El odio y terror irracional que manifiesta la derecha contra esa tienda partidista obliga a preguntar: ¿qué porcentaje electoral posee hoy (hoy, no el 2018) el viejo e histórico Partido Comunista?
Arturo Alejandro Muñoz
No tengo certeza si el fenómeno ocurre también en otros países, pero lo que acontece en Chile respecto del partido comunista llama la atención y, por ello, es posible escribir esta nota.
La Derecha chilena, junto a sus aliados socialdemócratas, ha perseverado desde hace décadas en el intento de convencer a las mayorías ciudadanas, mediante gastadas monsergas, que la tienda política izquierdista procurará siempre un golpe de estado, una revolución sangrienta, así como también la apropiación de bienes particulares, la expropiación de todas las empresas existentes, y la entrega de Chile a las garras de naciones imperialistas socialistas.
Según esta Derecha, el PC es algo parecido a lo que Jesse James fue en Estados Unidos en el siglo diecinueve; todo lo malo que ocurría en el oeste y centro-oeste de ese país, vale decir, todo robo, todo asalto, todo asesinato…la prensa, las policías y los políticos culpaban rápidamente a Jesse James. El establishment es porfiado en ello, acostumbra darle siempre una cara, un nombre conocido, a todo crimen o intento de crimen y de ilegalidad. Y si de política se trata, lo habitual es cargarle el muerto a un partido opositor, de preferencia, al más sólido, al más coherente, al más popular.
La derecha criolla se esmera en presentar al PC como un ente de alta peligrosidad, y a sus dirigentes y parlamentarios les endosa características de otros personajes (Nicolás Maduro es el favorito hoy día), soslayando convenientemente que ella y sus principales dirigentes son vástagos de la dictadura militar-empresarial encabezada por Pinochet y Merino, la que azotó al país asesinando a miles y regalando exitosas empresas fiscales a manos privadas en un saqueo monstruoso que no tiene parangón en nuestra Historia.
Cualquier persona desavisada y desinformada respecto de estos asuntos, creería –si se basa en lo que dice y escribe la derecha- que el Partido Comunista es un gigante electoralmente hablando, que tal vez cuenta con un 40% de las preferencias ciudadanas.
Pero, en estricto apego a la verdad, si tomamos como referente la última elección de concejales (año 2021) donde, a nivel nacional, participaron todos los partidos políticos existentes en el país, la vieja tienda popular de Emilio Recabarren obtuvo un 9% de los sufragios.
¿Es mucho, o es poco? Bien vale recordar algunos datos sobre este tema. El año 1947, luego que el PC formara alianza con socialistas y radicales en el Frente Popular, alcanzó el 16,9% de los sufragios, un número muy respetable que lo colocaba entre los partidos políticos que influían directamente en el quehacer legislativo nacional.
Durante el gobierno de la Unidad Popular, el PC fue, sin duda ninguna, el partido que más y mejor defendió, respetó y cuidó la democracia y las leyes. De hecho, ninguna otra tienda inserta en la Unidad Popular fue más leal y consecuente con el presidente Allende y su programa.
La página Memoria Chilena, nos dice lo siguiente:
<<En los primeros años del régimen militar cientos de comunistas fueron muertos, detenidos desaparecidos, encarcelados, torturados y exiliados; por lo que el partido se debatió entre la sobrevivencia, el exilio y la lucha contra la dictadura. En la década del ochenta, el partido adoptó una política de rebelión para enfrentar la dictadura de Pinochet pero, en cambio, triunfó la estrategia de negociación impulsada por la Concertación de Partidos por la Democracia a fin de reinstaurar el régimen democrático en el país. Al finalizar el siglo XX, su marginación de la alianza de gobierno y el derrumbe de la Unión Soviética le restaron protagonismo y electorado>>
Poco a poco, ese partido ha logrado repuntar en materia electoral. Hoy, ya lo dijimos, muestra un 9% de apoyo en sufragios, y un cada vez más creciente número de afiliados y simpatizantes. Pero, en términos de comicios, el 9% sigue siendo su realidad electoral.
Entonces, en Chile –y ese el ‘fenómeno’ al que aludíamos al inicio de esta nota- pareciera que hay dos Partidos Comunistas: el que insiste en mostrar falazmente la derecha junto a la prensa de su sector, y el que certifican sin error las estadísticas electorales.
Como ya es habitual, una vez más, y también en esta materia, la derecha miente…crea sus propios fantasmas y monstruos para asustar al respetable…de manera enfermiza termina creyendo a pie juntillas su propia fantasía.