por Franklin Machiavelo
Todo el poder para el pueblo. No para los políticos vendidos, no para la burguesía apitutada, esa que se reparte los cargos, los contratos y los privilegios mientras el pueblo sigue sobreviviendo en la miseria. Hoy más que nunca, la lucha es ideológica y frontal contra los acomodados, los que juegan a la «democracia» para mantener intacto el modelo de saqueo.
Ellos temen al poder popular, temen que los de abajo despierten, se organicen y arrasen con su falsa institucionalidad. La historia lo demuestra: solo con conciencia, unidad y movilización se puede derribar la dominación de la clase entreguista y parásita.
Basta de migajas, basta de esperar favores: o el pueblo toma el poder, o seguiremos siendo esclavos del capital y sus lacayos.