SPUTNIK
Un equipo de científicos estadounidenses logró cultivar una célula artificial capaz de dividirse para formar otras células similares. El organismo se desarrolló sobre la base de una célula sintética creada hace cinco años, que tenía 473 genes, pero que durante la división producía organismos de formas y tamaños muy diferentes.
En 2010, los científicos construyeron la primera célula con un genoma sintético basado en la bacteria micoplasma. Ahora los investigadores del Instituto Craig Venter, el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología —NIST, por sus siglas en inglés— y el Centro para Bits y Átomos del Instituto de Tecnología de Massachusetts —MIT, por sus siglas en inglés— añadieron 19 genes, entre ellos siete necesarios para la reproducción normal.
El trabajo científico, descrito en un artículo publicado en la revista Cell, representa un paso importante hacia la ingeniería de células sintéticas. Estos organismos podrían actuar como pequeñas fábricas que produzcan fármacos, alimentos y combustibles, detecten enfermedades para ser tratadas mientras viven dentro del cuerpo y funcionen como diminutos ordenadores.
«Nuestro objetivo es conocer la función de cada gen para poder desarrollar un modelo completo de cómo funciona una célula», dijo James Pelletier, coautor del estudio del MIT, citado por un comunicado. Pero ese objetivo aún no se ha alcanzado. De los siete genes agregados a este organismo para la división celular normal, los científicos saben lo que hacen solo dos de ellos. Aún no se conocen los papeles que juegan los otros cinco en la división celular.
«La vida sigue siendo una caja negra», admitió Elizabeth Strychalski, coautora del estudio y líder del Grupo de Ingeniería Celular del NIST.