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Introducción a la Economía Marxista – Capítulo 3: La Máquina Controla Nuestras Vidas

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El Comité por una Internacional de los Trabajadores (CIT) llama por una semana laboral de 35 horas. Con una dirección sindical determinada y luchadora, esto puede ser logrado.

Para muchos trabajadores, sin embargo, las horas largas de sobre-tiempo son la única forma de ganar bastante para satisfacer las necesidades básicas. El sobre-tiempo conviene al empleador. Corta la necesidad de tener que emplear más trabajadores. Una forma en la que los jefes aumentan la plusvalía es a través del sobretiempo no pagado.

El secreto del desarrollo del capitalismo se queda en el uso de la maquinaria. Alguien usando maquinaria moderna generalmente siempre estará más productivo y ganara más dinero que un trabajador que no la tiene. Desde la máquina de vapor hasta la fábrica más moderna integrada por computadoras, el cuento siempre ha sido lo mismo. Aumenta la velocidad de producción para recuperar el costo de los pagos lo más rápido que sea posible y, por lo tanto, incrementa la plusvalía de cada trabajador masivamente.

En las fábricas modernas de autos, los salarios son recuperados tan rápidamente que los trabajadores trabajan gratis para el jefe por una gran parte del año.

La nueva tecnología tiene el potencial de reducir la semana de trabajo a sólo unas cuantas horas. Pero bajo el capitalismo este “aparato de ahorrar trabajo” se hace un palo utilizado para romper nuestras espaldas. El costo de la maquinaria es tan grande que el empleador aumenta la producción para pagar la deuda. El trabajar nunca se termina, por que se rotan turnos durante las 24 horas.

Y la maquinaria reemplaza el trabajo. Este hecho fue escondido durante el gran auge económico de los años 1950-1973.

Mientras la gran inversión ocurrió en la producción de cadena de montaje (por ejemplo en las grandes fábricas de autos) cantidades enormes de trabajadores todavía fueron necesitados para maniobrar la maquinaria. La tecnología de hoy requiere mucho menos trabajadores.

Los trabajadores de fábrica de hoy están forzados a trabajar hasta la muerte y el estrés del trabajo causa la pérdida de millones de días, mucho más son perdidos debido a huelgas. A la vez, los trabajadores desempleados están parados, sin capacidad de producir bienes y servicios útiles para la sociedad.

Las Industrias de Servicio

Hoy en día, muchas personas no son obreros en fábricas. Ha habido un crecimiento de “servicios” como en el sector financiero y de ventas. Muchos empleados de las industrias de los servicios generan plusvalía para sus patrones. Trabajadores de McDonald’s generan ganancia a través de su capacidad de cocinar hamburguesas por un salario muy bajo. Las personas no necesitan “hacer” algo para producir plusvalía. Un conserje en un hogar de ancianos privado produce una ganancia para su empleador, igual que un obrero de fábrica lo hace.

Muchas industrias de servicio están involucradas en la venta de bienes y servicios. Las tiendas presentan los bienes de una manera atractiva para persuadir a la gente a comprar. Muchas empresas financieras sólo pasan su tiempo vendiendo dinero a capitalistas y trabajadores.

Estos servicios son en su mayoría “no productivos” en el sentido capitalista de que no producen la plusvalía directamente.

Los jefes de este sector hacen dinero por tomar una porción de la plusvalía producida por las empresas que ellos sirven. Pero definitivamente esto no les hace más amables y menos crueles para con sus propios trabajadores.

La “lógica” de la ganancia dice que el sector público también es “no productivo”. Siendo pagado de los impuestos e ingresos del gobierno significa que no hace plusvalía para los patrones. Las nacionalizaciones y estados de asistencia social que existen en algunos partes del mundo (principalmente en los países “desarrollados” de Europa) fueron ganados en el pasado por la presión de la clase trabajadora sobre el gobierno y los patrones. Los capitalistas estaban preparados a aceptar alguna forma de sector público para proveer a los trabajadores la salud básica y educación.

También, los capitalistas necesitaban transporte y electricidad proveído por el estado para ayudarles a sacar más ganancia. La meta de la privatización es de traer los trabajos socialmente útiles directamente dentro del sistema de ganancia. Este da a los ricos un bono doble: la oportunidad de generar ganancia y asimismo conseguir cortes de los impuestos estatales. El servicio al público esta lejos de ser una prioridad.8

Ellos apuestan con nuestro dinero

En las etapas iniciales del capitalismo, la empresa familiar fue normal. Mientras empresas más “eficientes” vencieron a las otras, monopolios enormes empezaron a dirigir el mundo.

Mientras la plusvalía se incrementó más y más, el dinero generado por el trabajo de los trabajadores empezó a ser intercambiado a través de las empresas financieras. Los grandes bancos se hicieron gigantescos.

Sociedades de construcción, empresas de seguros y fondos de pensiones han aparecido para intercambiar el dinero de la gente para sacar una ganancia. El capitalista moderno probablemente nunca ha ido a las empresas en las que él/ella invierte. Las bolsas de valores listan las acciones de las grandes empresas y los bonos de los gobiernos. El pasatiempo capitalista consiste en apostar con nuestro dinero escogiendo las acciones y bonos que cree son la mejor elección.

La apuesta más grande es en los mercados de dinero. ¡Para comprar y vender las diferentes monedas del mundo, trillones de dólares son intercambiados cada día! Y luego nos dicen que no hay dinero para nuestros servicios públicos y beneficios.

Ver Capítulo 4  y final

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