La multinacional chilena propiedad de la familia Bofill sacó sus anuncios publicitarios del canal de televisión abierta, por haber exhibido el premiado documental de Patricio Guzmán que la revista norteamericana Cineaste definió como “uno de los diez mejores filmes políticos del mundo”. La firma, uno de los conglomerados más grandes de Latinoamérica, señaló en un comunicado que “por definiciones corporativas la Compañía no auspicia programas con contenido político, como una señal de respeto a nuestros consumidores y a su forma de pensar”. En redes, la situación ya ha motivado campañas de boicot llamando a evitar la compra de productos asociados a la marca.
*#NoCompresCarozzi*
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«La Batalla de Chile» que es mostrada por televisión al país por Canal 4, hizo brotar de inmediato el solapado odio de clase de la Derecha al saberse que le están descubriendo sus mentiras y falsedades en planificada y orquestada concertación.
Los culpables, los sectores políticos, militares y dueños de la prensa nunca quisieron que existiera y se supiera de esta película, lo que venía a corroborar la falsedad ideológica del «Plan Zeta» utilizado por los militares para dar el Golpe Cívico Militar del «11 de Septiembre», matar a tantos chilenos, dejando estelas de zozobra, horror y sufrimiento en las familias a lo largo del país, sumado al orquestado desabastecimiento de alimentos. En tanto, con la esperanza del «Nunca Más», culminaban de repartirse las riquezas, apropiarse de las tierras de la Araucanía, del agua de los pueblos y demás recursos nacionales.
Con dólares yanquis, unos hicieron la pega sucia, y otros, más listos, apropiarse de las fortunas.
Esta cinta de Patricio Guzmán, desvela el acuerdo de la Clase Política Patronal para no dañar su imagen de ‘blanca paloma’ y concertadamente seguir profitando del Estado. Han pretendido ocultarla por años hasta que el mejor secreto guardado con Canal La Red, «la olla se destapó», sorprende a los empresarios verse defendiendo sus privilegios participando personalmente del fascismo en plenas acciones de violencia y terrorismo contra Chile, y de paso, descubrimos nítidamente como opera la cocina de la Democracia Cristiana en la realidad nacional, denotan ser la expresión viva de los intereses de los EE.UU., comprando con dólares las conciencias de la gente y las redes locales empresariales. Ahora se comprende mejor la astucia del Sr. Frei, y el por qué de la risa de Aylwin, y su sarcasmo venenoso. Esperar 48 años es una vergüenza para el Consejo Nacional de Televisión y sus ejecutivos instalados por la Concertación, que encubrieron cínicamente decir al país la verdad.
Contra el Programa de Gobierno del Presidente Allende, estaban todos coludidos y hoy, con esta actitud negacionista de Carozzi, gravita más el rol de los empresarios y militares de Chile, Sofofa, UC, camioneros, colegios profesionales, y también, la aristocracia obrera usada para difundir la defensa de la propiedad privada y sus veneradas libertades. Hoy, ad portas de la elecciones se viene un revés en la historia, los hilos de la corrupción perjudicará directamente a sus candidaturas y aportilla gravemente a la presidencial Provoste.
Ya pronto, saldrán los Pilatos, a desdecirse junto con una avalancha de promesas y ofertas de mercado. Pero, es ahora cuando el pueblo debe tomar la iniciativa y castigar a los responsables, a Carozzi no comprándoles sus productos, como asimismo, exigir que los militares y carabineros devueltan las platas robadas del erario nacional, a los dijeron defender al país, lo fueron horadando y desfalcando por dentro, de esta nueva traición nada dice la televisión, la prensa cómplice con sus fiestas baratas y de farándulas.
Hay que despertar, estar más vivitos y participar. Estamos aprendiendo la lección y con la mesa de Constituyentes, que tienen el mandato soberano, «el pueblo debe saber defenderse», como nos decía ayer, el Compañero Presidente.
