El Petro: nueva vuelta de tuerca a la derecha del gobierno venezolano
Las criptomonedas, producto del capital financiero más especulativo y corrupto, no terminarán con Dolar Today y agravarán aún más la crisis económica. ¡No se puede combatir el capitalismo con más medidas capitalistas!
El pasado 3 diciembre el presidente Nicolás Maduro anunciaba la creación del Petro, la criptomoneda venezolana «para avanzar en materia de soberanía monetaria, para hacer transacciones financieras y para vencer el bloqueo financiero». Días después Jorge Rodríguez, Ministro de Comunicación e Información, afirmaba que “el Petro sería la muerte definitiva del Dólar Today”, es decir del mercado paralelo de divisas. Carlos Vargas, Superintendente Nacional de la Criptomoneda, exdiputado de oposición y exdirigente del partido de derechas “Un Nuevo Tiempo” por el estado Anzoátegui, alababa las virtudes y solidez del Petro, señalando que los 100 millones de criptomonedas emitidas estaban respaldadas por los 27.5000 millones de dólares en reservas petrolíferas y mineras.
¿Resolverá algo el Petro?
El lanzamiento del Petro no resolverá de ningún modo la crisis que golpea la clase trabajadora y a los pobres venezolanos. Lejos de ello, es una medida de carácter capitalista que estimula el peor capital financiero especulativo y representa una nueva vuelta de tuerca del gobierno venezolano en sus políticas pro capitalistas cada vez más erráticas que están sepultando las conquistas alcanzadas durante los años pasados de avance revolucionario. Este tipo de políticas están empujando a un porcentaje cada vez mayor de la población, incluyendo sectores muy amplios de las capas populares, al escepticismo, la desmoralización y la indignación ante unas condiciones de vida insoportables
Ante el descalabro económico, la hiperinflación desatada, que ha dejado los salarios de los trabajadores venezolanos en los huesos, el gobierno de Maduro se sostiene únicamente como consecuencia de las derrotas de la oposición fascista y pro norteamericana en el país (muestra de la incapacidad temporal de la burguesía para retomar el control del estado) y porque el descontento por la izquierda no encuentra una expresión política al verse paralizada la clase trabajadora por la ausencia de una organización de masas que la organice y dote de un programa de clase frente a los capitalistas y los burócratas.
A causa de su carácter extremadamente corrupto y parásito, y su incapacidad para sintonizar con las masas, la derecha contrarrevolucionaria, organizada en la MUD, ha sido incapaz de aprovechar el malestar existente en la sociedad venezolana para llegar a Miraflores. Pero las políticas capitalistas que está aplicando el gobierno generan las condiciones para que la contrarrevolución pueda volver a levantar la cabeza.
La política económica del gobierno beneficia a los capitalistas y burócratas
Durante la última ofensiva de la derecha, la actuación de las bandas fascistas quemando a personas vivas y arremetiendo contra todos los que estuvieran alguna conexión con el chavismo empujó, pese al enorme descontento, a un amplio sector de las masas a cerrar filas en torno a Maduro. Sin embargo, todas estas derrotas de la reacción, lejos de servir al gobierno para estabilizar la situación política, han precipitado nuevas crisis espoleadas por el desastre económico.
El sabotaje económico empresarial, lejos de ser combatido por el gobierno, se ha convertido en un factor de enriquecimiento de la burocracia y de los propios empresarios. No hay mayor negocio en el país que comprar dólares al gobierno a Bs. 10 y venderlos en el mercado paralelo en Bs. 263.000,00. Este factor paraliza las actividades productivas por un lado y por otro eleva espectacularmente los precios, devaluando de forma cada vez más espectacular la moneda nacional: el bolívar. En este proceso, enormes fortunas se han creado en el seno de la burocracia, a costa del erario púbico como muestran los recientes escándalos de corrupción en PDVSA. Estos escándalos son sólo la punta del iceberg del robo masivo. La inflación ha enriquecido a unos pocos pauperizando a millones.
Esta situación recuerda, salvando las distancias, los periodos históricos diferentes y las limitaciones que toda comparación tiene, a la nueva burguesía que se formó durante la revolución francesa y que adquirió su fortuna especulando con el asignado, la moneda de curso legal en la revolución francesa, en 1792. La hiperinflación, las enormes fortunas que se formaron y la pauperización de las masas condujeron al golpe de estado contra Robespierre y al gobierno del Directorio. La base social de ese golpe se situaba en esa capa de nuevos ricos muchos de ellos antiguos jacobinos.
