legitimidad es la justificación ética del origen del poder, del ejercicio del mando político, de la procedencia y aplicación de la ley o de cualquier otro acto de la autoridad pública. El poder legítimo obliga moralmente a la obediencia, el ilegítimo no”. (1)
“Según la doctrina del gobierno de facto o de hecho, en oposición al gobierno de jure o de derecho, el acceso a los cargos o roles de gobierno por parte de los nuevos ocupantes se efectúa contrariando normas jurídicas, o por lo menos, al margen de ellas”. (2) Por lo tanto, el gobierno será de facto hasta que se produzca la instauración de un nuevo orden constitucional mediante el ejercicio del poder constituyente, y el gobierno se convierte en de jure ya que estará encuadrado dentro del nuevo ordenamiento jurídico. Mientras no se realice este ejercicio, el Estado de Chile seguirá siendo de facto.
Efectivamente, personeros de la UDI, respecto del asilo concedido a Palma Salamanca en Francia, insisten en que cuando se cometió el asesinato de Jaime Guzmán, en 1991, Chile ya había accedido a la democracia y era un Estado de Derecho. Pues bien, hay que aclararle, no sólo a los personeros de Chila Vamos, sino a muchos de la ex Concertación y de la Nueva Mayoría, que ni en esa época ni ahora, nuestro país ha accedido a la democracia ni es un Estado de Derecho, pues no basta con decirlo, sino que, primero, debe “constituirse” en Estado de Derecho.
Y digo que no sólo el oficialismo y el gobierno ha insistido ante el gobierno de Francia (donde sí hay Estado de Derecho) para que extradite a Palma Salamanca. El senador “socialista”, José Miguel Insulza, habiendo sido canciller y secretario general de la OEA, por lo tanto supuesto conocedor de la jurisdicción internacional, promueve un proyecto de acuerdo en la sala del Senado, conminando al presidente Sebastián Piñera para que acuda a todas las instancias posibles para que Palma Salamanca pueda ser extraditado. Es decir, salva al tirano asesino Pinochet y condena a un luchador en contra de la dictadura. Está pintado para dar clases de ética y moral.
La entrevista de Gabriel Boric con Palma en París (luego se supo que también estaba la diputada Orsini), causó un revuelo de tal magnitud que, incluso, la UDI exigió la destitución del diputado por Magallanes. El cinismo y la hipocresía de ese partido no tienen límites. Si realmente Chile hubiese sido constituido como Estado de Derecho, ninguno de los militantes de ese partido podría haber accedido a un cargo de votación popular o a un puesto de gobierno por haber sido cómplices activos de la dictadura; por lo demás, ese partido debió haber sido proscrito.
Como ejemplo, he aquí un parrafito dedicado con mi más absoluto desprecio al actual “senador” Juan Antonio Coloma, ex presidente de la UDI, ex presidente de la FEUC y ex presidente del Frente Juvenil de Unidad Nacional (juventudes pinochetistas); en estos dos últimos nombrado personalmente por Augusto Pinochet:
Baldur von Schirach era el presidente de las Juventudes Hitlerianas, nombrado personalmente por Adolph Hitler y anteriormente presidente de la Federación de Estudiantes, también nombrado por Hitler (cualquier semejanza, no es mera coincidencia). Eso sí, él era un hombre muy culto y preparado. En 1945, al terminar la Segunda Guerra Mundial, fue detenido y juzgado en los Juicios de Nüremberg. Ante el tribunal Schirach declaró:
“… Quien ordenó las muertes fue Adolf Hitler. Él y Himler fueron conjuntamente los prácticos autores de este crimen que seguirá siendo para siempre una mancha vergonzosa sobre nuestra historia. Pero la juventud alemana es inocente de lo que Hitler hizo a los pueblos alemán y judío. Nada sabía del exterminio de los hebreos y no quiso semejante crimen. Es culpa mía, que asumo ante Dios y nuestra nación, haber educado a la juventud alemana en la fe en Hitler, el hombre que juzgué intachable y que resultó ser un asesino de millones de seres humanos. Yo creí en Hitler, eso es todo lo que puedo decir como exculpación. Yo soy el único culpable; la juventud alemana es inocente porque creció en un Estado antisemita en el que era ley la política racista…”
Baldur von Schirach fue condenado a 20 años de prisión como culpable de crímenes de guerra, condena que cumplió en la cárcel de Spandau.
Pero don Juan Antonio Coloma no es el único representante de las juventudes pinochetistas que se ha destacado como gran demócrata desde que finalizó la dictadura, la autentica, la de Pinochet, para dar paso al actual Estado de facto, fallido e inmoral.
