Julia Conley *
A l’encontre, 12-5-2020
http://alencontre.org/ameriques/
Traducción de Correspondencia de Prensa
El domingo 10 de mayo, los defensores de Medicare For All (1) alertaron sobre los resultados de un reciente estudio con respecto a la crisis inminente del seguro de salud. La crisis surgió con la pandemia del coronavirus, que ha causado más de 33 millones de pérdidas de puestos de trabajo en los últimos dos meses.
El seguro médico está vinculado al empleo para casi la mitad de los habitantes, unos 160 millones de personas. Un estudio reciente de la Fundación Robert Wood Johnson (RWJF) y el Urban Institut evalúa en 43 millones a las personas que podrían perder el seguro médico junto con sus empleos como consecuencia de la pandemia.
Según estos analistas, se alcanzaría esta cifra cuando la tasa de desempleo llegue al 20%. Según el Ministerio de Trabajo, la desocupación asciende actualmente a 14,7%. Pero algunos economistas calculan que en realidad entre el 19% y el 23,6% de los estadounidenses ya están desempleados, si se tiene en cuenta a todos los que han perdido su trabajo en las últimas dos semanas, así como a aquellos que no han tramitado el seguro de paro.
La pandemia «revela las múltiples insuficiencias de nuestro sistema», dijo a The Guardian Katherine Hempstead, jefa analista de políticas públicas de RWJF, y añadió que «no hay ninguna razón real para que la salud dependa del hecho de trabajar o no».
En las redes sociales, Veronikka Ziol (demócrata), candidata al Congreso por Indiana, explica por qué el sistema estadounidense condiciona el acceso a la atención médica al empleo: «Es la zanahoria atada a la punta del palo, sacudida delante de la nariz de la clase obrera. Hagan lo que queremos por el bocado de pan que les pagamos, o no podrán ir al médico». «Por eso necesitamos el Medicare para todos», dijo.
El mes pasado, el Instituto de Política Económica (EPI, por sus siglas en inglés) estimaba ya que 12,7 millones de personas habían perdido el seguro médico ligado a sus respectivos trabajos. (2).
De los empleados despedidos o que pierden su seguro al renunciar, 7 millones, según RWJF y el Urban Institut, no van a tener más acceso a la atención médica brindada por Medicaid o COBRA, la ley que permite a los estadounidenses pagar sus propias primas de seguro médico contratadas por sus ex patrones, cuyo monto puede llegar a cientos de dólares por mes para una cobertura individual.
A los 27 millones de personas que ya no tenían seguro médico antes de la pandemia hay que añadir ahora varios millones más. La Fundación RWJF y el Urban Institut se muestran preocupados. De esos millones de personas, muchas van a tratar de evitar los gastos médicos si empezaran a tener los síntomas del coronavirus, aumentando así el riesgo de propagación de la enfermedad y dificultando la lucha contra la pandemia en todo el país.
«En los EEUU, el sistema de financiación de la atención médica no fue concebido para soportar el doble impacto de una pandemia y de una recesión», declaró el Dr. Adam Gaffney, presidente del Physicians for a National Health Program (Médicos por un Programa Nacional de Salud) en declaraciones a The Guardian: «Es inevitable que la gente muera porque, simplemente, no puede obtener la atención médica que corresponde, debido a la recesión que se perfila en el horizonte».
* Artículo publicado en Common Dreams, 10-5-2020: https://www.commondreams.org/news/2020/05/10/next-crisis-43-million-americans-could-lose-health-insurance-due-pandemic-study
Notas
1) Medicare For All: Un sistema universal de seguro de salud para todos/as, popularizado por Bernie Sanders.
2) Elise Gould, cita un informe del EPI del 8 de mayo de 2020: 20,5 millions puestos de trabajo perdidos en abril de 2020.