Apuntes para entender la Coyuntura
Chile en la encrucijada
por Nelson Agustín Aramburu
Lo viejo se niega a morir,
Lo nuevo no termina de nacer.
(Gramci)
El pobre paisito con vista al mar, vive una profunda crisis política.
La Hegemonía dominante (dominación aceptada por los dominados) se terminó de fracturar en octubre del 2019.
Chile está inmerso en una profunda crisis de legitimidad y representación política. Carecen de credibilidad el Gobierno, el Congreso, los Partidos, el Poder Judicial, FF.AA., Carabineros… ni siquiera las Iglesias!
Las élites políticas, empresariales y militares fueron sosrprendidas por el Estallido Social. Su primera reacción fue acusar un complot internacional, de un enemigp poderoso e implacable. No entendieron el profundo cansancio de la población chilena con un modelo extractivista, depredador y abusivo.
En la lógica del poder, es impensable una movilización ciudadana tan masiva y confrontacional, sin una organización detrás. Su lógica es de los tiempos de guerra fría, y su incomprensión del fenómeno los ha llevado a dar bandazos, desde el “hemos escuchado” a “la prioridad es el control del Orden Público”, sin resolver nada.
La mentalidad empresarial del mandatario y su equipo les juega en contra. Tratan de sacar pequeñas vantajas económicas y mantener el modelo, publicitando como reformas pequeños ajustes a pensiones, salarios y salud pública, concentrando los esfuerzos en la contención represiva de la población.
Desde octubre a la fecha no han dado ninguna respuesta real a las demandas ciudadanas… pero han establecido siete nuevas leyes contra la población civil. (anti saqueo, barricadas, cortes de calles, etc.).
El Gobierno a pesar de la complicidad de parlamentarios –incluso opositores- y la demencial violencia policial, hace rato que perdió el control del orden público. La experiencia de sacar las FF.AA. a la calle en octubre, les mostró que la ciudadanía no teme enfrentarse a funcionarios de instituciones desprestigiadas… y por tanto agitar el fantasma del Golpe de Estado, es una herramienta mellada,
EL PAIS FUNCIONA
Pero extrañamente… el país sigue funcionando!
Los exportadores, las mineras, los bancos, el comercio, el transporte, la energía… siguen operando como siempre. El saqueo de los recursos naturales continua, las AFP siguen recolectando el diezmo a fin de mes, los ciudadanos pueden ejercer el derecho a seguirse endeudando, ningun funcionario, alto mando o político ha renunciado.
La infraestructura productiva, económica y financiera, está intacta.
Las instituciones no han colapsado. El poder militar y policial no ha sido tocado, y a traves de leyes express, se le han otorgado mas atribuciones.
En los últimos días, tras las banderas del Rechazo (a una nueva Constitución), la ultraderecha ha hecho su aparición pública con evidente protección de la policía uniformada. Como siempre, sus argumentos no son en torno al país que queremos, sino amenazas, llamados a la intervención de las FF.AA., agresiones a quienes los repudian en las calles.
La crisis refleja el agotamiento de un regimen y de un modelo de dominación. Frente a eso las clases dominantes están en un dilema de proporciones. Se la juegan por mantener el sistema actual –lo que implica mantener indefinidamente la crisis- o definen que están dispuestos a ceder. Pero lo concreto es que carecen de un proyecto de sociedad alternativo acorde a sus intereses.
Por el lado de las fuerzas populares, y los grupos mas radicalizados del movimiento social, la dispersión hace de las suyas. No están los pilares fundamentales de un proceso revolucionartio: Un Proyecto País que le haga sentido a las mayorías ciudadanas y una organización política (llámese Partido, Frente, Movimiento) capaz de articular y dar conducción a las masas en rebeldía. Como dato anexo, las bases movilizadas son bastantes refractarias a “los partidos” políticos.
En el intertanto, una discusión bizantina en el seno de la sociedad civil respecto a si queremos Asamblea Constituyente, si participamos o no en el Plebiscito, si le ponemos fichas a la Convención.
Para superar la crisis, es urgente unificar criterios respecto a la necesidad de un nuevo pacto institucional –en razón del agotamiento evidente del actual- y articular en torno a objetivos muy precisos la movilización social (Agua, Fin a AFP, Salud Pública, Educación Gratuita de calidad, etc) para no dejarse encasillar en la discusión –funcional a la derecha- respecto a los mecanismos.
LAS PERPECTIVAS
La derecha mas recalcitrante, apuesta por la NO realización del Plebiscito, porque saben que no tienen ninguna posibilidad de que gane la opción del Rechazo, que implica mantener la actual constitución.
En caso de que se realice, se la juegan por sacar una votación que les permita entrabar la discusión constituyente. Para ello, su opción es una Convención Mixta, integrada en un 50% por parlamentarios, en la que aumenta su influencia.
Por la Opción Apruebo está un sector de la derecha, la centro izquierda neoliberal, la izquierda progresista, y la sociedad civil organizada (colegios profesionales, sindicatos, trabajadores de la cultura, etc.). Un sector de la izquierda social (pobladores, estudiantes, ambientalistas) desconfían de un proceso controlado por la institucionalidad y llaman a no participar en el Plesbicito y exigir una Asamblea Constituyente.
Las interrogantes claves son dos:
- Cuanto están dispuestos a ceder los grupos económicos que controlan el país
- Se mantendrá el Gobierno de Piñera en los próximos meses?
La segunda interrogante tiene que ver con que además de haber perdido el rumbo, carecer de políticas para superar la crisis, los errores no forzados en que incurre una y otra vez Sebastian Piñera, cada vez ponen en la agenda la pregunta: ¿Está capacitado Piñera para dirigir el país?
Si se derrumba el Gobierno… cambia todo el escenario.
Nelson Agustín Aramburu
Valparaíso – Chile.
3 de marzo de 2020.