Rómulo Pardo Silva
La inteligencia artificial puede ser un avance de era para la vida y el planeta si es operada por representantes de toda la humanidad.
Con una gran capacidad podría solucionar el calentamiento global, formular el proceso para hacer el decrecimiento, resolver los temas de la paz entre los pueblos, terminar con las enfermedades sin cura, asegurar el agua y el alimento…
Se mencionan consecuencias preocupantes de su uso por sujetos tramposos y personas curiosas: presentar informes de conclusiones sin haberlas investigado, falsear fotos y voces, engañar con datos, crear pinturas automáticas…
Grave y evidente, su capacidad de destruir empleos.
Eso no es lo novedoso, son prácticas de hace mucho tiempo. Despidos masivos, políticos criminales presentados como pacifistas, líderes populares como tiranos, guerras de conquista como actos de defensa, estados vasallos como soberanos, conservadores del modelo como reformistas radicales…
Algunas informaciones parecen indicar que los oligarcas globales temen que con aparatos de inteligencia artificial nuevos grupos les arrebaten su gobierno mundial de hecho.
La humanidad debe terminar con cualquier forma de gobierno insostenible impuesto o no y al mismo tiempo controlar máquinas inteligentes que puedan llevarla a la extinción.
Si las máquinas pudieran en algún momento liberarse del manejo humano, por si solas podrán destruir el planeta y sus especies.
Actualmente la inteligencia artificial es un riesgo desarrollado por técnicos de empresas que deciden a libre voluntad sus pasos.
Debe considerarse también la posibilidad de que la inteligencia artificial tenga capacidades más limitadas de las que se publican.