Por Celso Calfullan
Después que Piñera sufrió una fuerte derrota en su lucha contra el retiro del 10% de las AFP tomo la decisión de endurecer su gobierno y hacer un fuerte giro hacia la derecha más reaccionaria, hacia la derecha que apoyo a la dictadura criminal que tuvimos en Chile.
Esto se notó especialmente con la inclusión en su gabinete de Víctor Pérez como nuevo Ministro del Interior, un hombre de la derecha dura y un hombre muy cercano a la dictadura y con muchos rasgos ideológicos de comulgar con ideas fascistas.
Esto rápidamente se hizo sentir en la Araucanía y la lucha que están dando los presos políticos mapuche con una huelga de hambre, después de la visita que hizo a la zona el nuevo ministro del Interior, empezaron una seria de ataques racistas contra los mapuche, con golpizas y ataques contra los comuneros indígenas, en las que actuaron coordinadamente los carabineros, que dependen del Ministerio del Interior y grupos paramilitares de ultra derecha, algo que evidentemente no fue casual.
Es evidente que estamos frente a un nuevo gabinete, de los duros o el gabinete del odio como lo han calificado algunos, de la derecha más reaccionaria, cargada de odio, racismo y despotismo.
Pero la mano dura no es solo contra los mapuche, no podemos olvidar la brutal represión contra los movimientos sociales y de protesta en las poblaciones y sectores populares.
Hoy es más necesario que nunca unificar las luchas de los mapuche, los trabajadores y los otros sectores del pueblo pobre chileno, todos tenemos el mismo enemigo común, que son los grandes grupos económicos. La lucha es contra el 1% más rico de esta sociedad, que se quiere seguir apropiando de todas las riquezas de este país, mientras someten a la miseria a grandes sectores de la población de este país.
Está claro que la lucha hoy debe ser por construir una sociedad más justa y solidaria, donde primen los intereses de las grandes mayorías y no solo de un pequeño sector de esta sociedad.
Celso Calfullan.