Inicio Historia y Teoria Trotsky “el último gigante” de la segunda generación marxista, de la odisea...

Trotsky “el último gigante” de la segunda generación marxista, de la odisea del Octubre

41
0

Pepe Gutierrez Alvarez, España

EL ABUELO TROTSKY…. Aunque Trotsky nunca fue un “líder providencial”, sí fue “el último gigante” de la segunda generación marxista, de la odisea del Octubre, pero sobre todo del rechazo frontal del estalinismo. Un personaje de un potencial intelectual y humano que impresionó a mucha gente, de altura y de variadas generaciones. Su presencia solía producir lo que André Breton llamó el “complejo de Cordelia”, en referencia a la devoción que la hija menor del rey Lear profesaba a su padre en la célebre tragedia de Shakespeare, un sentimiento por lo demás bastante generalizado entre sus partidarios deslumbrado por una biografía sin apenas parangón, sobre todo en su último tramo.
Sus biógrafos han dejado constancia de “gran negador” (según Churchill) que jugó en su tercer exilio, en un tiempo en el que todos los grandes de los años gloriosos (1917-1924), habían muerto (Rosa, Lenin) o estaban fuera de circulación (Gramsci), en tanto que el Komintern pasó a ser un nido de mediocres como lo era la cúpula del PCUS lo que quita que Stalin fuese un genio en el tramo de los pasillos del poder.
Esta soledad le confiere una relevancia indiscutible, pero al mismo tiempo revela la miseria del momento, amén de una soledad acentuada por el “planeta sin visado”, por unas exigencias abrumadoras de tal forma que el mismo Trotsky que escribía sus impecables análisis sobre Alemania o la URSS, tenía que responder a todas las calumnias, y al tiempo actuar como un centro internacional que se implicaba en todos los acontecimientos.
Pero al igual que no hay un solo Marx, tampoco existe un solo Trotsky. La metáfora que gustaba de repetir sobre Rosa Luxemburgo –aquello de que era un águila que algunas veces volaba como una gallina- también le puede ser aplicable, sobre todo cuando se disparaba en las controversias, y se mostraba inexorable con sus camaradas como Victor Serge, Alfred Rosmer o Andreu Nin, en los que creyó ver los ejemplos de un viejo “trotskismo” cuyas actitudes no estaban a la altura de los tiempos, y contra los cuales trató de movilizar una juventud más audaz como la representada por Raymond Molinier en Francia, o por oposicionistas españoles como Lacroix, y no digamos Arlen y Vela, todos ellos borrados por la historia a continuación. O en Munis, que regresa desde México a Barcelona dispuesto a liderar un “partido” destinado a denunciar el “centrismo” del POUM…
Una cuestión polémica donde las haya, pero que desde el estudio serio nos advierte sobre un Trotsky que al menos en el caso de la guerra y la revolución española, no supo diferenciar entre el análisis concreto de la realidad de un cuadro en el había que oponerse a la barbarie representada entonces por la II Guerra Mundial.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.