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En el quebrado Líbano usan criptomonedas como sustitutos de bancos y dinero

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Por Adán Salgado Andrade

Tantos años de guerras civiles y una mafia en el poder corrupta, han llevado a Líbano a una severa crisis económica. La ONU, estima que un 78% de su población ya ha caído en el nivel de pobreza, es decir, 78 de cada 100 libaneses sufren los estragos de la precariedad (ver: file:///C:/Users/Ad%C3%A1n/Downloads/Lebanon_ERP_2021_2022_378M_Final.pdf).

Hasta se pelean por la basura, pues muchos viven de vender desperdicios reciclables (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/01/en-libano-la-gente-hasta-puede-matar.html).

Sin embargo, la mafia en el poder que domina a Líbano, cuenta entre sus miembros a hombres listados entre los más ricos del mundo por Forbes, entre ellos, el de Taha Mikati, hermano del actual primer ministro, el corrupto Najib Mikati, al que han responsabilizado del actual estado tan deplorable en que se halla Líbano. Sus fortunas van de los 1,100 a los 2,500 millones de dólares (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/List_of_Lebanese_by_net_worth).

Y todo se complicó  más cuando el 4 de agosto del 2020, hubo una tremenda explosión de una bodega que contenía cientos de toneladas de fertilizante, almacenado por años, irresponsablemente por corruptas autoridades portuarias. La explosión dejó más de 200 muertos, cientos de heridos y cuantiosos daños materiales, por casas y construcciones afectadas total o parcialmente (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/11/estudio-forensico-demostro-que-la.html).

Los bancos están quebrados y muchas veces niegan la entrega de dinero a sus cuentahabientes. Por lo mismo, se han dado casos de ciudadanos exigiendo violentamente, con armas, que les entreguen parte de sus ahorros (ver: https://www.aljazeera.com/news/2022/10/4/depositors-storm-three-lebanese-banks-over-withdrawal-limits).

A esos extremos de desesperación han llegado algunos libaneses. Por lo mismo, muchos han recurrido a otras formas de guardar su dinero. Y eso lo han hecho adoptando criptomonedas, ya que, dicen muchos usuarios, son “más seguras que los bancos”. Es lo que expone el artículo del portal CNBC, titulado “En el quebrado Líbano, los ciudadanos minan criptomonedas o pagan comida con tether, dado que un dólar ahora vale sólo 15 centavos”, firmado por MacKenzie Sigalos (ver: https://www.cnbc.com/2022/11/05/-in-bankrupt-lebanon-locals-mine-bitcoin-and-buy-groceries-with-tether.html).

Eso lo están haciendo, dado que los bancos, a quienes tenían depositados dólares antes del 2019, al retirarlos – si es que se los entregan –, sólo les pagan quince centavos por cada uno, además de que se los dan en la muy devaluada libra libanesa, la que en este momento tiene un cambio oficial de 1,506.21 liras por dólar, pero “en la calle, se vende en 40,000 libras por cada dólar”.

Por lo mismo, por tanta hiperinflación y falta de seguridad bancaria, muchos como Georgio Abou Gebrael, han decidido invertir en bitcoins, los que no tienen que mantener en un banco, sino en sitios especializados o, incluso, en “monederos electrónicos personales”, con tal de no conectarse al internet y que los puedan detectar las autoridades. Gebrael trabaja por su cuenta y 90 por ciento de sus ingresos, son en bitcoins y el otro 10 por ciento, los obtiene de dólares, “que su pequeña empresa de arquitectura le proporciona. Y cuando le pagan, de todos modos cambia ese pago en efectivo por pequeñas cantidades de bitcoins”.

A diferencia de países como El Salvador, que han impuesto obligatoriamente el uso del bitcoin como moneda, en Líbano, es la propia gente la que lo usa u otras criptomonedas, justo como el tether, “que es un criptomoneda respaldada por activos. Fue lanzada por la empresa Tether Limited Inc, en el 2014, establecida en Hong Kong. Está diseñada para mantener la paridad de un tether por un dólar estadounidense, por lo que se denomina USDT (United States Dollar Tether), así que, supuestamente, cada USDT, está respaldado por su respectivo dólar” (ver: https://en.wikipedia.org/wiki/Tether_(cryptocurrency)).