El respaldo del “Petro” son las reservas de oro, petróleo, gas y los demás minerales. Esto compromete los recursos a futuro de la nación. La participación de los imperialistas chinos y rusos en estas negociaciones y acuerdos sólo les beneficiará a ellos y a los sectores de la burocracia y la burguesia nacional que participan en estos negocios, comprometiendo los recursos públicos que son de todos.
Durante años hemos luchado para deslindarnos y liberarnos de las potencias imperialistas europeas y estadounidenses. Ahora, las políticas capitalistas que se están aplicando sólo sirven para hacer retroceder esta lucha. Confiar en los capitales especulativos para que inviertan en el “petro” sólo favorecerá a esos mismos viejos poderes imperialistas que se dice combatir y a otros nuevos como China y Rusia, así como a los mismos sectores de la burguesía venezolana y de la burocracia corrupta que durante los últimos años ya han hecho grandes negocios especulando con las divisas
¿Qué son y cómo funcionan las criptomonedas?
La inflación, que alcanza ya el 1400% anual, según distintos cálculos extraoficiales ya que el gobierno se niega a dar datos, ha empujado a muchos ciudadanos venezolanos a la búsqueda de un valor seguro para evitar que su salario se vaporice en unos días a causa del alza de los precios. Viajar hasta Colombia a las casas de cambio en la frontera ha sido un elemento para en unos casos hacer negocios y en otros asegurar los ahorros, para el que pudiera hacerlo. Otro mecanismo, fruto de la especulación, ha sido la inversión en Bitcoin.
Aunque no es algo generalizado se estima que en torno a 100.000 personas se dedican en Venezuela a la minería de Bitcoin. ¿Cómo se consiguen los Bitcoins? Consiste básicamente, mediante computador y conexión a internet, en realizar determinadas operaciones matemáticas las cuales generan cada cierto tiempo Bitcoin, esto es lo que se denomina “minar”. Ello requiere un elevado consumo de electricidad para que los ordenadores puedan ejecutar la operación. Como en Venezuela la electricidad esta subsidiada y tiene un coste reducido es relativamente económico para todas aquellas personas que disponen de ordenador “minar” Bitcoin pues el coste de la conexión telefónica y eléctrica son muy reducidos comparados con otros países
En el año 2010 un Bitcoin se podía cambiar por 0,05 dólares, en la actualidad se puede hacer por 9.000, pero en el momento de lanzarse el Petro llegaba a 16.000. Este es precisamente uno de los problemas que tiene apostar por estas criptomonedas: tienen oscilaciones brutales. Este año el bitcoin llego a perder el 30% de su valor en unos días. Aunque la burocracia ha señalado que esos factores de fluctuación no serán reflejados por el Petro ha sido incapaz de explicar cómo conseguirá ese “milagro”. Ese tipo de fluctuaciones y volatilidad extrema son precisamente una característica inseparable de este tipo de mecanismos especulativos de la economía capitalista.
Como señalan repetidamente todo tipo de analistas [1], [2], se trata de una burbuja especulativa que amenaza con saltar por los aires de un momento a otro, e inevitablemente arrastrará al Petro. Un factor que alimenta esa especulación es el anonimato que se consigue con ese tipo de transacciones de compra. Esto lo convierte en terreno fácil para el dinero negro. Para el gobierno venezolano es un medio espurio de escapar a las sanciones de EEUU, que impiden la financiación externa vía emisión de deuda. E internamente también sirve para escapar a todo control por parte de la población.
Echarse en brazos del capitalismo más corrupto y especulativo agravará los problemas de la economía venezolana
Con el lanzamiento del “petro”, el gobierno venezolano se ha transformado en apóstol de un elemento del capitalismo financiero más especulativo y corrupto. La burocracia pretende, con la voracidad y estrechez de miras que la caracteriza, aprovecharse de los beneficios de la moneda virtual, tenerla bajo su control, como medio de ocultar el saqueo que hace del país. Ese es el fin del Petro más allá de la propaganda.
