El reciente temporal sufrido en la zona centro sur del país ha causado
diversos estragos e inundaciones en muchos sectores y ciudades de Chile,
particularmente en viviendas construidas en los últimos diez o veinte años
que han quedado totalmente anegadas por desbordes de canales y ríos y sus
propietarios, gente de clase trabajadora han visto cómo sus enseres eran
estropeados por el agua.
En Viña del Mar, específicamente en el sector de Reñaca, la televisión ha
mostrado un enorme socavón a un costado de un edificio construido en las
llamadas Dunas de Concón.
Cabe preguntarse. ¿Por qué tantas poblaciones y Villas construidas
recientemente han sufrido inundaciones?
En cambio, antiguas poblaciones construidas en los años sesenta no han
tenido este problema, salvo sus calles convertidas en ríos con las lluvias, pero
el agua no ha entrado a las viviendas.
Muchos expertos hablan de que es necesario cambiar las normas y
adecuarlas al cambio climático que vivimos, ya que en Chile el nivel técnico
de los constructores, ingenieros, calculistas y arquitectos es de los más altos
del mundo y todas las construcciones se han hecho siguiendo las estrictas
normas de urbanización.
Queda la sensación al escuchar a todas estas “autoridades” que Chile se ha
quedado atrás con la normativa y por lo tanto es necesario actualizarla.
Nada se dice del modelo económico y de la voracidad de las empresas
inmobiliarias.
El fuerte Lobby por parte del sector privado de la construcción acorde con el
modelo económico ha hecho posible una legislación bastante amable con el
sector inmobiliario que en definitiva ha llevado a aprobar la construcción de
complejos habitacionales donde lo que se ha impuesto es el negocio privado
en desmedro de la seguridad y el bienestar de la población.
Se ha construido en sectores cercanos a ríos y canales que históricamente
han tenido episodios de desbordes, sin tomar los resguardos y obras
complementarias necesarias que mitiguen los peligros ante eventos como los
vividos la semana pasada en la zona centro sur del país.
En el caso de Viña del Mar, queda de manifiesto la manera como se
aprobaron los permisos de edificación de construcciones en altura en las
Dunas de Concón, sector emblemático y que se le otorgó la categoría de
SANTUARIO DE LA NATURALEZA por su ecosistema y geo sistema único que
corresponden al último vestigio de dunas de origen cuaternario, siendo
además último vestigio del desierto florido del norte que se extiende hacia el
sur.
A pesar de la gran oposición de organizaciones sociales a que se construyeran
complejos en el sector de las dunas, la dirección de obras terminó por
otorgar los permisos a las depredadoras inmobiliarias que levantaron todo un
conjunto de edificios cambiando el rostro del paisaje y a la vez cambiando de
paso su biodiversidad.
El modelo economicista neoliberal, no se detiene ante nada, solo importan
las ganancias para los bolsillos de un puñado de empresarios que no se
detienen ante nada, dañando de manera indiscriminada el medio ambiente
pero además arruinando a la población que termina comprando las viviendas
y pierden todo ante las inundaciones.
La naturaleza nos recuerda cada cierto tiempo que está viva, que todo lo que
se haga sin tener en cuenta el ecosistema, termina por colapsar.
Esto ha quedado de manifiesto al ver las imágenes del edificio al borde de
colapsar y caer el socavón producido en las dunas.
Es necesario repensar el problema de la falta de viviendas, la manera en
cómo dar solución habitacional a tantas familias que carecen de una casa
digna. Pero es importante pensarlo de manera integral y es claro que bajo el
sistema capitalista y neo liberal es imposible dar soluciones seguras y dignas.
Se hace urgente un sistema de construcción de viviendas sociales integradas
con sectores de servicios, de comercio, de recintos educacionales, de salud y
deportivos.
El capitalismo es un sistema que ya dio todo lo que podía dar dentro de sus
límites, llegó la hora de cambiarlo por una sociedad socialista, democrática,
igualitaria, ecológica bajo el control de la clase trabajadora.