Sergio Cit Ramírez
Las imágenes de Israel y la Franja de Gaza son horrorosas. Cientos de civiles han sido asesinados, donde los niños palestinos han sido las principales víctimas. Los ataques de Hamás dentro de Israel fue la excusa perfecta para una escalada criminal del gobierno israelí contra los palestinos en los últimos meses. El gobierno de ultraderecha dirigido por Netanyahu, con el apoyo de las potencias occidentales son los responsables de esto.
Desde el sábado 7 de octubre, el brazo militar de Hamás en Gaza llevó a cabo una ofensiva preparada durante varios meses: donde más de 800 personas murieron y otras 240 fueron tomadas como rehenes.
Con este ataque la idea de un Israel invencible se ha visto fuertemente empañada y se ha demostrado que existía una falsa sensación de seguridad dentro de Israel, basada en la enorme superioridad de su aparato policial y militar.
Lo que también se ha confirmado en estos últimos meses es que bajo el capitalismo es muy difícil encontrar una salida real y definitiva a este conflicto, sin luchar por una sociedad socialista seguiremos viendo nuevas masacres.
La clase trabajadora israelí debe organizarse contra el gobierno de la derecha, esforzándose por desarrollar una solidaridad de clase. Lo anterior, junto con otras acciones y luchas de los trabajadores, puede ayudar a preparar el camino para la construcción de un nuevo partido político en Israel basado en los intereses de la clase obrera, con un programa socialista que pueda plantear una alternativa real al derramamiento de sangre.
Los socialistas, por otro lado, no pueden apoyar a Hamás y Hezbolá, partidos políticos de derecha que se basan en el Islam. Están en contra de los derechos de los trabajadores, de los derechos LGBTQ+ o de la igualdad de las mujeres; y sus estrategias militares no traerán la liberación de los palestinos, ni mejores niveles de vida para ellos, ni el fin del conflicto, nada de lo cual es posible bajo el capitalismo. El camino a seguir para los palestinos pasa por la organización democrática de la lucha de masas -una intifada socialista- basada en los intereses de los trabajadores y los pobres, independiente de las élites.
Los trabajadores palestinos también necesitan construir su propio partido de masas, independiente de los intereses capitalistas y de la élite palestina.
Sólo el derrocamiento del sistema capitalista, sustituyendo la propiedad privada de las principales empresas por la propiedad pública y el control democrático por parte de la clase trabajadora y los sectores populares puede sentar las bases para el fin de la opresión y la guerra.
Debemos exigir el alto a la guerra entre Israel y Gaza. Por la retirada inmediata del ejército israelí de los territorios ocupados
Por la construcción de partidos obreros independientes en Palestina e Israel y con vínculos entre ellos
Por un estado palestino independiente y socialista, junto a un Israel socialista, con dos capitales en Jerusalén y derechos democráticos garantizados para todas las minorías, como parte de la lucha por un Oriente Medio socialista.