El gobierno pide confianza y unidad. Pero debemos alzar la voz ante semejante situación. Cuando dicen que “confiemos en el petro” están diciendo que confiemos en el capitalismo Pero, además, pretenden que olvidemos el saqueo organizado de las divisas al que se han dedicado la propia burocracia y la burguesía durante años.
Esta nueva medida capitalista sólo incitará a los parásitos burgueses a dirigirse a la inversión especulativa, sin tener que contratar a nadie ni producir nada. Esto representa una espada de doble filo. Mientras el Petro no salte por los aires (algo que, como todas las burbujas especulativas en el mercado financiero, ocurrirá tarde o temprano) puede generar divisas al Estado Venezolano. Pero ¿quién garantizará el manejo de esas divisas y que vayan realmente a hacer frente a la crisis económica, como afirma el gobierno?
La experiencia demuestra que cada vez que han afluido divisas (porque se recuperaban los precios del petróleo o como consecuencia del endeudamiento por parte del gobierno) el resultado ha sido que la burocracia y los capitalistas han aprovechado para amasar grandes fortunas y privilegios con esas divisas que nos pertenecían a todos mientras el pueblo ha seguido sufriendo.
Lo más riesgoso de las criptomonedas es precisamente que son una forma de hacer dinero del dinero sin pasar por la producción. Esta tendencia del capitalismo a la especulación ya fue anunciada por Marx en “El Capital”, que la consideraba uno de los síntomas de decadencia del sistema y a la vez uno de los factores que tienden a agravar y hacer más profunda la crisis. Si no hay más producción se mantendrá la escasez. La afluencia de más dinero en busca de ganancias rápidas sólo puede agudizar aún más el grave problema de la inflación. El resultado será que los pobres seremos aún más pobres y las mercancías (comida, repuestos, vehículos, etc.) seguirán siendo un lujo sólo al alcance de un puñado de privilegiados, como vemos ya en el día a día.
La clase obrera y el pueblo debemos luchar por una política socialista que acabe con el poder de capitalistas y burócratas
Un auténtico gobierno socialista en manos de la clase obrera y los pobres del país atajaría de raíz la especulación. No impulsaría medidas de capital especulativo, como el Petro, que llevan en el mejor de los casos a no concretarse nunca y en el peor a una nueva y sonora bancarrota. Establecería en primer lugar un monopolio del comercio exterior bajo control de los trabajadores, no entregaría un dólar a los empresarios, todas las compras al exterior pasarían bajo el control de un estado controlado por los obreros. Sumado a un férreo control del aparato estatal, en el que los funcionarios fueran elegibles y revocables en cualquier momento, y percibieran un salario que no estuviera por encima del nivel medio de la clase obrera, de tal modo que impidiera el enriquecimiento de los mismos. Esto sentaría las bases permitiría estabilizar el bolívar y la economía.
Ya han sido denunciados casos de empresarios que han cerrado las fábricas y dejado en las calle a trabajadores, contratando técnicos para el manejo de los computadores para dedicarse a “minar”. Esto podría generar una mayor parálisis de la producción de la que ya existe y reforzar la economía de puerto que tanto se ha criticado porque favorece a la burguesía parasita que especula con las exportaciones.
Los dirigentes del PSUV y el gobierno han demostrado una y otra vez que no están dispuestos a tomar ninguna de las medidas socialistas verdaderamente favorables a la clase obrera y el pueblo a las que hacíamos referencia más arriba. Al contrario. Su objetivo es llegar a un acuerdo con la burguesía y demostrar a ésta que pueden gestionar mejor que la MUD la crisis del sistema capitalista. Esta política pro capitalista sólo puede preparar más tarde o más temprano la vuelta de un gobierno de la derecha o un gobierno contrario a los intereses del pueblo bajo el dominio de la propia burocracia y los capitalistas.
Los trabajadores revolucionarios debemos estar alerta y movilizarnos contra las medidas capitalistas, organizándonos para luchar por una auténtica política socialista que sirve para hacer frente al desastre económico. Esta política socialista debe ir unida a la lucha porque el poder político y económico pase a manos de los trabajadores y el pueblo, arrancándolo de las manos de los burócratas y los capitalistas
1 http://www.publico.es/economia/bitcoin-nueva-burbuja-especulativa-criptomonedas.html