A pesar de tantos problemas que han tenido las distintas criptomonedas, comenzando con el bitcoin, muchos libaneses, como señalé, confían más en ellas, que en los bancos o en la moneda libanesa, “que debes de llevar un buen montón de libras tan sólo para invitar a tus amigos a desayunar”, como le dijo un entrevistado a Sigalos.

El bitcoin, junto con las otras criptomonedas, ha perdido gran parte del valor que llegó a tener en el 2021. Y muchos inversionistas que tenían su dinero en bitcoins, con tal de obtener altos rendimientos, han visto, para su desgracia, perder más del 70% de su valor. Actualmente se cotiza en unos $21,000 dólares, cuando llegó a venderse hasta en $69,000 dólares, lo que demuestra la volatilidad de esas monedas (ver: https://www.cnbc.com/2022/06/15/bitcoin-has-lost-more-than-50percent-of-its-value-this-year-what-to-know.html).  

Además, su minado es muy contaminante, pues requiere mucha electricidad, que equivale a la de un país como Lituania, Eslovenia o Etiopía, pues sus emisiones de CO2 anuales, son del orden de 17.29 millones de toneladas, por la cantidad de combustibles fósiles, como petróleo o carbón, requeridos para producir la enorme cantidad de tal electricidad, que requiere tanto trabajo computacional (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/02/mineros-de-bitcoins-revivieron.html).

Gebrael es de los pocos que tienen un trabajo adecuadamente pagado, pues “el salario mínimo se ha desplomado, de $450 dólares mensuales en el 2019, a sólo $17 dólares actualmente (unos 340 pesos). Las pensiones prácticamente no valen nada, la inflación de tres dígitos de Líbano, le sigue a la de Sudan y los balances bancarios, sólo son números en papeles”.

Como dije, los bancos no tienen dinero, están quebrados y por eso controlan tanto la entrega de fondos a sus cuentahabientes y cuando los dan, son en devaluadísimas liras.

Luego, Sigalos reseña cómo Líbano, en los 1960’s y 1970’s, antes de la guerra civil de 1975, que duró 15 años, era visto como un buen país para vivir. Beirut, su capital, era considerada “la París del Medio Oeste y la élite mundial se estableció allí en grandes grupos, por sus cafés mediterráneos, su población francófona de buen tamaño y porque sus bancos era muy confiables, daban buenos intereses y eran muy resilentes”.

Eso es cosa del pasado.

Pero todo el dinero que extranjeros depositaban en esos bancos, era usado por la mafia en el poder para financiar obras corruptas, hasta que finalmente se vaciaron tales bancos y están quebrados. Y los afectados son los cuentahabientes que confiaban en ellos. Mucha gente se ha ayudado con las remesas que les envían parientes desde otros países. Al igual que las remesas que nuestros paisanos nos envían desde Estados Unidos, que entre enero y septiembre del 2022, de nuevo rompieron récords históricos, al situarse en $42,965 millones de dólares (ver: https://www.jornada.com.mx/2022/11/02/economia/023n1eco).

La razón de que la gente tuviera sus ahorros en dólares era porque esos bancos, tramposamente, ofrecían altísimos intereses, pero sólo en el papel, pues cuando los querían retirar, o no se los daban o les pagaban sólo 15 centavos por cada dólar, o sea, el 15 por ciento.

Por eso, personas como Mohamad El Chamaa, no tienen su dinero en el banco. “Cuando me depositan por los trabajos que hago, de inmediato lo retiro, en dólares, pues los bancos son una porquería”, dice.

O como el mencionado Gebrael, que se afianza en bitcoins. Otros, como Ahmad Abu Daher, comenzaron a minar ether, otra criptomoneda. Abu Daher, lo hace desde hace dos años, “compró máquinas mineras chinas usadas y como vive cerca de una hidroeléctrica, no tiene mucho problema para obtener electricidad”, dice Sigalos. “Yo no tengo problemas, porque tengo un medidor de electricidad y pago lo que gasto. Otros, se cuelgan y por eso, cuando los descubren las autoridades, les confiscan las máquinas. Estoy obteniendo, de todos modos, electricidad muy barata y por eso puedo hacer el minado”, declara Abu Daher.

