Nuestra República April 16, 2021
https://nuestrarepublica.org/columna/chile-amenazado-por-la-impunidad-de-transnacionales
por Carmen Imperatore Petersen
La negociación para reformar el acuerdo con la UE no ha recibido la suficiente atención en el debate público, pese al gran impacto que tendrá sobre la salud, el bienestar y la vida de todos los chilenos y sobre la posibilidad de concretar las demandas sociales en una nueva Constitución.
Se dijeron muchas cosas importantes en un conversatorio que se efectuó el martes 13 de abril con la participación on line de la machi Francisca Linconao y diversas personalidades que apoyan la plurinacionalidad en Chile. Sin embargo, el llamado de atención más urgente y relevante fue el que hizo el eurodiputado español Miguel Urban, cuando advirtió que el gobierno de Chile está negociando la modernización del Acuerdo que mantiene con la Unión Europea desde 2003, sin que la ciudadanía tenga la menor idea de los teje y manejes de esta “movida”, que según explicó es un convenio que protege futuros abusos y excesos de las multinacionales, que hasta ahora serían ilegales. Porque tras la palabra modernización, se esconden una serie de medidas que convertirán a Chile en esclavo de los capitales europeos…
-Como cualquier acuerdo comercial con la UE -enfatizó-, fue creado a favor de las empresas multinacionales y su impunidad. Este convenio, que no ha recibido la suficiente atención por parte de los chilenos, está pasando inadvertido y busca proteger a los inversores extranjeros hasta límites insospechados, adaptando las normas ambientales para desmantelar aún más las barreras comerciales…
A principios de enero pasado se inició la penúltima ronda de negociaciones para la “modernización” del mencionado acuerdo, que según explica Miguel Urban “no incluye cláusulas para castigar la contaminación al medio ambiente ni tampoco los atropellos a los derechos humanos”. Además, establece privatizar las semillas y Chile importaría “plaguicidas que no se usan en Europa por su toxicidad”. En relación a energía y materias primas “se incluye un mayor acceso a las empresas extractivistas”.
-Quieren aprobar todo antes de que se concrete el proceso constituyente -especificó el eurodiputado español-. Por eso hay tanta prisa y se están acelerando las negociaciones. Es alarmante y hay que denunciarlo ya. Los poderes económicos quieren salvaguardar sus intereses y la impunidad de las transnacionales en territorios como el Wallmapu, por encima del proceso constituyente.
Juana Calfunao, lonco de la comunidad Juan Pailalef en la comuna de Cunco, asegura que “a ninguna autoridad ancestral se la ha consultado respecto a la modernización del acuerdo entre Chile y la Unión Europea en el territorio mapuche”. Al referirse al impacto que tendría sobre su pueblo la aprobación de las nuevas medidas lo califica como “catastrófico, porque genera un total despojo culturalmente y la muerte de la biodiversidad, lo que provocará nuestro exterminio”.
Alicia Muñoz, integrante de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales, recuerda que el Ministerio de Economía de Chile organiza periódicamente en la zona de la Araucanía un evento informativo que bautizó como cuarto adjunto, pero en las reuniones solo aceptan a representantes de las empresas, cosa que se puede constatar en las listas de participantes.
-Nunca fuimos invitadas a estos eventos, aunque somos las más afectadas por las consecuencias del acuerdo -informa Alicia-. Las temporeras que trabajan en la cosecha para la agroindustria son tratadas como productos desechables. Nuestros cuerpos están envenenados por el uso de pesticidas. Muchas mujeres tienen cáncer y dan a luz niños con malformaciones
Juana Calfunao interviene diciendo que “las empresas destruyen la biodiversidad en nuestra tierra y están protegidas por el Estado y los acuerdos internacionales. En cambio, nosotras vamos a la cárcel por proteger nuestra salud, nuestros cultivos y la naturaleza”. La lonco ha efectuado diversas campañas contra empresas que están destruyendo el medio ambiente, por lo que ha sido encarcelada varias veces.
Judith Schönsteiner, directora del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales, asegura que los capítulos sobre protección ambiental y derechos humanos en los tratados de libre comercio no son vinculantes en la gran mayoría de los casos, principalmente porque «nadie que sea una víctima puede demandar”. A su juicio, el Estado tendría que hacerse cargo de esa grave falta que atenta en contra del medio ambiente y la seguridad de las personas, pero solo muy excepcionalmente ello ocurre.
-El capítulo de sostenibilidad del acuerdo con Chile -asegura el eurodiputado Helmut Scholz- es un tigre sin dientes. En última instancia, dominan los intereses de poder. Es simplemente muy poco para cumplir los nuevos requisitos hacia una reestructuración socioecológica de la economía. Necesitamos mecanismos que permitan una reorientación
Para María Elena Rozas, integrante de la Red de Acción en Plaguicidas, “los tratados de libre comercio son una muy mala noticia para las abejas, los consumidores y quienes pretendemos que se proteja la biodiversidad en nuestros territorios. Para que algunos pocos ganen más dinero pierde todo el país”.
-Los chilenos podrán recibir una oleada de demandas para impedir cualquier reforma que interfiera con las prioridades de negocio de las multinacionales -afirma Gus van Harten, profesor de Derecho de Inversión de la Universidad de York en la página Web Centre de Ressources sur les Entreprises et les Droits de l’Homme-. Es así como las demandas ciudadanas sobre el cambio de sistema de pensiones o la desprivatización de las aguas serían rechazadas sobre la base de “mecanismos de protección de la inversión” diseñados justamente para favorecer a las transnacionales.
Si se llegan a aprobar los cambios del tratado entre Chile y la UE, los grandes capitales europeos podrán seguir abusando y haciendo lo que se les antoje, por encima de derechos humanos tan vitales como la protección a la salud, la libertad de opinión y de negociación, la protección al medio ambiente en contra de la contaminación indiscriminada de la tierra, el agua y los seres humanos, la libertad para reproducir las plantaciones con las propias semillas, entre otros muchos derechos fundamentales.
Y es más, a los redactores del acuerdo de la Unión Europea les pareció insuficiente la cláusula actual en cuanto a que los tratados rijan por quince o veinte años en que los países están atrapados sin poder salir, En consecuencia, propusieron obligar a las partes a mantener los derechos de inversores extranjeros por veinte años más… ¡tras salir del acuerdo!
Como muchas de las medidas que ha ido tomando este gobierno, la negociación para reformar el acuerdo con la UE no ha recibido la suficiente atención en el debate público, pese al gran impacto que tendrá sobre la salud, el bienestar y la vida de todos los chilenos y sobre la posibilidad de concretar las demandas sociales en una nueva Constitución. Y frente a esto nos volvemos a preguntar si los medios de comunicación, los jueces, los empresarios y la gente con poder de decisión –con escasas excepciones-, están dormidos o alguien les dio un golpe en la cabeza que los dejó idiotizados… ¿Qué estamos esperando en Chile para detener la desvergüenza, el descaro y la grosería de los que están detrás de esta avasalladora propuesta? ¿Qué falta para que los que tienen el poder espabilen, entren en razón y tomen medidas para proteger a los habitantes de nuestro país?