«Sólo el saber histórico puede ayudar a las personas a comprometerse con el pasado en una forma significativa. Y asombrosamente, a pesar de los documentales televisivos, los libros, películas y obras de arte nuestro conocimiento público de la historia del siglo XX es pésimo.»
El estereotipamiento del nazismo ha resultado dañino, porque finalmente:
«miramos el Holocausto y el nazismo de un modo peligrosamente complaciente» y «seríamos unos tontos en pensar que esto no puede suceder de nuevo, o que el mundo no tendrá nunca más motivo para construir más memoriales».
«Creo que mi memorial al Holocausto en Berlín ya no se podía construir hoy «, dijo el arquitecto Peter Eisenman a Die Zeit. Eisenman dice que Europa ahora «teme a los extraños» y teme que el aumento de la xenofobia y el antisemitismo en Europa haga imposible la construcción de monumentos como el vasto campo de sepulcros grises que él diseñó como el Monumento a los Judíos Asesinados de Berlín , Inaugurado en 2005 cerca del sitio del búnker de Adolf Hitler.» (The Guardian, Gran Bretaña. 9 de diciembre de 2016. Los monumentos de guerra han fallado – hemos olvidado el caos del fascismo. Jonathan Jones)
A lo que puedo agregar:
Nadie puede asegurar el sentido que esa memoria tendrá a futuro.
Los contenidos se deben instalar desde la educación (formal e informal) y en la transmisión cotidiana.
Si no se habla en el hogar, en el aula, en los espacios públicos; si los monumentos no hablan de su historia y son sólo crípticos juegos estéticos, y los memoriales no son visitados e interrogados desde la escuela, si no se escuchan los testimonios, si no se enseña a pensar la historia, antes que a repetir datos inconexos, si se sigue evitando enseñar los conflictos «por complicados y «políticos»…. Y si tampoco hay justicia, nada está asegurado.
De hecho, aún haciéndolo, nada estará asegurado. Pero al menos habrá alguna esperanza más concreta de resistencia o conjura de los demonios.
Vanessa Goecke