Por Celso Calfullan.
El lunes 19 de septiembre, día de las Glorias del Ejército, el grupo ‘hacker’ Guacamaya dio a conocer alrededor de 400.000 correos electrónicos del Estado Mayor Conjunto (EMCO), órgano asesor del Ministerio de Defensa de Chile, lo que ha traído una serie de repercusiones pero quizás la más importante de todas tiene que ver con el verdadero rol que juegan las fuerzas armadas en este país.
Lo primero que queda claro es que para las fuerzas armadas el enemigo fundamental esta dentro de Chile, lo que ellos llaman el «enemigo interno». Están más preocupados de espiar a los movimientos sociales que a los potenciales países que eventual podrían ser un riesgo para la seguridad de este país.
Muchos dirán que en estas revelaciones no hay nada nuevo, porque esto siempre se supo, pero no por eso debemos dejar de enfatizar que lo importante de este hackeo es que se puede comprobar en los propios documentos (secretos) internos de las fuerzas armadas la veracidad de cuál es el verdadero rol que juegan en esta sociedad.
Queda claro además que las fuerzas armadas no existen para defender a todos los habitantes de este país, están ahí para defender los intereses de un determinado sector de la sociedad, para defender los intereses de la clase dominante, para defender a los empresarios, a los patrones y todos sus abusos.
Lenin en su libro El Estado y la Revolución lo explico claramente y lo podríamos resumir en lo siguiente, el Estado básicamente consiste en grupos de hombres armados en defensa de la propiedad privada de la clase dominante.
Aquí un pequeño extracto de la teoría marxista sobre el Estado:
“…cuando surge y se afianza la división de la sociedad en clases, cuando surge la sociedad de clases, también surge y se afianza el Estado. La historia de la humanidad conoce decenas y cientos de países que han pasado o están pasando en la actualidad por la esclavitud, el feudalismo y el capitalismo. En cada uno de ellos, pese a los enormes cambios históricos que han tenido lugar, pese a todas las vicisitudes políticas y a todas las revoluciones relacionadas con este desarrollo de la humanidad y con la transición de la esclavitud al capitalismo, pasando por el feudalismo, y hasta llegar a la actual lucha mundial contra el capitalismo, ustedes percibirán siempre el surgimiento del Estado. Este ha sido siempre determinado aparato al margen de la sociedad y consistente en un grupo de personas dedicadas exclusiva o casi exclusivamente o principalmente a gobernar. Los hombres se dividen en gobernados y en especialistas en gobernar, que se colocan por encima de la sociedad y son llamados gobernantes, representantes del Estado. Este aparato, este grupo de personas que gobiernan a otros, se apodera siempre de ciertos medios de coerción, de violencia física, ya sea que esta violencia sobre los hombres se exprese en la maza primitiva o en tipos más perfeccionados de armas, en la época de la esclavitud, o en las armas de fuego inventadas en la Edad Media o, por último, en las armas modernas, que en el siglo XX son verdaderas maravillas de la técnica y se basan íntegramente en los últimos logros de la tecnología moderna. Los métodos de violencia cambiaron, pero dondequiera existió un Estado, existió en cada sociedad, un grupo de personas que gobernaban, mandaban, dominaban, y que, para conservar su poder, disponían de un aparato de coerción física, de un aparato de violencia, con las armas que correspondían al nivel técnico de la época dada.”
Hoy en la lucha contra el capitalismo siempre estaremos enfrentados precisamente a estos aparatos represivos de la clase dominante, nunca debemos perder de vista esto.