por El Porteño
La instalación de la Convención Constitucional —como todo hecho político relevante— fue una apretada síntesis de la crisis política que experimenta en su conjunto el régimen. Custodiada por el brutal accionar represivo de las FFEE de Carabineros desde tempranas horas de la mañana, la Convención debió reiteradamente suspender el inicio de su funcionamiento a viva voz de los propios convencionales, quienes informaban a la temblorosa Secretaria del Tribunal Calificador de Elecciones (TRICEL) que había integrantes de la Convención que no habían logrado llegar a la ceremonia de juramento. Fueron momento de alta tensión, se informó de lesionados en las puertas de la Convención y de una represión brutal incompatible con el inicio de la ceremonia de juramento y elección de la testera del órgano constitucional.