por Carla Alonso
Son artistas lumínicos, hermanos y socios en Delight Lab, un estudio de diseño audiovisual y experimentación en torno a la luz, el video y el espacio. Octavio Gana (36) y Andrea Gana (34) fueron las cabezas creativas, junto a Marco Martínez, detrás de las proyecciones lumínicas en el edificio Telefónica, durante el estallido social. “¡Dignidad!”, “Chile despertó”, “¿Dónde está la razón?” o “El derecho de vivir en paz”, fueron algunas de las consignas que los santiaguinos vieron en vivo o leyeron cada noche, vía redes sociales, durante el toque de queda. Luego, intervinieron lumínicamente otros lugares emblemáticos como el Congreso, en Valparaíso, y los Tribunales de Justicia y la Torre Entel, en la capital. Una suerte de “activistas de la luz”, como se los ha llamado, que además de sus proyectores usan la palabra.