Y es que, en efecto, como la electricidad es lo que más se gasta en el minado, muchos de tales mineros “van a países en donde no sea tan cara”.

También repara máquinas minadoras y las vende, además de operarlas a quienes se las compran. “Nos ha ido muy bien a mi amigo y a mí. Tan sólo en septiembre (2022), obtuvimos ganancias por veinte mil dólares, la mitad, por minado y la otra, por venta de minadoras”, declara. Tiene 22 años y se ve muy jovial, con una gruesa barba que le cubre todo el cuello.

Pues qué bien que tenga esa opción, en medio de tantos pobres. Me lleva a pensar qué tan expuesto puede estar frente a personas que, en su desesperación, se dediquen a delinquir, pues presumir que a alguien le va muy bien, entre un mar de pobres, es casi una invitación a “vengan a robarme”.

Rawad El Hajj, es otro libanés que se dedica al minado, “pues como no hay mucho trabajo en este país, vi eso como una opción”. Abu Daher le opera las minadoras que El Hajj, le compró. “Tengo once máquinas, que minan litecoin y dogecoin. Y me dan el equivalente a 0.02 bitcoins al mes, que son unos $426 dólares. Con eso, puedo vivir”.

Salah Al Zaatare, es un arquitecto que hizo lo mismo. “Saqué todos mis ahorros y compré diez minadoras, que me opera Ahmad (Abu Daher). Como son más modernas, me dejan unos $8,500 mensuales”, dice, orgulloso.

El mencionado Gebrael también consideró en cierto momento comprar minadoras, “pero es mucho dinero para la inversión, así que prefiero comprar bitcoins”.

Como señalé, el tether es muy empleado. “La gente usa sus celulares para comprar cosas con el tether que tiene almacenados en aquéllos”.

Gebrael, por ejemplo, cuando requiere efectivo, usa un servicio llamado FixedFloat, para cambiar algo de sus bitcoins por tether. “Luego, acude a un grupo de Telegram (una red social), para cambiar esos tether por dólares. Y aunque el tether no ofrece el mismo potencial para revaluarse que otras criptomonedas, todavía es muy confiable entre los libaneses”, dice Sigalos.

Son transacciones comunes, cambiar tether por dólares, “pues en Líbano, casi todo se compra con efectivo”.

También Abu Daher ofrece cambiar tether por dólares, “cargando uno por ciento de comisión”.

Y mucha gente prefiere pagar directamente con el tether, “para no tener que dar comisiones a cambiadores de criptomonedas o tener que hacer arreglos con extraños”.

Y aunque está prohibido emplear criptomonedas en Líbano, “ya está difundiéndose cada vez más su uso. Muchos comercios o restaurantes, ya aceptan pagos con criptomonedas. ‘El gobierno tiene muchos otros problemas, como para andar prohibiendo su uso’, dice Gebrael”.

Sobre la forma en que guardan sus criptomonedas, Abu Daher las tiene “100 por ciento en Binance y KuCoin, sitios especializados en almacenarlas”

Gebrael prefiere tener sus bitcoins en una especie de disco duro, llamado Trezor, que es un hardware como una cartera electrónica, “pues, así, no me tengo que conectar al internet y arriesgarme a que me localicen”, dice.

El empleo de las criptomonedas crece 120 por ciento anual en Líbano y “por ello, el empleo de celulares, para almacenar esas monedas, también ha crecido mucho”.

De todos modos hay gente que no se ha metido en lo de las criptomonedas, como el mencionado El Chamaa, quien “se guía por lo que dice Warren Buffett, que declara que las criptomonedas no tienen valor intrínseco y que sólo sirven para que otros tengan una ganancia”.

En fin, pues así es cómo logran sortear la profunda crisis económica y bancaria algunos libaneses.

Sólo algunos, pues, como comento arriba, muchos viven de recoger y vender desperdicios.

No creo que les dé para comprar bitcoins.

Contacto: studillac@hotmail.com

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