Un 5 de marzo de 1871, nace en Polonia, Róża Luksemburg (Rosa Luxemburgo), de origen judío, destacada teórica marxista y política revolucionaria.
Fue una figura importante en la Alemania de la I Guerra Mundial y junto con Karl Liebknecht fundaron la Liga Espartaquista, que diera origen posteriormente, al Partido Comunista Alemán.
Su trabajo teórico significó grandes aportes a la teoría revolucionaria, dónde destaca su libro: «Reforma o revolución».
El 15 de enero de 1919, Rosa y Karl fueron detenidos, torturados y asesinados; por los combatientes desmovilizados de la I Guerra Mundial. Luego de unos meses se encontraría los restos de la Rosa Roja, en un canal.
El joven poeta Bertolt Brecht escribiría en su epitafio:
«Aquí yace
Rosa Luxemburgo,
judía de Polonia,
vanguardia de los obreros alemanes,
muerta por orden
de los opresores.
Oprimidos,
enterrad vuestras desavenencias»
(Bertolt Brecht)
La traición de la socialdemocracia al movimiento revolucionario y a los trabajadores, que buscaban la instauración del socialismo en el país, deja como lección, el rol histórico que cumplen en defensa de los intereses del capital.
El 5 de marzo, se conmemora el aniversario de nacimiento de esta gran comunista, quien hiciera también grandes aportes teóricos sobre la lucha de clases y la problemática general de la mujer.
(…) La mujer burguesa no está interesada realmente en los derechos políticos, porque no ejerce ninguna función económica en la sociedad, porque goza de los frutos acabados de la dominación de clase. La reivindicación de la igualdad de derechos para la mujer es, en lo que concierne a las mujeres burguesas, pura ideología, propia de débiles grupos aislados sin raíces materiales, es un fantasma del antagonismo entre el hombre y la mujer, un capricho. De ahí el carácter cómico del movimiento sufragista.
La proletaria, en cambio, necesita de los derechos políticos porque en la sociedad ejerce la misma función económica que el proletario, trabajo de la misma manera para el capital, mantiene igualmente al Estado, y es también explotada y dominada por éste. Tiene los mismos intereses y necesita las mismas armas para defenderse. Sus exigencias políticas están profundamente arraigadas no en el antagonismo entre el hombre y la mujer, sino en el abismo social que separa a la clase de los explotados de la clase de los explotadores, es decir, en el antagonismo entre el capital y el trabajo.
Fragmento de «La proletaria», escrito un 5 de marzo de 1914.
Grande Rosa Luxemburgo, una feminista de clase!
Rosa Luxemburgo, conocida como la Rosa Roja, HLVS!
