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Juventud. ¡Levantemos una fuerte campaña contra el rechazo y el plan de los partidos tradicionales! ¡Por una salida independiente de la juventud revolucionaria de la clase trabajadora!

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Ante el debate de la Nueva Constitución, es necesario que la juventud tenga una voz política independiente y pelee fuertemente contra los sectores de la derecha y empresarios que van por el rechazo, a la vez de combatir el “Apruebo para reformar” pero sin ilusiones y confianza en que la Nueva Constitución y el gobierno van a entregarnos las demandas que por años hemos luchado en las calles.

¡Levantemos una fuerte campaña contra el rechazo y el plan de los partidos tradicionales! ¡Por una salida independiente de la juventud revolucionaria de la clase trabajadora!

Akemi Matsubara Egresada Derecho Universidad de Antofagasta

¡Levantemos una fuerte campaña contra el rechazo y el plan de los partidos tradicionales! ¡Por una salida independiente de la juventud revolucionaria de la clase trabajadora!

Yuri Peña

Martes 2 de agosto La Izquierda Diario

En marzo asumió Boric, con un discurso ante miles de personas donde decía “el pueblo de Chile es protagónico en este proceso, no estaríamos aquí sin las movilizaciones de ustedes. Y quiero que sepan que no llegamos aquí solo para llenar cargos y solazarnos entre nosotros, para generar distancias inalcanzables”. A más de 4 meses de asumido el Gobierno, vemos cómo sus palabras chocaron con la realidad y las ilusiones que generó en amplios sectores se encuentran cada vez más rotas.

Por un lado, frente al alto costo de la vida las respuestas del Gobierno han sido miserables: Vimos el insuficiente bono invierno o anteriormente el aumento de la beca BAES que Boric anunció como “histórico” pero que a la fecha dicho saldo de $4.800 ya “se lo comió” la inflación. Todo esto mientras gastan millones en profundizar la agenda represiva, sobre todo en el Wallmapu, la misma línea que Piñera. Por otro lado, somos testigos de cómo la crisis capitalista se profundizó con la guerra entre Rusia y Ucrania, lo que ha provocado el aumento de precios principalmente en combustibles y alimentos, que nos golpea principalmente a quienes somos parte de la clase trabajadora. Los Estados imperialistas, sus gobiernos y la burguesía no nos deja un futuro auspicioso a quienes somos jóvenes.

Es en ese marco que se aproxima el plebiscito de salida. Los partidos tradicionales se han ido alineando, pero ¿Qué alternativa hay para la juventud?

Mientras que por el rechazo va la derecha con algunos referentes de la Democracia Cristiana y sectores empresariales como Juan Sutil, no solo como grandes defensores del rechazo sino que también fueron quienes estuvieron codo a codo con el Gobierno de Piñera y la represión que dejó a cientos de mutilados y heridos, y que hoy levantan la farsa “Rechazar para reformar” que esconde una defensa férrea a la Constitución de Pinochet, buscando que el modelo neoliberal quede intacto para resguardar sus ganancias.

La juventud tiene que organizarse para enfrentar al rechazo pero también la farsa del “Apruebo para reformar” que hoy se abre paso en el Gobierno con la idea de reponer a través del Congreso instituciones como el Senado. Desde el Frente Amplio hasta el Partido Comunista pareciera haber un acuerdo para moderar aún más el actual proyecto de Nueva Constitución. Ningún derecho se ha conquistado por escribirlo en un papel, sino que lo que hemos ganado como trabajadoras/es, jóvenes y oprimidxs ha sido por medio de la movilización en las calles, con métodos de la lucha de clases.

Una Convención alejada de las demandas populares

La opción del rechazo se abre paso luego de que la Convención se alejara cada vez más de las demandas populares. Vimos cómo al comienzo un sector de la CC ligado a los movimientos sociales “se negó” a sesionar con presos políticos, pero no fue más que un saludo a la bandera, pues no sólo sesionaron, sino que rechazaron la Iniciativa Popular de norma por la libertad de los presos políticos que firmaron decenas de miles de personas, siendo esta propuesta rechazada incluso por sectores del Frente Amplio, no contando con los votos de sus convencionales como Daniel Stingo.

Incluso, otras demandas tan sentidas como la renacionalización del cobre fueron rechazadas, además de demandas medioambientales claves, que históricamente han sido una demanda de la juventud, tampoco fueron aprobadas: rechazaron el 85% de las propuestas de la comisión de medioambiente que involucraban temas relacionados a los pueblos originarios, a la Naturaleza como sujeto de derecho, y a la protección y mantenimiento del medio ambiente.

Somos parte de los miles de jóvenes que quieren acabar con la Constitución de Pinochet y la herencia de la dictadura y luchamos por derribar cada pilar que sostiene esta herencia: El sistema de AFP, la salud y educación de mercado. Pero no nos hacemos ilusiones. Sabemos que si bien esta Nueva Constitución contiene derechos que durante años nos fueron negados, (como el derecho a la educación, derechos sexuales y reproductivos, cierta autonomía de los pueblos originarios, o que en el “mundo del trabajo” se avanza en libertad sindical y negociación por rama, además de eliminar la prohibición de huelga que hoy pesa sobre sectores clave como los puertos) no fue gracias a las buenas intenciones de la Convención, sino que fue expresión de años de movilización.

