Celso Calfullan
La historia de este país nos demuestra exactamente lo contrario, con la represión y matanzas recurrentes contra los trabajadores en los últimos doscientos años.
Por supuesto también queda demostrado con el golpe de estado de 1973, el asesinato del Presidente Salvador Allende y con la posterior represión y masacre de miles de trabajadores chilenos.
Está claro que el pueblo trabajador no puede tener ninguna confianza en estas instituciones que están al servicio de los ricos y la elite dominante de este país.