Una pena inmensa, se lo digo a usted señor Calfullán, que tiene apellido mapuche. Sabado 26 de marzo de 2024, canal Chilevisión, en un programa que no recuerdo su nombre, una ceremonia mapuche en el sur de Chile, prestada para un show, con participación de mujeres mapuches con atuendos típicos, cooperando con los medios burgueses, para que el canal muestre comidas típicas, con una periodista muy «interesada» en la cultura indígena, realizando todo un dominio de escena para mantener atentos a los televidentes, potenciales consumidores, y que sobretodo, poco y nada saben de que se trataba la ceremonia. Todo el mundo muerto de la risa. Esto pasando mientras un hermano de su pueblo se encuentra a punto de ser procesado injustamente por tener la valentía de pararse y defender los derechos de todo un pueblo, arriesgando hasta su propia vida, mientras una parte importante de este mismo pueblo permanese indiferente, y como si fuera poco, compartiendo espacio con los enemigos de los pueblos originarios que son nada menos que los que a la hora de votar se ponen en contra de cualquier solución que favoresca al pueblo mapuche, cuando se trata de entrega de tierras. Una pena le digo, porque yo como un Marchant de ese pueblo, lo menos que esperaría sería una condena total, de parte de todas las comunidades, a la injusta detención del compañero Llaitul. Esta imagen me deja claro una cosa, que los pueblos por muy homogéneos que parezcan, están divididos por el interes de la plata. Lamentable, pero de este modo es muy dificil conseguir alguna vez la reivindicación de sus territorios; cuando vemos que todo el sacrificio de una resistencia no ha servido para nada. Esta misma calamidad se ve dentro del pueblo chileno, los que luchan por liberarse del yugo capitalista y los que se abrazan a la bota de su patrón. No todos los pobres se sienten oprimidos dentro del hoyo que nacieron. No todos los nacidos con apellido indígena aman su origen. Una verdad irrefutable.
Una pena inmensa, se lo digo a usted señor Calfullán, que tiene apellido mapuche. Sabado 26 de marzo de 2024, canal Chilevisión, en un programa que no recuerdo su nombre, una ceremonia mapuche en el sur de Chile, prestada para un show, con participación de mujeres mapuches con atuendos típicos, cooperando con los medios burgueses, para que el canal muestre comidas típicas, con una periodista muy «interesada» en la cultura indígena, realizando todo un dominio de escena para mantener atentos a los televidentes, potenciales consumidores, y que sobretodo, poco y nada saben de que se trataba la ceremonia. Todo el mundo muerto de la risa. Esto pasando mientras un hermano de su pueblo se encuentra a punto de ser procesado injustamente por tener la valentía de pararse y defender los derechos de todo un pueblo, arriesgando hasta su propia vida, mientras una parte importante de este mismo pueblo permanese indiferente, y como si fuera poco, compartiendo espacio con los enemigos de los pueblos originarios que son nada menos que los que a la hora de votar se ponen en contra de cualquier solución que favoresca al pueblo mapuche, cuando se trata de entrega de tierras. Una pena le digo, porque yo como un Marchant de ese pueblo, lo menos que esperaría sería una condena total, de parte de todas las comunidades, a la injusta detención del compañero Llaitul. Esta imagen me deja claro una cosa, que los pueblos por muy homogéneos que parezcan, están divididos por el interes de la plata. Lamentable, pero de este modo es muy dificil conseguir alguna vez la reivindicación de sus territorios; cuando vemos que todo el sacrificio de una resistencia no ha servido para nada. Esta misma calamidad se ve dentro del pueblo chileno, los que luchan por liberarse del yugo capitalista y los que se abrazan a la bota de su patrón. No todos los pobres se sienten oprimidos dentro del hoyo que nacieron. No todos los nacidos con apellido indígena aman su origen. Una verdad irrefutable.