por Christian Camus
Para concretar la Ley Nain, ocurrieron primero, tres crímenes de Carabineros. Hubo presión a todo nivel desde los poderes facticos hasta el Parlamento. Objetivo, impunidad por un lado; y por otro, ampliar facultades operativas a las Policías. No hubo oposición alguna a estos criterios y actos, por no llamarles políticas.
La macrozona sur cumplía dos años de permanente estado de excepcion, apoyado tanto de fuerzas militares marinas, Carabineros, policías, la inteligencia militar, y las Fiscalias. Si bien, bajaron los niveles de conflicto, el problema del robo, tráfico de maderas y la pasada de cuenta de un fundo para con el otro fundo, ha seguido latente. Ocurre este hecho repudiable de asesinar a Carabineros, justamente cuando su máximo Jefe tiene encima más de 100 querellas criminales, de las cuales 10 de esas querellas, lo tienen tirando de la soga al cuello hacia arriba. El Jefe N°1 de Carabineros se ha negado insistentemente en enfrentar a Tribunales y a la Fiscalía.
Este hecho genera un efecto político, que utilizarán para maniobras políticas y judiciales, que influyan ante la opinión pública en el actuar de Carabineros y su Jefe. No quieren reformas a su institución, no quieren enlodar a esa institución, no quieren otra ignominia más.
Persistir en la impunidad, no es buena compañía, cuando se está en proceso de lavado de imagen institucional y negarse a su vez, a enfrentar los caminos judiciales y desfilar por pasillos de tribunales.
Demasiados privilegios para un niño consentido