El mandatario ecuatoriano anunció en cadena nacional la medida que busca frenar las protestas generadas tras sus reformas económicas.
RESUMEN LATINOAMERICANO
El presidente Lenín Moreno decretó este jueves un estado de excepción en Ecuador, para contener las protestas que desató las reformas económicas anunciadas la víspera.
Ecuador amaneció con fuertes manifestaciones y un paro nacional de transporte en rechazo a las reformas económicas, que implican la eliminación de subsidios para el consumo de combustibles fósiles y la liberación de los precios del diesel y las gasolinas.
«Con el fin de precautelar la seguridad ciudadana y evitar el caos, he dispuesto el estado de excepción a escala nacional”, argumentó Moreno.
Con esta decisión, el gobierno puede sacar a las calles a los militares para evitar desmanes. Moreno reiteró que hay apertura al diálogo, pero que no permitirá caos, porque los grupos que crean focos de violencia están perfectamente identificados ya que pretenden desestabilizar al gobierno.
Las medidas siguen en firme. No existe la más mínima posibilidad de cambiar aquellas medidas relacionada con ese subsidio perverso que causaba daño al pais. No es posible permanecer en esta distorsión que causaba un serio deterioro a la economía nacional, señaló el presidente.
Moreno dijo que es preciso mantener esa decisión para controlar a quienes pretenden imponer el caos para conseguir algo. «Ese tiempo ya se acabó, debemos abandonar esa costumbre que es tratar de imponer criterios con actos vandálicos», expresó el mandatario en breves declaraciones una vez que concluyó el gabinete con los ministros del régimen.
Dijo que a las personas que lo critican de no tomar decisiones, eso pudiera ser una impresión, pero explicó que él sí tiene la valentía para tomar decisiones ante los problemas que afronta el país que ama tanto. «Una cosa es que sea prudente y otra que tenga valentía, y me sobra para tomar decisiones respecto a este país», dijo Moreno.
Los ecuatorianos reclaman derogar lo que consideran un «paquetazo económico», que solo afectará a los más vulnerables. Sin embargo, el ministro de Finanzas, Richard Martínez, descartó que el Gobierno de Moreno vaya a retroceder en su decisión «porque es lo correcto», y evita seguir favoreciendo «a las mafias que se llevan el dinero a Colombia y Perú».