El dirigente sindical fue uno de los líderes de las protestas ciudadanas para lograr descontaminar su comuna y su muerte fue un duro golpe para la comunidad.
Fuente: La Hora. 23 noviembre de 2018.
El presente año detonó una de las peores crisis ambientales que ha afectado a nuestro país en los últimos años y que puso en el ojo del huracán a las comunas de Quintero y Puchuncaví, en la Región de Valparaíso.
Las comunidades de ambas ciudades se vieron seriamente afectadas por la contaminación generada por el cordón industrial que las atraviesa y fueron cientos los casos de personas que resultaron intoxicadas.
Debido a esto la comunidad finalmente decidió salir a las calles y generó un movimiento social que obligó a las autoridades a tomar cartas en el asunto. Y uno de los cabecillas de esta lucha fue Alejandro Castro, secretario del sindicato C-24 de pescadores de Quintero y activista medioambiental, quien participó activamente en las movilizaciones en busca de un mejor estándar de vida para sus vecinos.
‘El Mecha’, como era conocido de manera coloquial por sus amigos, cada vez que pudo estuvo presente en las marchas, que este año se intensificaron de tal forma que obligaron a decretar inéditas medidas, como una alerta sanitaria, un plan gubernamental para descontaminar ambas ciudades y hasta la salida del Superintendente de Medio Ambiente, Cristián Franz.
Pero su lucha, ampliamente reconocida por la comunidad, terminó de manera abrupta, luego que su cuerpo apareciera colgado a la orilla de la línea férrea en Valparaíso.
Su muerte impactó de manera brutal a la comunidad, que vio cómo se iba uno de los estandartes en la pelea por eliminar la contaminación en la llamada ‘zona de sacrificio’.
Dudas
Pero la partida de Castro, además, generó un mar de dudas por parte de la familia y amigos, quienes hasta el día de hoy no se convencen de que Castro haya atentado contra su vida y aseguran que incluso había sido amenazado por apoyar las demandas ciudadanas.
Así al menos lo manifestó su madre, Alejandra Castro, quien aseguró que su hijo «estaba siendo observado todo el tiempo. Policías de Fuerzas Especiales lo habían amenazado».
Agregó que «Alejandro participó en muchas protestas, como cuando buscaban derogar la Ley de Pesca, cuando buscaban que la captura de la jibia fuera 100% artesanal, hace años que están en esto. Se sabía que había mafia de todos lados».
«Lo último que supe de él fue un día antes de la protesta. Siempre estaba preocupada, pero no de que se iba a suicidar», recalcó.
Otra de las personas que se refirió a estas dudas fue Carolina Orellana, vocera de la familia. La mujer aseguró que Castro sufrió amenazas directas «de funcionarios de la Séptima Comisaría de Valparaíso que llegaron a Quintero. Eso sucedió tras la segunda marcha, que tuvo lugar el 23 septiembre. Por lo mismo surgen las dudas. Sus cercanos esperan saber de las fuentes oficiales cuáles fueron las causas reales de su deceso».
Incluso, su propia pareja, Polet Urrutia, también defendió esta tesis y descartó la hipótesis de un suicidio. «Estábamos terrible contentos por todo lo que había pasado (…). Alejandro estaba súper bien, con todos sus ideales bien puestos».
Pese a esto, fue la propia Brigada de Homicidios de la PDI y el Servicio Médico Legal (SML), quienes descartaron la participación de terceros en la muerte del dirigente.
«Al examen interno policial no se observaron lesiones atribuibles a terceras personas, lo que fue corroborado por el Servicio Médico Legal (SML) tras realizar la necropsia correspondiente», indicó un comunicado de la PDI.
Pese a eso, de igual manera continúan las pericias para establecer y ‘esclarecer las motivaciones y circunstancias del deceso’.
Terram Publicado en: Resumen de prensa 23/11/2018
