Enviado por Roberto Avila
De un amigo abogado, joven:
En mi tesis de grado para titularme de abogado (muy centrada en la criminología) dediqué un breve apartado a tratar la diferencia que se produce entre la percepción de inseguridad en la población y los datos objetivos de la realidad. Ya desde esa época (año 2007) se podía observar cómo la agenda de «crónica roja» de los medios de comunicación (impulsada principalmente por el actual ministro Jaime de Aguirre, que en ese tiempo dirigía Chilevisión) creaba en la población la sensación de vivir en un país mucho más peligroso del que era en realidad; lo cual era funcional a las agendas de emergencia penal y seguridad ciudadana que encabezaba la derecha.
Con el tiempo la situación no sólo se ha mantenido, sino que ha empeorado. Con la ola de (des)información capitaneada por los medios de comunicación tradicionales y las redes sociales, se sigue diseminando la falsa creencia de que Chile tiene índices de violencia y criminalidad similares a los del resto de Latinoamérica, cuando los datos reales demuestran algo muy distinto. Mientras nuestros políticos juegan con nuestra libertad enarbolando la bandera de la «seguridad», los datos objetivos indican que Chile sigue siendo uno de los países menos violentos de la región, con los índices más bajos de homicidios de toda Latinoamérica.
Pero, claro, es más fácil explotar la emocionalidad y las reacciones instintivas de las personas que hacerlas reflexionar y analizar los datos concretos. El uso de la razón no es algo que goce de buena salud en nuestra sociedad contemporánea.