Sin embargo estos derechos chocan con la realidad de una situación económica compleja y con una Nueva Constitución que mantiene algunos pilares esenciales de la anterior, no tocándole las ganancias a los grandes empresarios: No se toca el saqueo de los recursos naturales como el cobre y el litio, no termina con el sistema de pensiones de las AFP y mantiene el autoritarismo presidencial y los privilegios de la casta política.

La Confech: ¿Una vocería del Gobierno de Boric o de los estudiantes?

La Confech, uno de los principales organismos estudiantiles a nivel nacional, dirigida por las juventudes del Gobierno (Frente Amplio y el Partido Comunista) lejos de buscar desarrollar y fortalecer el movimiento estudiantil, buscan hacer ilusiones dentro de la juventud sobre el apruebo. Han brillado por su inexistencia en los últimos años, y durante el primer semestre pudimos ver el rol que cumplieron: mientras miles se movilizaban por la beca BAES, contra la violencia machista, por la libertad a los presos políticos, o por mejoras en infraestructura, y en general contra la crisis de la educación pública y un joven era baleado por la policía, ellos salían junto al Gobierno en una vocería común, celebrando el miserable aumento de $4.800.

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La misma línea han seguido quienes presiden hoy la Federación de estudiantes de la Universidad de Chile, que dejaron pasar las movilizaciones de JGM y de la facultad de Arquitectura y Urbanismo negándose a convocar instancias unificadas como universidad para discutir un pliego común, no solo de estudiantes sino que en conjunto a funcionarias/os.

Otros organismos que se levantaron “críticos e independientes” a la Confech como Lucha BAES, en última instancia se conformaron con el aumento y sus últimos pronunciamientos -al igual que la Confech- ha sido llamando a votar apruebo. En esa misma línea, han convocado a mochilazos estudiantiles por el apruebo, olvidando así las demandas del movimiento estudiantil.

Otros sectores llaman a “no creer en la farsa constituyente” que, si bien su denuncia al proceso es correcto, tiene una política abstencionista sin responder a los grandes debates nacionales, y que se limita a convocar a las/los más convencidas/os para enfrentarse “contra el sistema” y la policía pero sin una estrategia seria para vencer. . No compartimos esta estrategia infértil que da un camino sin salida a la juventud y que se aleja de las demandas y preocupaciones populares, sin buscar ganar la consciencia de jóvenes y trabajadores y disputar estos sectores al reformismo.

Creemos que para convencer a amplios sectores de ideas revolucionarias tenemos que buscar discutir qué posición tomar y qué hacer ante este escenario, no podemos dejarlo pasar por el lado. En ese sentido, para retomar las calles y combatir a la policía y al régimen tenemos que acordar un petitorio unificado y un plan de luchas ascendente que busca la simpatía de las masas obreras y populares del país.

¡Levantemos una fuerte campaña contra el rechazo y el plan de los partidos tradicionales! ¡Por una salida independiente de la juventud revolucionaria de la clase trabajadora!

El Apruebo y el Rechazo son dos caminos distintos que ideó la burguesía y sus partidos junto al reformismo para darle una “salida institucional” a la crisis que abrió la rebelión popular. El Rechazo “para reformar” representa una restauración del régimen burgués para limar algunos aspectos antidemocráticos como los supraquorums desde el congreso, pero fortaleciendo su lado más represivo y autoritario. Aprovechándose de que hoy en Chile prima un clima de mayor “calma”, sin lucha de clases generalizada. Por otro lado el Apruebo promete la integración de derechos y un cambio de régimen hacia uno más “progresista”, pluricultural y paritario por ejemplo, pero que se basa en ilusiones democráticas porque todo lo que sale en la nueva constitución depende el Congreso actual, que en la cámara de diputados tiene un 43% de fachos y en senado tienen un 50% del total. Así es casi imposible que desde las instituciones “nos den algo más”.

A todes quienes quieren enfrentar a la derecha y a los empresarios, pero también a quienes voten críticamente apruebo o han decidido anular, por estas razones les hacemos el llamado a organizarse junto a nosotres para construir una alternativa de independencia de clase, anticapitalista y revolucionaria, que siga luchando en las calles por la conquista de nuestros derechos. Para esto necesitamos construir una herramienta política en cada liceo, facultad o lugar de trabajo para potenciar la autoorganización allí, pero también en coordinación con otros sectores como trabajadores y pobladores, para levantar una fuerte campaña contra el rechazo, en nuestros lugares de estudio y trabajo, para no darle ni un espacio a la derecha más rancia que hoy quiere ceder un pelo de sus privilegios. Tenemos que arrebatar cada derecho con organización y movilización, pues como decía Rosa Luxemburgo, no son las reformas del sistema las que abrirán paso a la revolución, sino que es la revolución la que abrirá el camino a las reformas más profundas.

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