El niño símbolo de los 77 de Chacarillas oficia, en la actualidad, como ministro del interior del gobierno de Sebastián Piñera. Andrés Pio Bernardino Chadwick Piñera, sigue pensando, actuando y hablando como fiel admirador del tirano, desde que subió, junto a otros 76 connotados jóvenes, por los faldeos del cerro San Cristóbal, portando antorchas hasta el estrado construido al mejor estilo nazi (bastante rasca eso sí) para jurarle amor eterno al tirano. Con este acto, creyeron pasar a la inmortalidad. Pero tanto el dictador como esos 77 jóvenes, ese mismo día estaban cometiendo un acto vil, ignominioso y abyecto en contra de la memoria de los 77 jóvenes soldados comandados por el teniente Ignacio Carrera Pinto que murieron acribillados en la batalla de La Concepción. ¿Quién de los 77 de Chacarillas, estaría dispuesto a dar su vida por la patria antes de rendirse ante un ejército que superaba con creces (más de 400 hombres) al batallón de 77 valientes jóvenes soldados? ¿Y el cobarde dictador que el día del golpe estaba atrincherado en el regimiento de Peñalolén, y que cuando Frei Montalva quiso hablar con él espetó: díganle a ese señor que no moleste, que no ve que estoy combatiendo? ¿Combatiendo?
Sin embargo, Juan Antonio y Andrés, yo sé que ustedes no son enteramente responsables de haber podido llegar a los cargos que hoy ostentan. Los mayores y verdaderos responsables son los líderes de los partidos que conformaron la Concertación, especialmente el Partido Socialista de Chile (con los ex MAPU incluidos) y ese mejunje, esa pócima entrópica que se dice llamar Partido por la Democracia, que transaron su conciencia traicionando a todo un pueblo que veía con esperanza que se abrían las grandes alamedas y que la alegría ya venía. La Democracia Cristiana está en su juego, no se le puede acusar de traidora, pues fue la principal instigadora del golpe.
Entonces, señores de la UDI, ¿realmente creen que si Chile fuera un Estado de Derecho, podrían ustedes estar usufructuando de esta mal llamada democracia en vez de haber sido juzgados como cómplices activos de una dictadura asesina, corrupta e inmoral, cuyo jefe máximo robó a manos llenas y en que su ejemplo sigue siendo imitado por las fuerzas armadas y de orden, cuyo desprestigio, fuera de hacerle un gran daño al país, será muy difícil de borrar?
Democracia enferma.
Con motivo de la conmemoración del 5 de octubre día del “triunfo” del NO en el plebiscito de 1988, el gobierno y la derecha han tratado de apropiarse del significado simbólico que tiene ese día para la “democracia”. Es así que Sebastián Piñera, con su proverbial locuacidad, (sin olvidar su supina ignorancia), dijo que ese era el triunfo de todos los chilenos, pues ahora sí se puede vivir en democracia. No dejó pasar la oportunidad, por supuesto, para tratar de justificar el golpe de Estado debido a que “a partir de los años ‘60s la democracia estaba enferma”. Se guarda, eso sí, de explicar a qué se debía que esa democracia se había enfermado. Señor Piñera, en todo el siglo XX, para no irnos demasiado atrás, siempre, reitero siempre, fue la derecha la que inoculó el virus de la sedición, del golpismo y del crimen en contra de la democracia y del pueblo. Pero ya que usted se refiere sólo al período a partir de los años ’60, hasta el golpe de Estado, que ahora intenta justificar, le voy a dar algunos botones de muestra: el 30 de abril de 1970, el técnico agrícola Hernán Mery, jefe de la reforma agraria en Linares, durante el gobierno del presidente Eduardo Frei Montalva, fue vilmente asesinado por un campesino en el fundo La Piedad de Longaví, bajo las órdenes de su patrón. El pecado de Hernán Mery, cumplir con las tareas encomendadas por el cargo que detentaba, que no era otra cosa que la Ley 16.640, aprobada en el Congreso en la que radicaba el proceso de Reforma Agraria.
Un par de años antes, el ministro del interior de la época, Bernardo Leighton, el hermano Bernardo, denunció ante tribunales a la directiva del Partido Nacional (hoy Renovación Nacional), acusada de sedición, por lo que la justicia ordenó la encarcelación de toda la directiva, encabezada por el entonces presidente del partido, don Víctor García y Garzena por parte de madre.
Por último, y tal vez lo más importante, el asesinato del general René Schneider, comandante en jefe del ejército, el 25 de octubre de 1970, por un grupo de extrema derecha, antes de la votación del Congreso para ratificar la elección como Presidente de la República del doctor Salvador Allende Gossens. El pecado del general Schneider: que las fuerzas armadas respetarían el resultado de las urnas.
En resumen, la democracia fue asesinada el día 11 de septiembre de 1973 y no ha podido ser resucitada. El problema peor, es que en Chile nadie de la casta política ha querido sembrar la primera semilla para que algún día, aunque sean nuestros hijos, puedan ver florecer los primeros brotes de una democracia en serio, sin apellidos. Los intentos de varios grupos de ciudadanos para convocar a una Asamblea Constituyente han sido bloqueados constantemente por todos los gobiernos post dictadura.
La oposición y Bolsonaro.
