Felipe Portales
Si ya los resultados del manejo de la pandemia durante el gobierno de Piñera dejaron a Chile 19° a nivel
mundial (entre 194 países con más de cien mil habitantes) en el fatídico ranking de fallecidos por covid en
relación a la población, con 2.885 personas por millón (55.965); hoy (4 de enero) nos encontramos en el
lugar 17°, con 3.285 por millón (63.243). Además, esto significa que nuestro país continúa ocupando el triste
primer lugar, respecto de todos los países de Europa occidental, Asia, Africa y Oceanía. Sólo nos “superan”,
Perú y Estados Unidos en América; y 14 naciones de Europa oriental. Y significa también que Chile ha subido
su diferencia con el promedio mundial de las tasas de fallecimiento de 3.68 en mayo (18) pasado; a 3.73 en
septiembre (11); y a 3.82 ahora. Todo esto de acuerdo a las informaciones públicas diarias que ofrece
Worldometer a través de Internet.
Increiblemente, estos resultados no son conocidos por la generalidad de la población ya que los gobiernos
de Piñera y Boric, y los grandes medios de comunicación los ocultan. Es más, el gobierno de Piñera llegó al
extremo de cometer un gigantesco fraude estadístico al usar un método de registro de fallecidos distinto
al de la OMS, lo que significó que dicho gobierno se “presentara” al finalizar con un registro de 43.785
personas fallecidas, es decir, con 12.180 personas menos (¡21,76%!). Esto fue enmendado por el gobierno
de Boric el 21 de marzo del año pasado, sin que la generalidad de las personas siquiera se enterase y ¡sin
generar escándalo institucional alguno!…
Pareciera que “bajarle el perfil” a las cosas ya está en nuestra naturaleza; pero realmente cuesta
entenderlo cuando estamos hablando de informaciones que pueden llevar a que la población adopte
medidas precautorias necesarias para conservar su salud ¡e incluso su vida! Afortunadamente, la gravedad
de las actuales cepas ha sido mucho menor, repercutiendo en una baja importante del número de
fallecidos. Sin embargo, bajo el nuevo gobierno ya han fallecido 7.278 personas por covid, en menos de 10
meses… Todo parece indicar que, al menos, la mantención del uso de la mascarilla en el transporte público y
en espacios públicos cerrados debiese ser obligatorio. Y que el gobierno debiera informar respecto de los
nuevos fallecidos, sobre cuántos han recibido o no la vacuna contra el covid. Esto último constituiría –muy
probablemente-, además, un fuerte incentivo extra para que quienes no se hayan vacunado aún, lo hagan lo
más pronto posible.
Esperemos que ahora que la OMS y los epidemiólogos se ha manifestado muy preocupados por el rebrote
de una cepa muy mortífera en China; y que varios países (junto con Chile) están anunciando test obligatorios
para todos quienes llegan del gran país asiático; nuestro gobierno restablezca por el próximo futuro el deber
de usar mascarillas en el transporte público y en los espacios públicos cerrados. Y que no se diga que esto
constituiría un exceso de reglamentación de una conducta personal. Estamos hablando de una conducta
evidentemente personal, pero que además puede causar grave daño en la salud e incluso en la vida de otras
personas, fuera de la propia…