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Crónica de Anthony Bellanger
Un año después de su huida a los Emiratos Árabes Unidos, el ex rey Juan Carlos sigue enfrentándose a juicios por corrupción y fraude fiscal. Hace un año, el ex rey español Juan Carlos huyó de Madrid a los Emiratos Árabes Unidos © AFP / OSCAR DEL POZO
Juan Carlos, un año después de su vuelo
Anthony, nos vas a hablar del dinero de España y de las cabezas coronadas:
Sí, efectivamente ha pasado un año, casi al día, desde que el ex rey español Juan Carlos huyó de Madrid a los Emiratos Árabes Unidos. Dejó atrás varias investigaciones por corrupción y fraude fiscal.
Por no hablar de unas maletas con dinero en efectivo en Lausana, una amante parlanchina y reivindicativa, una discreta fundación donde se esconde el dinero de la corrupción saudí, llamada Fundación Loukoum (a los Borbones de España no les falta humor)
Pero, además, los españoles están acostumbrados: los Borbones de España han perdido sus coronas cuatro veces en siglo y medio. El abuelo, el padre y, por tanto, el propio Juan Carlos han sido exiliados. Evidentemente, desde Varenne, el exilio real es más que una excepción, es una tradición.
¿Ha recuperado el Estado español al menos algo de ese dinero?
Sí, pero a medida que las restituciones -o regularizaciones, para ser más precisos- se han ido haciendo, los españoles se han dado cuenta de que el hombre al que todavía tenemos que llamar «Su Majestad» -al fin y al cabo, es oficialmente rey emérito- no era en realidad más que un ladrón de gallinas, o más bien un salteador de caminos.
Los primeros 678.000 euros recuperados por el fisco español correspondían a tarjetas bancarias ocultas facilitadas por un empresario mexicano. En febrero, Hacienda recaudó 4,4 millones de euros para limpiar 8 millones de euros de dinero en efectivo no declarado.
Por no hablar de las comisiones de los contratos de armas que, según los propios jueces, equivalen al tráfico de armas. Ni que decir tiene que Su Majestad Juan Carlos I, Rey de España y de Jerusalén, no va a volver a ver su Palacio de la Zarzuela.
Entonces Anthony, ¿qué piensan los españoles, la monarquía sigue siendo popular?
No podemos saberlo realmente porque el equivalente local del INSEE, el Cis, no mide la popularidad de la monarquía española desde 2015, al día siguiente de una evaluación del rey Felipe VI que le daba una puntuación de 4,34/10. En otras palabras, ¡ni siquiera la media!
Así que la prensa sustituyó esta extraña decisión de un organismo público organizando sus propias encuestas. El resultado: el 48% de los españoles piensa que la monarquía es una institución anticuada. Es aún peor cuando se hace la siguiente pregunta: ¿Qué forma de organización estatal prefiere? El 41% prefiere una república y sólo un tercio una monarquía. Con el elemento añadido de que casi la mitad de ellos querrían ser consultados por referéndum.
De hecho, ¿nunca se les ha hecho la pregunta?
No, nunca se les preguntó. Cuando el dictador Franco murió en su cama en 1975, su régimen tuvo tiempo de imponer el regreso de la monarquía e incluso el nombre del rey, Juan Carlos. Incluso es el único país del mundo que ha restablecido la monarquía en el siglo XX.
A diferencia de los italianos, que tras la Segunda Guerra Mundial decidieron mantener o no la monarquía, los españoles nunca han tenido esta oportunidad. Para ello sería necesario un consenso entre las partes… que obviamente no existe.