Los partidos de oposición se muestran muy preocupados por la elección de Bolsonaro en Brasil. Lo curioso es que en Chile tenemos nuestro propio Bolsonaro, y la oposición no se ha dado cuenta. Es más, dialoga y llega a acuerdos con la extrema derecha (el gobierno), como sucedió con el proyecto de aula segura. Bueno, hay que reconocer que hay alguna diferencia entre el Bolsonaro real y su caricatura. El de Brasil, dice lo que piensa en cuanto a sus íntimos deseos de utilizar la violencia a toda costa en contra de los que él considera enemigos: pobres de las favelas, especialmente si son negros (la mayoría), contra los homosexuales, lesbianas, etc. Por lo menos, no se le conoce hasta ahora, ninguna cuenta con la justicia en lo que a estafas se refiere. El de acá, el Bolsonaro criollo, dice estar en contra de la violencia y, para tratar de impedir la violencia aplica más violencia.
Para aprobar su proyecto de Aula Segura, se basó en el chantaje (la oposición todavía no aprende que la derecha no dialoga, chantajea; (Radomiro Tomic): “los que están en contra del proyecto de Aula Segura, están amparando a los delincuentes”. Para el señor Piñera, aprendiz de Mussolini (con me o contro di me), todos los que no están de acuerdo con su proyecto, están amparando a los delincuentes, y el niño símbolo de Chacarillas y la señora vocera de gobierno, repiten como papagayo las mismas palabras. Entonces, los 36 doctores en psicología, en educación (incluido un premio nacional), en derecho, etc. que emitieron una declaración explicando que el proyecto de Aula Segura no solucionaría el problema de la violencia en los colegios, están amparando a los delincuentes. Los profesionales invitados a las comisiones del Congreso que también entregaron su opinión en el mismo sentido, están amparando a los delincuentes. Por último, el 74% de los chilenos que no votamos por Sebastián Piñera en segunda vuelta, lo hicimos porque no amparamos a los delincuentes, menos para que dirija los destinos de un país en decadencia.
Aula Segura va a haber cuando a las fuerzas especiales de carabineros se les prohíba estrictamente entrar a los colegios y universidades, donde reprimen hasta a los inspectores y no respetan ni a rectores ni a decanos. ¿Cuántas querellas en su contra tiene acumuladas Carabineros a esta fecha? Colegio Darío Salas, Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Universidad de Temuco, Universidad de Concepción y no sé cuántas más. ¿El alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, habrá visto los videos de la represión a los estudiantes y académicos? ¿O sólo ve los que le conviene?
Caso Camilo Catrillanca.
Al fin, a pesar de las dudas del señor Fiscal Nacional, se conoció la responsabilidad de los asesinos del joven comunero mapuche. El niño símbolo de Chacarillas, con un cinismo digno de mejores causas, explicó ante la prensa que desde un principio el gobierno había tomado la decisión de que el incidente en que murió Camilo Catrillanca, debía ser investigado a fondo. Le recuerdo al señor Chadwick que las primeras versiones de su propio discurso, era que Catrillanca estaba involucrado en un robo de tres automóviles y tratando de justificar su asesinato, que tenía antecedentes penales (después dijo que sólo policiales, cosa que también fue desmentida) y que Carabineros tenía pleno respaldo del gobierno. Por su parte el presidente Piñera, desde Singapur vociferaba que Carabineros tenía todo el derecho de defenderse si era atacado. Una pregunta al señor ministro: ¿si el joven Catrillanca hubiese tenido antecedentes penales, era causal para que lo acribillaran a balazos? ¿Si es así, todas las personas que pudiesen tener antecedentes penales están expuestas a que puedan ser asesinadas por carabineros? En ese caso, hay que recomendarle al que te dije, que se cuide y que, de ahora en adelante use casco y chaleco antibalas. Se ha manifestado, por parte de la oposición, sobre las responsabilidades políticas por este caso y de que carabineros no se manda solo. No, no se mandan solos, son los que mandan, aunque al interior de la institución se nota un soberano despelote, en el que el respeto por el general director, deja bastante que desear. ¡Ah! Ya no se llama Comando Jungla, ahora lo van a bautizar como Tonton Macoute.
La conclusión a la que se puede llegar después de esta larga descripción de mentiras, inmoralidades, hipocresías, deslealtades, traiciones en que se desarrolla el quehacer cotidiano de nuestra nación, es que la ciudadanía no puede contar con las organizaciones políticas, ni sindicales, ni menos con las instituciones del Estado (fallido e inmoral), con miras a tratar de solucionar los problemas que le aqueja a diario. Tendrá que llegar el día que tenga que pedirle cuentas a los causantes y mayores responsables de la cloaca en que han convertido a Chile: los líderes de la Concertación.
El párrafo final del último discurso del Presidente Allende, parece haber sido premonitorio al describir el futuro que deparaba a nuestro país. Al escucharlo o leerlo nuevamente, pareciera estar dirigido a los que traicionaron los ideales por los que algún día dijeron luchar y que hoy muestran sus bajezas morales sin importarle el sufrimiento de nuestro pueblo:
“Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza que por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición”.
1) Rodrigo Borja, Enciclopedia de la política, F.C.E., México, 1997.
2) Mario Justo López, Introducción a los estudios políticos, Kapeluz, Buenos Aires, s/f, citado por Mario Verdugo, en Mario Verdugo Marinkovic y Ana María García Barzelatto, Manual de derecho político, Ed. Jurídica, Santiago de Chile, 1996, T. 1.