CIPER 27.12.2019
Por Ivonne Toro Agurto
El 10 de diciembre, en medio de las protestas en Plaza Baquedano, un elemento contundente -una lacrimógena según testigos- abrió una profunda herida en la cabeza de Geraldine Alvarado. Con apenas 15 años, la niña estuvo inconsciente durante cinco días en los que rozó la muerte. Los rescatistas y médicos que la atendieron en la calle relatan los segundos de horror en que entró en un coma profundo. Su padre y su mejor amiga cuentan sobre la infancia fracturada de una menor que desde pequeña conoció la pobreza y la desigualdad, contra las que decidió luchar. El INDH se querelló por homicidio frustrado.