Resumen.cl
Tras el anuncio de cierre de Huachipato, el gobierno de Gabriel Boric presentó un «Plan de Fortalecimiento Industrial del Biobío», también conocido como «Plan Grau». Dicho plan, lejos de plantear propuestas novedosas o creativas, entre otros, propone aumentar la cantidad de monocultivo de pino y eucalipto en la región. La medida propuesta resulta ser, precisamente, lo que las grandes empresas forestales están exigiendo hace meses.
Por Nicolás Salazar Maleras
«Estrategia para aumentar la plantación forestal» se llama el capitulo que aborda la propuesta del Gobierno para dinamizar la economía de la región del Biobío tras el cierre de Huachipato.
En el texto se plantea que el objetivo de esta estrategia es «recuperar las plantaciones forestales afectadas por los incendios y desarrollar una estrategia para incrementar la plantación de pequeños productores que permita proyectar esta industria hacia el futuro».
Lo curioso es que hace pocos meses la Corporación de la Madera (CORMA) expresó una serie de propuestas para fortalecer su sector. El gremio que agrupa a empresarios forestales, liderados por CMPC-Mininco (grupo Matte) y Celco-Arauco (grupo Angelini) apuntó a la «recuperación de áreas quemadas: Fomentar la recuperación de 100.000 hectáreas de pequeños y medianos propietarios, afectados por los incendios en las temporadas 2016-2017 y 2022-2023».
Te puede interesar| Plan de Fortalecimiento Industrial del Biobío: El caballo de Troya y festín de Fiestas Patrias del empresariado
Con los textos a la vista, se puede evidenciar como el objetivo del plan propuesto por el gobierno de Boric y el primer punto de la propuesta del gremio empresarial forestal son casi idénticos. Lejos de plantear una nueva estrategia productiva para la región, el plan se somete a los deseos y propuestas del gran empresariado forestal presente en Chile. En definitiva, la propuesta se limita a hacer más de lo mismo en la zona: más monocultivo de pino y eucalipto para el Biobío.
Después de los grandes incendios forestales de 2017 y 2023; y la mega sequía que afectó al país por más de 10 años, ha existido un mayor cuestionamiento a las plantaciones de monocultivo forestal. Esto ha generado que muchos pequeños propietarios se nieguen a plantar pino y eucalipto por temor a los incendios forestales y todas las afectaciones que conllevan. Lo anterior está incomodando a las grandes empresas forestales que requieren de materia prima para sus grandes fabricas de celulosa.
Otro punto relevante es que tanto el Gobierno como la CORMA proponen que la CORFO se haga cargo de incentivar las plantaciones de pino y eucalipto. Otra muestra de los coqueteos del plan propuesto por Grau y compañía a los grandes empresarios forestales.
Te puede interesar| Negocio redondo para CAP y Aclara tras cierre de Huachipato: Plan del gobierno favorece minería de tierras raras
Investigaciones científicas, así como la experiencia de comunidades campesinas y mapuche, han planteado los impactos negativos del monocultivo, entre otros, por su alto consumo hídrico. Además, se ha demostrado la repercusión de las plantaciones forestales para propagar incendios.
Otro punto relevante del plan es lo relativo a los incendios. Parece un contrasentido plantar más pino y eucalipto en la región si se quiere amortiguar los impactos de los incendios forestales propagados precisamente a través de dichos terrenos. Es precisamente la extensión homogénea de la cobertura forestal y la densidad de plantación la que hace proliferar los incendios.
Desde la dictadura militar, a través del decreto 701 promulgado por Pinochet, que las plantaciones de monocultivo de pino y eucalipto se han expandido en el país, alcanzando, según datos de CONAF, más de 3 millones de hectáreas de monocultivo forestal. Por su parte, el Biobío es la región con mayor cantidad de monocultivo forestal en Chile generando una gran cantidad de impactos como propagar grandes incendios forestales, la erosión del suelo por la tala rasa, la afectación en los sistemas hídricos por el alto consumo de agua, la disminución de la biodiversidad y la concentración de las tierras en pocas manos, lo que genera pobreza rural, falta de espacio para viviendas sociales, reducción de comunidades mapuche, entre otros.
Cabe destacar que el trabajo forestal, por ejemplo, de cuadrillas de tala o faenas, se ha caracterizado por mantener bajos sueldos, alta precarización y rotación laboral. Esto hace cuestionar el plan estratégico del gobierno de Gabriel Boric ante el cierre de Huachipato, ya que no propone ningún cambio en los procesos productivos forestales, sino más de lo mismo: pino y eucalipto. La CORMA pretende plantar 1 millón más de pino y eucalipto en Chile para 2049.